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miércoles, 29 de marzo de 2017

Adelanto: Capítulo 11 Etched in Bone - Anne Bishop



Capítulo 11



Watersday, 11 de Messis


Monty se puso tenso mientras escuchaba la voz de Pete.

—Estamos rumbo a Desembarco del Ferry para comer en Hamburguesas a Reventar. Un gusto para los niños. Henry Beargard dijo que no habría objeciones a que fuéramos allí. ¿Está bien si llevamos a Lizzy?

—No tengo problema si ella quiere ir. —No se le escapaba el porque él no fue incluido en la invitación.

—Mejor si viene con nosotros. —Una advertencia, cuidadosamente expresada.

Monty miró a Kowalski, que estaba hablando por su teléfono móvil, con la cara marcada en líneas duras.

—Volveremos antes de ir a dormir, —dijo Pete.

Traducción: cualquier problema en el Courtyard se resolvería entonces, de una manera u otra.

Kowalski terminó su llamada al mismo tiempo que Monty colgaba y Burke se acercó al escritorio de Monty.

—Puede que no sea la mejor noche para cenar en el Courtyard, —dijo Monty en voz baja—. Parece que hay algunos problemas.

Burke sonrió.
—Debería ser interesante.

—"Interesante" no es la palabra que se le ajuste, — murmuró Kowalski mientras él y Monty aceptaban un paseo del Capitán.

Burke entró en el estacionamiento para clientes en lugar de ir al Courtyard y aparcar en el estacionamiento de empleados. La puerta de madera entre los dos lotes usualmente estaba desbloqueada mientras las tiendas estaban abiertas, permitiendo a los inquilinos un fácil acceso a la Plaza Comercial.

Desbloqueada no significaba sin custodia, pero la puerta por lo general no era custodiada por un Lobo en forma humana; y ciertamente no por Simon Wolfgard. Pero era él quien los esperaba cuando Burke aparcó el coche.

Los tres hombres salieron. Burke caminó junto a él. Kowalski se quedó un par de pasos atrás. Mirándoles de espaldas ¿o distanciándose porque sabía más de lo que había dicho sobre lo que estaba pasando aquí?

—Teniente, —dijo Simon.

Apenas miró y saludó a Burke antes de que el Lobo se concentrara en él otra vez.

— ¿Hay algún problema? —preguntó Monty, manteniendo la voz tranquila con dificultad. Lizzy estaba con Eva y Pete. Fuera del camino. Segura. Pero ¿qué pasaba con los otros niños? ¿Qué pasa con su madre y su hermana?

Simon se acercó a él y descubrió sus dientes, revelando colmillos de tamaño del Lobo.
—Si alguien ayuda a la Sierra a alimentar a sus cachorras esta noche, esas cachorras se habrán ido por la mañana. Y "alguien" te incluye, Teniente. Especialmente a ti.

Atónito, Monty no dijo nada cuando Simon se alejó. Se volvió hacia Kowalski.
— ¿Que sabes?

—Nadine enseñó a los Terráneos que trabajan en La Carne no es Verde cómo hacer lasaña. Plato especial. Muchos ingredientes. Cantidad limitada. Parte de la lasaña se vendía en la carnicería en bandejas que contenían cuatro porciones. El resto se sirve esta noche en La Carne no es Verde. Lo sé porque Ruthie me dijo que estábamos dividiendo una bandeja con Merri y Michael. El límite semanal de veinticuatro onzas por persona en la carne comprada en el Courtyard está ahora en vigor, y la carne en cada pieza de lasaña contó en ese límite. —Kowalski agitó una mano hacia la puerta que Simon había dejado abierta—. ¿Eso? Es algo que tiene que ver con Sierra mintiéndole a Boone Hawkgard cuando intentó comprar una segunda bandeja de lasaña.

Dioses. Bueno, él podía adivinar por qué había tratado de comprar más que su parte de una comida limitada.
—Hablaré con ella.

—Quizá debería hablar primero con su madre, —sugirió Burke, inclinando la cabeza para señalar a la mujer que estaba parada en el otro extremo del estacionamiento de empleados, observándolos—. Ella está aquí.  —Se volvió hacia Kowalski—. Y usted está fuera de servicio, oficial.

Kowalski miró a Monty, luego a Burke.
— ¿Está seguro, señor?

—Estoy seguro, —respondió Burke.

