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lunes, 13 de julio de 2015

Adelanto Capítulo 19: Visiones en Plata - Anne Bishop


Capítulo 19



Watersday 12 de Maius

No muerdas al mensajero. Si lo muerdes, no va a trabajar para ti. No muerdas al mensajero.

Sentado en la sala de reuniones de la Asociación Empresarial con Vlad, Henry, y Tess, Simon reorientó su atención a Peter Denby y la lista insoportable de papeles que necesitaba ser rellenados o firmados o alguna otra cosa semejante con el fin de comprar un edificio.

¿Por qué no podían simplemente darle a la hembra humana una bolsa de dinero y luego orinar en el edificio, para que todo el mundo supiera que era suyo?

Esta fue una de las razones por la que algunos Terráneos concurrían a centros de educación humanos , eso iba más allá de lo que nadie quería saber sobre la carne inteligente. Pero incluso teniendo la educación, no bastaba para soportar un proceso tan irritante.

—Búsqueda de títulos. Inspección de vivienda, — dijo Pete—. Tiene que hacerse. Puesto que van a pagar en efectivo, podríamos ser capaces de apurar los trámites y cerrar el acuerdo antes de fin de mes.

—Podríamos inspeccionar la casa nosotros mismos, — dijo Simon—. Darle una buena aspiración.

—Aún así es necesario el papeleo. Y desde un punto de vista legal, una buena aspiración no es suficiente.

Simon suspiró. Él prefería estar con Meg, haciendo lo que fuera que ella estaba haciendo.

—Encárguese de los papeles que necesitamos, —dijo Henry a Peter—. Entonces le daremos a la humana el dinero y reclamaremos la casa.

—Sobre eso. — Peter olía nervioso—. Cuando dicen que van a pagar en efectivo...

—Vamos a llenar una bolsa con la cantidad correcta de dinero, —dijo Vlad.

—No le van a dar a la señora Tremaine un saco de dinero, — dijo Peter con un chasquido en su voz que hizo a Simon gruñir... y molestó lo suficiente a Tess como para que su cabello castaño adquiriera una amplia hebra roja y empezara a enrollarse.

Peter levantó ambas manos, en un gesto conciliador. No era tan sumiso como la exposición de la garganta, pero bastó para que Simon no sintiera la necesidad de hacer cumplir su papel como líder del Courtyard.

—Vamos a hacer esto de la manera humana y darle el dinero a la mujer por su casa, —Henry retumbó.

—Sí, — dijo Peter rápidamente—. Yo no estaba sugiriendo que no lo fueran a hacer, o que no deberían comprar la casa en la forma humana. Pero... — Estudió a los cuatro de ellos—. Este dinero proporcionará a la Sra. Tremaine comida y refugio para el resto de su vida. Es mucho dinero. Darle una bolsa de la dejará vulnerable a los ladrones. Podrían hacerle daño, incluso matarla si intentara luchar contra ellos. No es la forma correcta de comprar una casa, incluso cuando van a pagar en efectivo.

—Entonces, ¿qué sugiere? — Preguntó Vlad.

—Vi una especie de banco en la Plaza Comercial. ¿Es un banco legítimo?

—Sí, — dijo Simon. Luego hizo una pausa, con incertidumbre. Nadie había hecho esa pregunta antes, pero un banco era un banco. ¿No?—. La Asociación Empresarial también tiene cuentas en un banco humano ubicado en el plaza de la Avenida Bird.

—Eso es bueno. —Aliviado, Peter tomó notas—. Ese es un banco regional, por lo que debería tener una sucursal en Hubb NE, que es donde la señora Tremaine va a ir. Si ella también usa ese banco, pueden tomar el dinero de su cuenta y depositarlo en la de ella. Seguro y fácil. O podemos darle un cheque de caja. Eso sería aún mejor. — Él levantó la vista de sus notas—. ¿Tienen suficiente dinero en esa cuenta para cubrir los costos de la compra de la casa? ¿El precio de compra y los cargos?

«¿Cargos?» Henry preguntó, mirando a los otros Terráneos.

