Prólogo
Finales
de Sumor
Mientras
se reunían en la zona del País Salvaje entre Tala y Etu, dos de los Grandes
Lagos, sus pasos llenaban la tierra de un terrible silencio.
Eran
los Antiguos, unas formas primigenias
de Terráneos que custodiaban las partes salvajes, prístinas del mundo. Entre
las formas más pequeñas de nativos de la tierra, -cambiantes como los Lobos,
Osos y Panteras- se los conocían como “los dientes y las garras de Namid”.
Los
humanos -depredadores invasores de dos piernas- iniciaron una guerra contra los
Terráneos, matando a los pequeños cambiantes del país salvaje que bordeaba el
Bloque Romano, un lugar que estaba al otro lado del dominio de Océano. Y aquí,
en Thaisia, muchos de los Wolfgard fueron asesinados privando a esas partes de
la tierra de su canción.
Cuando
los humanos de Thaisia y el Bloque Romano celebraron su victoria sobre las
formas más pequeñas de Terráneos, los Elementales y los dientes y las garras de
Namid respondieron a la llamada de la guerra. Destruyeron a los invasores, y
luego comenzaron a aislar y a mermar los rebaños humanos en esas dos partes del
mundo.
Pero
ahora se enfrentaban a un problema.
«Algunos
de nosotros tendremos que vigilar a los humanos,» dijo el macho más viejo que
había viajado a ese lugar. «Algunos de nosotros serán envenenados por ese
contacto.» Un latido de silencio mientras pensaban en asumir la tarea que los
pequeños cambiantes habían realizado durante muchos años. Entonces la pregunta:
« ¿Cuánto humano mantendremos?»
« ¡Matar
a todos!» Gruñó otro macho. «Eso es lo que harían los humanos.»
— ¿Matarías
a la sangre dulce no-Lobo? -preguntó una hembra, sorprendida.
Un
silencio pesado mientras consideraban esa interrogante.
La
sangre dulce, la aulladora no-Lobo, había cambiado las cosas en el Courtyard de
Lakeside, había cambiado incluso a algunos de los Terráneos que vivían en ese
Courtyard. No era como los enemigos humanos. No era presa. Ella y su especie
eran la creación de Namid, maravillosa y terrible.
No, no
podían matar a la sangre dulce aulladora
no-Lobo, la llamada Chica Palo de escoba en las historias que se abrían paso en
el país salvaje y que divertían hasta a las más peligrosas formas de Antiguos.
Habiendo
acordado que matar a todos los humanos en Thaisia no era la respuesta,
consideraron el problema cuando el sol se puso y la luna se elevó.
«Si
permitimos que algunos humanos permanezcan, ¿qué clase de humanos debemos
mantener?», Preguntó finalmente el macho mayor.
Una
pregunta diferente. Una del tipo de una espinosa enredadera atrapada en el
lodo. Muchos de los cambiantes más pequeños que sobrevivieron a los ataques
humanos, se habían retirado de los lugares ocupados por el hombre, dejando a
los humanos que vivían allí a la filosa merced de los Antiguos. Algunos regresaron al país salvaje, alejándose de
cualquier rastro humano, mientras que otros decidieron reasentarse en pueblos
que habían sido reclamados, lugares que tenían edificios y cosas humanas, pero
que ya no tenían gente.
Pero
los Antiguos que custodiaban el país
salvaje por lo general se mantenían alejados de los lugares humanos a menos que
fueran a esos lugares como los dientes y las garras de Namid. No estudiaban a
los humanos de la misma manera en que los pequeños cambiantes lo hacían. Las
historias de aprendizaje les decían que había diferentes tipos de humanos, pero
¿qué hacía que unos humanos fueran respetuosos de la tierra y los límites
establecidos, mientras que otros mataban y dejaban la carne, o trataban de
desterrar de sus hogares a las plumas y el pelaje? Los humanos de HPU habían
hecho la guerra a los Terráneos. ¿Había otros tipos de humanos que fueran enemigos, tipos que los Antiguos todavía no reconocían?
Si los
humanos emigraran a las ciudades recuperadas, ¿pelearían con los cambiantes que
estaban convirtiendo esos lugares en hogares para los Terráneos que no querían
abandonar completamente la forma humana? Pero los nativos de la tierra no
absorbían sólo la forma de otro depredador; también absorbían aspectos de ese
depredador, rasgos que se tejían en la forma. ¿Había rasgos humanos que los
Terráneos no deberían absorber? ¿Dónde podían ir a estudiar a los humanos lo
suficientemente cerca como para saber qué no se podía permitir que echara
raíces en las ciudades recuperadas?
Como
uno sólo, los Antiguos se volvieron
hacia el norte y hacia el este, mirando en dirección de Lakeside.
«Ese
Courtyard no fue abandonado, y tiene una manada humana,» dijo el mayor.
También
tenía al Lobo y a la aulladora
no-Lobo que intrigaba a tantos de los Antiguos. Ser testigo de las historias
que fluirían en el país salvaje valía el riesgo de la contaminación humana.
Todos
ellos tenían curiosidad, pero sólo dos Antiguos
-un macho y una hembra- fueron elegidos para pasar tiempo en un pequeño pedazo
de tierra rodeada de seres humanos. Habían estado en Lakeside antes, cuando,
como los dientes y las garras de Namid, vagaron por las calles llenas de
niebla, cazando presas humanas.
Satisfechos
con su decisión, la mayoría de los Antiguos
regresaron a sus partes del país salvaje, mientras que los dos seleccionados
para la tarea de estudiar la manada humana comenzaron el viaje rumbo a
Lakeside.
Wowwwww!!! Va estar intenso, muchísimas gracias por hacer este trabajo tan hermoso de traducir :)
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias son lo mejor
ResponderEliminarMuchas gracias ¡¡¡¡ Creo que vamos a conocer mucho más de los antiguos.
ResponderEliminarYa extraño a la sangre Dulce y su lobo en forma lobuna jajajajajja
ResponderEliminarGracias por su esfuerzo y dedicación al dejarnos conocer el desenlace de la historia de Simon y Meg... Las amo chicas, besos y abrazos ♥
ResponderEliminarWuau wuau!!!!!!!!! 😱 😱 😱 este libro promete emociones intensas además de saber como progresa la relación de Meg y Simón, no habré el escenario para los demás libros de esta saga.
ResponderEliminarQué fantástico, gracias por seguir con la saga. Las adoro. Abrazos
ResponderEliminarGracias!! Vienen con todo
ResponderEliminarEste será el último libro? Amo la saga... estan diferente a otros.
ResponderEliminarEs el último del arco argumental del Courtyard de Lakeside, o más bien del arco de Meg y Simon, habrán otros libros con otros personajes. Igual no se descarta alguna novela corta sobre nuestros personajes queridos
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