Kowalski se acercó a la luz en la esquina para cruzar la calle en vez de intentar esquivar el tráfico en la Avenida Crowfield.

—Perdóneme, —murmuró Monty, dejando a Burke para unirse a su madre.

Twyla no dijo nada, sólo caminó por los garajes que formaban un lado de la zona abierta detrás de algunas de las tiendas y lo condujo a las escaleras traseras de los monoambientes. Se detuvo al pie de la escalera.

—Podemos subir si sientes la necesidad, —dijo Twyla.

—Pero tú no. — Su padre le había enseñado muchas cosas, pero su madre le enseñó el valor de la cortesía. Le enseñó a respetar los sentimientos de los demás. Y sus dos padres le enseñaron a defenderse sin golpear a alguien más. ¿Ella alguna vez chasqueteo a sus hijos cuando la empujaron demasiado o la molestaron demasiado? Por supuesto. Cada padre lo hacía de vez en cuando. Pero la verdadera cólera era rara, incluso para con Jimmy, y eso era lo que Monty veía en ella ahora.

—Es fácil decir que estamos ayudando a Sierra para ayudar a las chicas, —dijo Twyla.

—Es fácil porque es verdad, —respondió Monty en voz baja.

—No esta vez, Crispin. Ayudándola a seguir así... Eso se llama habilitación, ¿no?

Casi le hizo una broma sobre leer revistas de psicología, pero no estaba de humor ni con la cabeza en las bromas.

— ¿Que quieres que haga?

—El señor Simon está haciendo lo que se necesita hacer, haciendo lo que le pedí que hiciera. Así que quiero que lo apoyes.

Monty soltó el aliento en un largo suspiro.
—Quizá no debería haber animado a Sissy a venir contigo.

— ¿Qué podía haber hecho en Toland sola con dos pequeñas niñas, sobre todo después de la tormenta? No, Crispin. Estuviste bien con ella y conmigo al ayudarnos a venir a Lakeside. Ahora dale a tu hermana un tipo de ayuda que es más difícil de dar.

Besó la mejilla de su madre.
—Los Denby han llevado a Lizzy con ellos a Desembarco del Ferry ¿Quieres cenar conmigo en La Carne no es Verde?

Quería regresar a casa y cambiarse de ropa, pero no quería ser interceptado por Sissy, y ciertamente no quería hablar con Jimmy, que de alguna manera estaba en el centro de este lío.

Consiguió sólo la mitad de lo que quería, porque Sissy estaba en la Plaza Comercial frente a Simon.

— ¡Es sólo una estúpida bandeja de lasaña! —Gritó Sissy.

—Es comida, —replicó Simon. Ya tomaste tu parte. No tienes más. No en el Courtyard.

— ¡Pero mis hijas tienen hambre!

— ¡Entonces ve a una tienda humana y compra comida allí!

—No puedo permitirme comprar otra comida esta noche, ¡no con lo que me pagas!

—Eso fue innecesario, —susurró Twyla, sacudiendo la cabeza—. La chica no debería estar hablando así cuando sabe que es su culpa.

—No te gusta lo que pagamos, entonces encuentra otro trabajo, —gruñó Simon, mostrando los colmillos.

Monty escudriñó la multitud reunida alrededor de Sissy y Simon. La mayoría de las mujeres que trabajaban en el Courtyard estaban presentes, excepto Katherine Debany y Elizabeth Bennefeld, la terapeuta de masajes. Entre las mujeres Terráneas estaban Tess, cuyo pelo estaba rojo y encrespado, Nyx Sanguinati...Y Fuego, que miraba a su hermana con una intensidad espantosa.

Simon empezó a alejarse, llevando una de las bolsas transportadoras de Un Pequeño Bocado.

— ¡Espero que te ahogues con esa comida! —Gritó Sissy.

Un extraño y terrible silencio llenó de repente la Plaza Comercial.

Simon se volvió hacia ella. Por un momento, el Lobo parecía asustado, pero Monty no podía decir si el miedo era por él o por Sissy.

—Estás despedida, —dijo Simon—. Encuentra un trabajo entre los humanos.

—Lo secundo, —dijo Vlad, saliendo de entre la gente.

—Estoy de acuerdo, — Henry retumbó, también dando un paso adelante.

—Sí, —siseó Tess.

Simon se alejó. Los Otros se apartaron de él.