—Deberíamos tener suficiente, —dijo Vlad—. Pero vamos a hacer un depósito la próxima semana para cubrirnos de algo inesperado. ¿Qué pasa con los otros dos edificios?

Peter frunció el ceño.
—El propietario intentó doblar su precio una vez que se dio cuenta de que el Courtyard estaba interesado en los edificios. Le dije que no tenían prisa para adquirir las propiedades y que estaban dispuestos a esperar hasta que el banco lo embargara y dejara los edificios para subasta. Él está atrasado en los pagos de la hipoteca, — explicó, cuando los Otros lo miraron—. No vive en esos edificios. Es una propiedad para alquiler que se supone que genera ingresos, pero no tiene inquilinos. Las últimas personas en los edificios están empacando. Y, francamente, una vez que se sepa que ustedes son los dueños del dúplex en medio de los dos, no es probable que vaya a obtener ningún inquilino. Yo le hice una oferta que se acercaba a su precio de venta, y le dije que estaban dispuestos a pagar en efectivo. Y me aseguré de que el representante de bienes raíces también escuchara la oferta.

«Ha hecho mucho en un corto período de tiempo,» dijo Henry.

«No habríamos sabido hacer la mitad de eso,» dijo Vlad. «Peter Denby está siendo justo con los humanos al hacer las ofertas, pero también está siendo justo con nosotros.»

Tess no emitió comentarios, pero Simon notó que su pelo era ahora de un castaño ondulado, lo que significaba que ya no estaba enojada.

—Estamos de acuerdo,  —dijo—. Vamos a comprar esa casa y pagaremos en la forma humana que sugirió.

Peter hizo otra nota.
—Voy a empezar con el papeleo el Moonsday. Ah. Otra cosa. La Sra. Tremaine está mudándose a un lugar más pequeño y va a dejar una buena cantidad de sus muebles. Ella dijo que llamaría a un par de personas que tienen mesas en los puestos del mercado para sacarse cosas de encima, pero puede que deseen echar un vistazo antes de que lo haga. Personalmente, creo que parte de eso son chucherías, pero a Eva le pareció que algunas cosas podrían ser arregladas y que quedarían bastante bien. Está disponible con sólo pedirlo, y ciertamente no estaría de más que mirar.

—¿Chucherías? — Simon ladeó la cabeza. Los Cuervos no habían salido a sus búsquedas del tesoro en la basura desde el día en que algunos humanos cebaron una calle y trataron de matar a Jenni Crowgard y sus hermanas, lo mismo los otros Cuervos. La advertencia de Meg había salvado a los Crowgard, pero la experiencia había agriado el  placer de los Cuervos en la búsqueda de fragmentos brillantes, entre lo que los humanos tiraban como basura en la acera cada semana. ¿Tal vez esto sería divertido para los Crowgard? Y podrían descartar lo que no querían.

—Iremos a ver, — dijo. Entonces pensó en Peter y su familia a empacando su coche y escapando a Lakeside después de que Peter ayudara con la búsqueda del Capitán Burke del Controlador—. Era dueño de una casa llena de cosas.

—Sí. Bueno, alquilábamos una casa.

—Pero tenía cosas. — Nunca había visto el interior de una casa humana, excepto en los programas de televisión, pero tenía la impresión de que una casa de verdad sería similar a la tienda de los Cuervos, — Chucherías y brillantes estaba llena con todos los pedazos y partes de las cosas que los humanos no podían dejar de consumir.

Peter le dio una sonrisa torcida.
—Sí, éramos propietarios de cosas. Pero las cosas se pueden reemplazar.

—¿Qué pasará con esas cosas?

Peter se encogió de hombros.
—El alquiler está pago hasta finales de este mes. Después de eso, supongo que el propietario empacara todo y lo almacenara... o lo más probable mantendrá el mobiliario y alquile la casa como amueblada y venda todo lo demás, diciendo que no me podía encontrar.

En lo que concernía a Simon, el territorio importaba porque era el territorio que te daba un lugar para vivir lleno de un montón de comida y agua de buena calidad, pero una mesa era una mesa, una silla era una silla. Mientras sirvieran, una no era diferente de la otra. Pero los humanos eran más como los Crowgard. Recolectaban cosas.

