Prólogo
Terreille
Soy Tersa la
Tejedora, Tersa la Mentirosa, Tersa la Loca. Cuando los Enjoyados Señores y
Señoras de la Sangre, realizan un banquete, soy el entretenimiento, el que
viene justo después de que los músicos han tocado, los ágiles jóvenes han
bailado, y los Señores han bebido demasiado vino y demandan para que sus
fortunas sean dichas.
—Cuéntanos una
historia, Tejedora, — gritan los Señores mientras sus manos pasan sobre las
grupas de las sirvientas y los ojos de sus Señoras se posan en los hombres
jóvenes, decidiendo quién va a tener el doloroso placer de servirlas en la cama
esa noche.
Una vez, yo
fui una de ellos, Sangre, como ellos son Sangre.
No, eso no es
cierto. No fui Sangre, como ellos son Sangre. Esa es la razón por la que fui
quebrada bajo la lanza de los Warlord, convirtiéndome en un cristal que se hizo
añicos reflejando sólo lo que pudo haber sido.
Es difícil
quebrar a un Enjoyado Varón de Sangre, pero la vida de una Bruja cuelga por el
hilo del himen, y lo que sucede en su Noche Virginal, determina, mal que le
pese, si será una artesanía completa, o se convertirá en una vasija rota,
siempre sufriendo por la parte de ella que perdió. Oh, un poco de magia siempre
permanece, lo suficiente para vivir con lo justo y hacer truquillos, pero no la
artesanía, no el alma de nuestra especie.
Pero la
artesanía se puede reclamar, si uno está dispuesto a pagar el precio.
Cuando era más
joven, luché contra ese pasaje final al Reino Retorcido. Mejor estar rota y
sana que rota y loca. Mejor ver el mundo y conocer a un árbol como árbol, una
flor como flor, en lugar de mirar a través de una gasa de formas grises y
fantasmales y sólo ver con claridad los fragmentos de uno mismo.
Así pensaba
entonces.
Mientras
barajo en el bajo taburete, me cuesta quedarme en el borde del Reino Retorcido
y ver el mundo físico claramente por última vez. Coloco cuidadosamente la
estructura de madera que sostiene mi enmarañada red, la red de los sueños y
visiones, en la pequeña mesa cerca del taburete.
Los Señores y
Señoras esperan que les diga su fortuna, y siempre puedo, -no por la magia, sino
por mantener los ojos y los oídos abiertos-, decirles lo que quieren oír.
Simple. No hay
magia en ello.
Pero no esta
noche.
Desde hace
días he escuchado un extraño especie de trueno, un llamado distante. Ayer por
la noche me entregué a la locura con el fin de reclamar mi artesanía como Viuda
Negra, una bruja de los aquelarres Hourglass. Ayer por la noche tejí una red
enmarañada para ver los sueños y visiones.
Esta noche no
habrá fortunas. Tengo la fuerza para decir esto sólo una vez. Tengo que estar segura
de que los que tienen que escuchar, se encuentren en la sala antes de hablar.
Yo espero.
Ellos no se dan cuenta. Los vasos se llenan y rellenan mientras lucho para
estar en el borde del Reino Retorcido.
Ah, ahí está.
Daemon Sadi, del territorio llamado Hayll. Es hermoso, resentido, cruel. Él
tiene la sonrisa de un seductor y un cuerpo que las mujeres quieren acariciar y
que las acaricie, pero está lleno de una insaciable fría rabia. Cuando las
Señoras hablan de sus habilidades de dormitorio, las palabras que susurran son "placer insoportable". No dudo
de que sea lo suficientemente sádico para mezclar el dolor y el placer, en
partes iguales, pero siempre ha sido amable conmigo, y es un pequeño hueso de
esperanza que le tiro a él esta noche. Aún así, es más de lo que nadie le ha
dado.
Los Señores y
Señoras se inquietan. Por lo general no me toma tanto tiempo empezar con mis
pronunciamientos. La agitación y la molestia crecen, pero espero. Después de
esta noche, no hará ninguna diferencia.
Ahí está el
otro, en la esquina opuesta de la habitación. Lucivar Yaslana, el mestizo
Eyrien del Territorio llamado Askavi.
Hayll no tiene
aprecio por Askavi, ni Askavi por Hayll, pero Daemon y Lucivar son atraídos uno
al otro sin entender el por qué, por lo que las heridas en la vida del otro no
los pueden separar. Molestos amigos que han luchado batallas legendarias, han
destruido tantas cortes de Sangre que existe el miedo de tenerlos juntos por
mucho tiempo.
Levanto mis
manos, dejándolas caer en mi regazo. Daemon me observa. Nada de él ha cambiado,
pero sé que está esperando, escuchando. Y porque él escucha, Lucivar escucha
también.