Dioses, Sissy, pensó Monty. Sus palabras fueron estúpidas e infantiles bajo las mejores condiciones. Un jefe humano la habría despedido también. No valoraba lo afortunada que era de que Simon no hiciera más que eso.

Monty tocó el hombro de su madre.
—Llevaré a Sissy de vuelta a su casa. ¿Por qué no vas a La Carne no es Verde? Me reuniré contigo tan pronto como pueda.

Twyla sacudió la cabeza.
—Voy a sentarme en la biblioteca un poco. Necesito un poco de tiempo para pensar.

No quería dejarla sola. Ver a Sissy lastimarse así, fue difícil para ella también. Pero cuando miró más allá de su madre, vio a Elliot Wolfgard, quien lo miró a los ojos y asintió.

Twyla ahora era parte de la manada de los Wolfgard. Los Lobos la cuidarían.

Monty se dirigió apresuradamente a donde estaba Sierra llorando, una niña sola en el patio de recreo, incapaz -o poco dispuesta- a hacer algo para ayudarse a sí misma.

—Vamos, Sissy. —Monty puso su brazo alrededor de sus hombros—. Te llevaré a casa.

La Sanguinati en guardia les dirigió una mirada curiosa, pero no dijo nada mientras Monty llevaba a su hermana arriba a su apartamento. Las chicas estaban en casa, sin supervisión, lo que produjo un parpadeo de molestia hasta que se dio cuenta de que los Otros no verían nada extraño acerca de dejar a las jóvenes solas en la guarida cuando había adultos cerca.

— ¿Mamá? —preguntó Carrie cuando entraron.

—Juega en silencio un rato, —dijo Monty, llevando a Sissy a su dormitorio. Cerró la puerta y se sentó en la cama a su lado. Luego tomó la caja de pañuelos de papel de la mesita de noche y se la entregó, dejándola llorar hasta que estuviera lista para hablar con él.

—CJ, —empezó, mirándolo con esos ojos que siempre derretían su corazón—. CJ, era sólo una estúpida bandeja de lasaña. Había muchas. Sólo están siendo malos.

Sacudió la cabeza.
—Una porción por persona. No es algo irrazonable.

—Pero mis chicas no van a tener nada que comer. No tengo ni siquiera un vaso lleno de leche para dividir entre ellas.

—Tendrán hambre, —dijo con simpatía—. Mañana puedes comprar más comida. —Tal vez. No estaba seguro de lo que estaría abierto en Earthday a excepción de Un Pequeño Bocado—. No puedo darte comida esta noche, Sissy.

—Podrías darme la llave de tu casa, y yo podría escabullirme y recoger algunas cosas de la nevera y los armarios. —Ella le dedicó una sonrisa temblorosa—. No tomaría mucho, CJ. Lo suficiente para las chicas.

—No puedo hacer eso. Si te ayudo, los Otros se llevarán a las niñas. —Si él la ayudaba después de que Simon le advirtiera de que no lo hiciera, ¿los Terráneos le diría siquiera dónde trasladarían a las niñas?—. No es un farol, Sissy. Tú actúas como si lo fuera, pero ellos hablan en serio.

—CJ...

Dioses, esto lo estaba matando. ¿Hacer un sándwich para las chicas realmente  sería  tan malo? Si estuviera tratando con otros humanos, tal vez no. Pero los Otros no lo verían así.
—No puedo ayudarte.

—No me ayudarás. —Sissy se apartó de él—. Porque en realidad no soy tu familia.

Monty la miró fijamente.
— ¿Qué significa eso? ¿Esa es otra de las mierdas de Jimmy?

—No es una mierda si es verdad.

—Para una joven inteligente a la que le fue muy bien en la escuela, te lo juro, Sissy, a veces puedes ser estúpida. —Cuando trató de abrazarla, se levantó, poniendo la mayor distancia posible entre ellos.

Suspirando, Monty se puso de pie.
—Mira, todavía tengo un apartamento de un dormitorio cerca de la calle Principal. Esa zona de la ciudad ha tenido algunos problemas, pero tú y las chicas pueden quedarse allí unos días si quieres alejarte de Jimmy mientras él está en Lakeside. —Había planeado hablar con la casera para disolver el contrato de arrendamiento, para liberarse de ese gasto. No creía que ella lo mantuviera en su precio, ya que las rentas se habían duplicado en las últimas semanas con la afluencia de personas que buscaban trabajo en una ciudad controlada por humanos. Pero si Sissy quería hacerse cargo del arrendamiento, hablaría con la casera para pagar la diferencia en el uso del agua para tres personas en lugar de una.

