CAPÍTULO 12
Aggie
Sunsday, 13 de Juin
Aggie
se movió de un lado a otro en la rama del árbol, estudiando al hombre muerto
que yacía a la vista de la casa de la señora Vicki.
¿El
nuevo muerto? ¿El último muerto? ¿El detective muerto? ¿Cómo deberían los
Crowgard identificar a este? Había una gran cantidad de humanos muertos en El Jumble últimamente, pero
decididamente no había carne fácil dado que morían donde los humanos vivos los
encontraban demasiado rápido.
Si el
hombre muerto más nuevo no podía ser carne, ¿tal vez tuviera algo más que fuera
deseable? Tenía que haber trozos de tesoro en los bolsillos del hombre, pero no
quería meter en problemas a la señora Vicki hurgando, y el resto de los
Crowgard que observaban el cuerpo -y a la policía- aceptaron de mala gana.
Este cuerpo ha sido perturbado.
¿Cómo
sabía el humano agente Grimshaw sobre el primer muerto? Él no había estado allí
cuando los Terráneos más pequeños encontraron el cuerpo y sacaron los artículos
útiles como la mochila y el termo y el brillante que tenía rectángulos de papel
y las otras cosas. Bueno, los ojos no estaban, así que eso podría haber sido
una pista: la policía siempre estaba buscando pistas en los programas de
televisión que le gustaba mirar a la señora Vicki, pero ¿sabía lo de las otras
cosas?
Ilya
Sanguinati lo había sabido, o al menos sospechado, y exigió que todas las
posesiones fueran llevadas a Albergue
Silence como condición para ayudar a la señora Vicki. Y llevaron todo al
Albergue. Excepto los ojos. El oficial Grimshaw se llevó el que ella se habría
almorzado el día anterior, y Aggie sospechaba que uno de los Weaselgard se
había marchado con el otro ojo antes de que los Cuervos se reunieran para ver
al primer muerto. Y a las Comadrejas ni siquiera les gustaba comer ojos, así
que eso fue solo ellos volteando sus
colas hacia los Cuervos.
En la
otra ala, Ilya Sanguinati dijo que quería ver lo que el primer hombre muerto
había traído con él para descubrir por qué el hombre irrumpió en El Jumble. Él no dijo nada de que
conservaría las cosas útiles.
Aun
así, había renunciado a caja brillante que contenía los rectángulos de papel
para ayudar a la señora Vicki, y ahora estaba ese detective muerto que
seguramente tendría un tesoro.
Excepto
que el oficial Grimshaw ya había visto este cuerpo, por lo que definitivamente
sabría si lo perturbaban incluso manos pequeñas que buscaran en los bolsillos
para ver lo que podría estar fuera de la vista. Había mirado fijamente el
cuerpo, incluso había tocado el cuello como lo hacían en la televisión para
saber si un humano estaba muerto, como si no pudieran decirlo simplemente por
mirar u oler. La muerte no olía igual que la vida. Incluso los jóvenes Cuervos
lo sabían. Pero aparentemente los humanos no y necesitaban tocarlo.
Entonces
notó un trozo de tela asomando por debajo del cuerpo. Los humanos lo llamaban
corbata. Uno de sus parientes había visto un brillante recortado en la tela, lo
había visto destellar en un rayo de sol mientras el detective sacaba su arma y
desafiaba a uno de los Antiguos, que ya estaba enojado por los otros dos
humanos que intentaron entrar en la casa de señora Vicki. Jozi había volado en
busca de comida, dejando a Aggie para mirar al hombre muerto.
Se
movía de un lado a otro en la rama del árbol mientras pensaba y pensaba en el
brillo que Jozi había visto. Ella podría obtener ese brillo sin perturbar
demasiado el cuerpo. Todo lo que tenía que hacer era sacar la corbata de debajo
del cuerpo lo suficiente para alcanzar el clip.
El
oficial Grimshaw llevó al joven Osgood al automóvil. No podía verlos, lo que
significaba que no podían verla.
Ella
voló al hombre muerto y miró de nuevo. Todavía no podía ver el auto o a los
humanos vivos.
Agarró
el extremo de la corbata, tiró y tiró, sacándola de debajo del cuerpo, palmo a
palmo. Cuando no pudo sacar más, cambió sus alas hacia diminutos brazos y manos
que podían apretarse entre el suelo y el cuerpo, siguiendo el lazo hasta que...
¡Ahí!
Sacó su
premio, dejándolo caer al suelo mientras cambiaba los brazos y las manos de
vuelta a las alas. Levantando el clip con su pico, voló hacia el árbol cerca de
la cabaña que estaba alquilando a la señora Vicki, el árbol que tenía un nido
cuidadosamente construido que ocultaba un hueco poco profundo en el tronco. El
hueco estaba tan cuidadosamente relleno con hojas de papel que formaban capas
de escondites para sus pequeños tesoros.
Aggie
estudió las capas de papel durante varios minutos antes de encontrar el lugar
correcto para su nuevo brillo.
Muchísimas gracia! No se saben lo agradecida que estoy por el trabajo que se toman para que estos libros lleguen a mis manos y la de much@s otr@s adictos a la lectura, que Dios l@s colmen en bendiciones. a ustedes y sus seres queridos, besos.
ResponderEliminarSe va a meter en problemas esa Aggi
ResponderEliminarMil gracias