—Páseme su dirección, — dijo Simon—. Voy a ver si hay algo que los Terráneos en esa área puedan hacer sobre cómo recuperar sus posesiones.

—Todos, -el humano y los Otros- lo miraron sorprendidos.

—Se lo agradecería,— finalmente dijo Peter. Él sacó un llavero, desenganchó dos llaves, y las puso sobre la mesa. Luego escribió la dirección y la ciudad—. Si sus amigos tienen que elegir que transportar, dígales que las cosas personales primero, ropa, juguetes,  fotografías. Eso es más importante para mí y Eva que los muebles.

—Se los diré, — dijo Simon—. ¿Hay algo más que necesite de nosotros?

—No. — Peter puso sus papeles en su maletín y se dirigió hacia la puerta. Entonces se detuvo y los miró—. Gracias.

Cuando Peter salió, Nathan Wolfgard entró.

—Los Lobos de Addirondak quieren saber si pueden enviar a algunos de la manada a Lakeside para una visita, — dijo Nathan—. Quieren que los Lobos que han estudiado la forma de interactuar con los humanos, tengan algo de exposición del día a día con los humanos antes de tomar una asignación en un Courtyard.

—Hay asentamientos humanos en Addirondak, — dijo Henry.

—Sí, pero los asentamientos son pequeños y tienen puestos de comercio donde los Terráneos van a comprar bienes humanos. Fui a uno de esos lugares, y tenía todos los elementos básicos que necesitamos cuando estamos en forma humana, pero es una experiencia diferente de ir a las tiendas como las de nuestra Plaza Comercial. Los humanos que viven en los asentamientos y trabajan en los comercios son Intuye, y aunque son educados,  en realidad no hablan con los Terráneos, no como los humanos lo hacen aquí. — Nathan se encogió de hombros—. Tenemos cosas de la que los Lobos de Addirondak sólo han oído hablar.

—¿Cómo nuestra propia profeta de la sangre, juguete chillón?— Tess preguntó secamente.

Nathan se retorció.

¡Mía! Simon tragó el pensamiento -y el gruñido que le seguiría-, cuando Henry se movió en su silla.

—Tenemos nuestra propia instructora humana que puede mostrar a los Terráneos las cosas que los humanos aprenden cuando son jóvenes, —dijo Henry. Se volvió hacia Simon—. Es por eso que contrataste a Ruthie, ¿no? Para que otros, además de los residentes del Courtyard de Lakeside puedan aprender como parecer humano, quién podría ser amigo,  y cómo reconocer un comportamiento que indica que alguien es el enemigo, ¿cierto?

—Sí, — Simon afirmó—. Tenemos que reconocer dos tipos de humanos. — Tan pronto como pudiera salir de esta piel, se daría una buena sacudida y daría una pequeña carrera para averiguar lo que estaba haciendo Meg—. Voy a hablar con los Lobos de  Addirondak. Tenemos espacio para un par de invitados.

Quedando eso establecido, cada uno fue a ocuparse de lo suyo. Henry fue a su estudio. Tess fue a Un Pequeño Bocado. Simon y Vlad bajaron a atender los pedidos de libros y abrir ABL. Mantenían el cartel de Sólo Residentes, desalentando a los humanos a entrar, pero más de los residentes del Courtyard se aventuraban ahora, a experimentar el comprar un libro y tener una pequeña interacción con una de las humanas de la manada de Meg.

—Vuelvo pronto, — dijo Simon.

—Si tienes algún sentido, deberías huir de las hembras, no ir hacia ellas, —Vlad le gritó mientras entraba en el             cuarto de almacenaje.

Haciendo caso omiso de la risa de Vlad, Simon se quitó la ropa y la puso en una silla cerca de la puerta trasera de ABL Luego cambió a Lobo, y trotó para ver a Meg.


Mientras que pudiera escapar de ellas, no estaba preocupado sobre cómo tratar con la manada femenina.

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