—Me ocuparé de mí y de mis chicas. No necesito tu ayuda.

La amargura de su voz le picó.
—Te veré por la mañana.

Ella no respondió, así que salió, sonriendo a Carrie y a Bonnie mientras se marchaba. Se detuvo en su apartamento el tiempo suficiente para ponerse ropa casual y recoger su correo. Volviendo al Courtyard para cenar con su madre, pensó en Sierra, no como un hermano mayor, sino como un policía. Si hubiera hecho eso antes, ¿habría visto las señales de problemas cuando vivían en Toland? Bueno, él había visto bastantes señales, pero ¿habría actuado en consecuencia?

Pensó en Sierra como una mujer joven con su primer trabajo, luchando para pagar el alquiler en una pequeña caja como apartamento, pero orgullosa de tener su propio lugar. Excepto... ¿Su lucha por salir adelante económicamente era porque su trabajo no pagaba lo suficiente?, eso era lo que ella le decía cuando se reunían para un almuerzo, ¿o era porque Jimmy le caía cada pocas semanas, apretándola para conseguir dinero? Y más tarde, cuando el hombre con quien tuvo a sus hijas se fue para siempre, ¿aceptó las excusas de los trabajos perdidos o las notificaciones finales de los servicios porque realmente la creía o porque su vida con Elayne y criar a su propia niña era su propia excusa para no hacer preguntas difíciles?

Y ahora había llegado a esto: Sissy se sentía traicionada, sintiéndose como una extraña, porque su familia la amaba lo suficiente como para no ayudarla a seguir por ese camino.

*****

Meg se quitó las sandalias y se frotó la pantorrilla con la parte inferior de su pie para tratar de aliviar la sensación de alfileres y agujas.

—No estás comiendo, —gruñó Simon—, y tienes picazón.

Había comido lo suficiente para no sentirse vacía, pero no estaba disfrutando de la comida.
—Estoy enojada con Sierra por arruinar la buena cena que íbamos a tener, y me siento mal por sentirme así.

— ¿Por qué? Toda la manada femenina se siente de esa manera. — Simon inclinó la cabeza—. ¿Quieres morder a la Sierra?

— ¡Sí!

Estrechó los ojos y se echó hacia atrás un poco, como si le preocupara que pudiera morderlo, y eso la hizo sonreír.

—No de verdad, —aclaró. Luego apretó las manos. Durante las últimas dos semanas, había guardado la navaja en un cajón cuando llegaba a casa. Eso hacía que fuera fácil encontrarla si realmente necesitaba cortarse para ver una profecía, pero ya no la llevaba consigo todo el tiempo. En ese momento, sentada en la sala de verano con Simon, la navaja se sentía demasiado lejos. Y sin embargo, realmente no quería hacerse un corte. No por Sierra.

—Vlad todavía está en la Plaza Comercial, —dijo Simon—. También Henry y Tess. ¿Quieres que traigan la caja de cartas proféticas?

Ella pensó por un momento, luego negó con la cabeza.

Pero, ¿qué pasaría si algo malo ocurriera, algo que su advertencia podría detener?

¿Qué pasaba si ese algo era en realidad una cosa buena?

—Creo que algo va a pasar esta noche, —dijo Meg.

Simon tomó un bocado de su sándwich y la estudió mientras levantaba su pierna y se frotaba la pantorrilla, tratando de aliviar la picazón.

—Blair y yo regresaremos a la Plaza Comercial y vigilaremos, —dijo finalmente—. Nada malo le pasará a la Sierra y a sus cachorras.

Las agujas se desvanecieron. Sus palabras aunque vagas, en apariencia, fueron suficientes. ¿O se desvaneció la picazón porque Simon prometió vigilar?

¿Qué significaba para sí misma, para las otras profetas de la sangre, el que una vaga advertencia a veces podía ser suficiente porque alguien realmente escuchaba?

Simon tomó su sándwich y lo sostuvo frente a su boca.
—Si vas a morder algo, muerde esto.

Ella lo hizo. Y debido a que sus dientes rasparon uno de sus dedos cuando mordió, tuvo que sostener su propio bocadillo el resto de la cena.