—Ella viene.
Al principio
no se percatan de que he hablado. Entonces los murmullos de rabia comienzan
cuando comprenden las palabras.
—Perra
estúpida, — alguien grita—. Dime quien me va a amar esta noche.
—¿Que importa?
— Respondo—. Ella está en camino. El Reino de Terreille será destrozado por su
propia codicia insensata. Los que sobrevivan servirán, pero pocos sobrevivirán.
Me estoy
resbalando más lejos del borde. Lágrimas de frustración se derraman por mis
mejillas. Todavía no. Dulce oscuridad, todavía no. Debo decir esto.
Daemon se
arrodilla a mi lado, con las manos cubriendo las mías. Hablo con él, sólo a él,
y a través de él, a Lucivar.
—Los Sangre en
Terreille prostituyen las viejas costumbres y hacen una burla de todo lo que
somos. — Agito mi mano para señalar a los que ahora gobiernan—. Ellos retuercen
las cosas para que se adapten a sí mismos. Se visten y fingen. Llevan Joyas de
Sangre, pero no entienden lo que significa ser Sangre. Hablan de honrar la
Oscuridad, pero es una mentira. Honran a nada más que a sus propias ambiciones.
Los Sangre fueron creados para ser los guardianes de los Reinos. Es por eso que
nos dieron nuestro poder. Por eso estamos, todavía, al margen de las
personas en cada territorio. La perversión de lo que somos no puede seguir así.
Llega el día cuando la deuda deberá ser saldada, y los Sangre tendrán que
responder por en lo que se han convertido.
—Son la Sangre
quienes gobiernan, Tersa, — Daemon dice con tristeza—. ¿Quién queda para saldar
esta deuda? ¿Esclavos bastardos como yo?
Me estoy
resbalando rápido. Mis uñas se clavan en sus manos, le saco sangre, pero no se
aleja. Bajo mi voz. Se esfuerza por escucharme.
—La Oscuridad
ha tenido un Príncipe por mucho, mucho tiempo. Ahora la Reina está por venir.
Puede tomarle décadas, incluso siglos, pero ella se acerca. — Señalo con mi
barbilla hacia los Señores y Señoras sentados en las mesas—. Van a ser polvo
para entonces, pero tú y el Eyrien estarán aquí para servir.
Frustración
llena sus ojos de oro.
—¿Qué Reina?
¿Quién viene?
—El mito
viviente, — le susurro—. Los sueños hechos carne.
Su
desconcierto es sustituido inmediatamente por un hambre feroz.
—¿Estás
segura?
La habitación
es una niebla arremolinada. Él es el único que sigue siendo un enfoque nítido.
Él es el único que necesito.
—La vi en la
red enmarañada, Daemon. Yo la vi.
Estoy
demasiado cansada para aferrarme a la vida real, pero obstinadamente me aferro
a sus manos para decirle una última cosa.
—El Eyrien,
Daemon.
Él mira a
Lucivar.
—¿Qué pasa con
él?
—Él es tu
hermano. Sois hijos de tu padre.
No puedo
aguantar más y me sumerjo en la locura que se llama el Reino Retorcido. Me desvanezco,
y caigo entre los fragmentos de mí misma. El mundo gira y se rompe. En sus
fragmentos, veo a mis otrora Hermanas desbordadas alrededor de las mesas,
asustadas y resueltas, y la mano de Daemon casualmente llega, como por
accidente, destruyendo la frágil telaraña de mi enmarañada red.
Es imposible
reconstruir una red enmarañada. Las Viudas Negras de Terreille pueden pasar escalofriantes
años tras años tratando, pero al final todo será en vano. No va a ser la misma
red, y ellos no verán lo que vi.
En el mundo
gris de arriba, me oigo aullar de risa. Muy por debajo de mí, en el abismo
psíquico que es parte de la Oscuridad, oigo otro aullido, uno lleno de alegría
y dolor, de rabia y celebración.
No es sólo
otra bruja que viene, mis tontas hermanas, es la Bruja.
Gracias por el prólogo de esta historia, tengo muchas ganas de leer más libros de la autora.
ResponderEliminarMe encantou o prólogo, deve ser um excelente livro! Obrigada pelo trabalho.
ResponderEliminarMuy bueno el prólogo, estaré al pendiente para cuando lo tengan. Gracias.
ResponderEliminarBuena tarde.
Buena entrada al este nuevo mundo... me quedo a la espera de más.
ResponderEliminarGuauu...
ResponderEliminarGuauu...
ResponderEliminarwow me llamo mucho la atención espero leerla pronto
ResponderEliminarChicos traducirán ustedes esta historia? Por favor digan que si
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