*****

En forma de Lobo, Simon trotó de regreso a la Plaza Comercial. Allison Owlgard, Vlad, Blair y Elliot ya estaban en posición, custodiando el apartamento de la Sierra y el área alrededor del edificio. Si Meg no hubiera tenido picazón, ninguno de ellos habría estado allí mirando a una humana que no les gustaba.

Los Lobos eran muy conscientes del extraño silencio que llenó la Plaza Comercial desde que la Sierra lo desafió. ¿Los Antiguos habían comprendido que despedirla era una manera humana de afirmar su dominio como líder del Courtyard? Tal vez debería decirles para asegurarse de que entendieran este tipo de dominio, ya que podrían verlo en otros lugares donde vivían humanos.

« ¿Pasó algo?» preguntó cuando se unió a Blair y Elliot en las sombras del estacionamiento para cliente.

«Montgomery todavía está despierto y sentado en el porche,» informó Blair. «Vlad dijo que la Sierra también está despierta. Ese Cyrus y su pareja no han salido de su guarida esta noche. Hace un rato, estaban peleando o acurrucándose -no supo bien qué-, pero ahora no hay ningún sonido que provenga de ellos.»

« ¿Simon?»

« ¿Jester?» Se suponía que el Coyote estaría en el Complejo Verde, durmiendo en su propia guarida.

«Las chicas del lago quieren saber por qué le pediste a Nyx que cuidara de Meg esta noche.»

Una brisa repentinamente le revolvió el pelo. Blair y Elliot lo miraron con sorpresa.

«Prometí a Meg que vigilaríamos a la Sierra esta noche, pero ella se estaba rascando y no quería que estuviera sola,» le dijo a Jester.

«Ah. Puedo dormir en el porche de Meg.»

Con todas las ventanas abiertas para dejar entrar el aire fresco de la noche, Jester podría oír si Meg se levantaba en la noche, o abría un cajón de la cómoda. Daría la alarma a Nyx, si ella no entendía el significado de ese sonido.

«Gracias.»

Nada más que hacer, así que Simon y los demás se establecieron para vigilar.

*****

Poco después del amanecer, antes de que la mayoría de los humanos estuvieran despiertos, un taxi se detuvo frente al edificio de apartamentos de piedra.

Los Lobos y los Sanguinati observaron a la Sierra llevar el equipaje a la acera, observaron al taxista cargar silenciosamente las maletas en el maletero. La vieron llevar a sus cachorras al taxi y meterlas en el asiento trasero. La vieron volver al edificio el tiempo suficiente para cerrar la puerta exterior en silencio.

Vieron el taxi alejarse.

« ¿Puedes seguirla, averiguar dónde va?» Simon le preguntó a Aire cuando le agitó su pelaje.

« ¿Por qué?»

«Así puedo decirle a Meg lo que le pasó a la Sierra. Así ella sabrá por qué tenía picazón.» Y para decirle a Montgomery y a la señora Twyla, pero eso no sería importante para los Elementales.

«La seguiré»

Las luces estaban encendidas en la guarida de Nadine. En pocos minutos, iría a Un Pequeño Bocado para comenzar su horneado.

Kowalski salió al porche de la casa de dos familias al otro lado de la calle, bostezando y frotándose la cabeza, pero mirando a su alrededor de una manera que hizo que Simon pensara que el humano no estaba tan adormecido como aparecía. ¿Había oído Kowalski el taxi y salió a investigar? ¿O hacía eso cada mañana?

Kowalski vio a los Lobos que lo observaban y se congeló. Después de un momento, levantó una mano para saludar.

Simon alzó una pata delantera en reconocimiento pero no añadió un arroo amigable. No había razón para despertar a todos aún.

Vlad, en forma de humo, corrió a través de la Avenida Crowfield  y se unió a los Lobos.

«Montgomery está despierto,» dijo.

Voces tranquilas en el monoambiente de la señora Twyla. Simon se acercó al borde del aparcamiento y ladeó la cabeza. Radio. Tal vez la televisión. ¡Ah! Reporte del clima. Como si un humano supiera más sobre el clima que las chicas del lago.

Era hora de ir a casa y tomar una siesta rápida. Tenía la sensación de que ese día habría muchos aullidos de los humanos.









Estimado Douglas:

Aquí en Brittania, las cosas van como de costumbre, que, para nosotros los humanos, se siente surrealista. Los barcos de pesca salen y traen una captura. Los cazadores comercian algunos bienes con el fin de entrar en el país salvaje y traer de vuelta un ciervo o dos para vender en el mercado. Si bien no estamos recibiendo las mismas cantidades de alimentos de Thaisia, los barcos llegan a nuestros puertos con la carga necesaria, el manifiesto lleva la firma y el sello del capitán de puerto que supervisa el punto de origen, así como la firma del Terráneo asignado para aprobar cualquier envío de alimentos. Incluso recibimos envíos de los territorios humanos en Afrikah y Felidae, así como mercancías de Tokhar-Chin. Nadie menciona al Bloque Romano. Es como que hubiera un gran agujero en el mundo al que todos rodeamos, ya que se llena y toma una forma diferente.

Algunos refugiados del Bloque Romano han llegado a pueblos costeros en el continente, lugares humanos que se establecieron en el país salvaje fuera de la Alianza de Naciones y se les ha permitido existir por generaciones. Los refugiados llaman a la guerra “La Destrucción del Bloque Romano y la Alianza de Naciones”. Los Otros con los que he hablado la llaman "La frustrada invasión humana del país salvaje”. Una verdad vista a través de miradas diferentes. Los invasores no sólo se detuvieron; quedaron tan incapacitados que no tuvieron tiempo para nada más que sobrevivir.

Si bien eso es cierto en las ciudades industriales que fabricaban las armas de guerra, las aldeas campesinas, especialmente aquellas a lo largo de la frontera original entre el Bloque Romano y el país salvaje, celebraron el regreso de la mayoría de sus hijos y viven como vivieron antes de la guerra. Hay más recelo, más preocupación por provocar un ataque, pero lo mismo puede decirse de la gente de Britania que trata con los Otros.

Recientemente me encontré con un Terráneo que se considera un historiador y erudito. No puedo decirte qué tipo es porque sólo lo vi en su forma humana y no ofreció un nombre que indicara su forma o gard. Me mostró un mapa que afirmaba que tiene quinientos años. El mapa mostraba lugares humanos de los que nunca escuche hablar, lugares que alguna vez fueron grandes civilizaciones, hasta que los humanos se olvidaron de que el mundo no era suyo. Me dijo que aún quedan restos de esas civilizaciones, con estatuas que eran grandes obras de arte sentadas en pastos. Las personas sobrevivientes viven en comunidades aisladas en la tierra que no fue reclamada por el país salvaje, reuniéndose para las celebraciones importantes que proporcionan una oportunidad de negociar mercancías y de arreglar matrimonios. Ellos viven simplemente, y pocos humanos en otras partes del mundo siquiera saben de su existencia.

Creo que me mostró el mapa para que comprendiera que la tierra que alguna vez fue la mayor área controlada por humanos en el mundo, se ha ido para siempre. Las personas que aún viven en el Bloque Romano se adaptarán a un modo de vida más simple o se desvanecerán como muchos lo hicieron antes.

Todo sigue como de costumbre, pero nada será igual. Creo que tú, mejor que yo, lo entiende.


Shady


11 comentarios:

  1. Wuou!!!!! Gracias chicas....estoy de los nervios, que ingrata "la sierra". Como sufren todos!

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  2. Corrección (la forma correcta entre corchetes):
    "« ¿Pasó algo?» preguntó cuando se unió a Blair y Elliot en las sombras del estacionamiento para cliente [clientes]"

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  3. Corrección:
    "—No tengo problema si ella quiere ir. —No se le escapaba el porque [porqué] él no fue incluido en la invitación."

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  4. Corrección:
    "Atónito, Monty no dijo nada cuando Simon se alejó. Se volvió hacia Kowalski.
    — ¿Que [Qué] sabes?"

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  5. Corrección:
    "— ¿Que [Qué] quieres que haga?"

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  6. Un trabajo excelente, chicas. Muchísimas gracias.

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    1. Gracias a ti, que nos vienes dando una mano muy grande con la corrección, nos estas ahorrando mucho trabajo.

      Gracias nuevamene

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  7. Por fin, Sierra se fue tal vez sola madure y logre cortar su dependencia de Cyrus gracias chicas¡¡¡

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  8. Pregunta edad tienen Monty, Jimmy y Sissy??

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    1. Mionty se sabe que esta cerca de los 40 años, y él es el mayor

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  9. Noo...como se va a ir asi...es peor q una niña >:( encima le grito a Simon y arruino la comida de todos...

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