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viernes, 24 de marzo de 2017

Adelanto: Capítulo 8 (segunda parte) Etched in Bone - Anne Bishop



*****

Simon había llegado demasiado tarde para ver el comienzo de las peleas, pero iba a poner fin a esta parte de la molestia.

Al oír el furioso siseo de Vlad, miró hacia la arcada a tiempo para ver a Merri Lee dar un codazo al Sanguinati en las costillas y liberarse.

Estupendo. Ahora tenían que lidiar con uno de los peluches explosivos, así como con...

—Por todos los dioses, ¿qué te pasa? —gruñó Nadine mientras se volvía hacia la Sierra, apretando la mano en el mango del cuchillo.

Eso. «Llama al Teniente Montgomery,» le dijo a Vlad.

«Ya lo hice,» Vlad respondió.

Montgomery y Kowalski entraron a través de la puerta principal, evitaron el escupitajo en el suelo, y escudriñaron la habitación, captando a la gente y sus posiciones. Una mujer joven se apresuró detrás de ellos, luego se congeló justo en el interior de la puerta.

—Señor Wolfgard... —empezó Montgomery.

Nadine se volvió hacia Montgomery.
— ¡Tengo cosas que decir!

—Puedes decirlas todas después de que me des el cuchillo, —dijo Henry.

Miró la mano cubierta de piel que rodeaba su muñeca. Ella parpadeó y no ofreció resistencia cuando Henry tomó el cuchillo.

Simon se preguntó si sabía siquiera que lo estuvo sosteniendo.

—Ahora, —Henry retumbó cuando él soltó a Nadine y dio un paso atrás—, di lo que necesita ser dicho.

Nadine se volvió hacia la Sierra.
— ¿Cuánto tiempo vas a complacer a ese hombre?

— ¡Es mi hermano! —La voz de la Sierra se quebró. Miró a Montgomery—. Se supone que debemos ayudar a la familia.

— ¿Deberías ayudarlo a mentir, engañar, robar? —Preguntó Nadine—. ¿O se queda arriba mientras te conviertes en la mentirosa, la tramposa, la ladrona?

— ¡No! ¡No es así!

— ¿Él quiere un desayuno completo, así que vas a usar los suministros aquí? ¿Incluso te ibas a ofrecer a pagar por ellos, o esperabas que nadie se diera cuenta de los suministros que faltaran cuando seguimos la pista de cada huevo y paquete de mantequilla? Y después de haber comido aquí, ¿te habría convencido de llenar una bolsa de comida para llevarla consigo? ¿Lo habrías pagado o pretendido que no sabías quién tomó los bocadillos y los pasteles del desayuno?

La Sierra empezó a llorar.
—Jimmy no tiene dinero para comprar comida.

—Ha tenido dinero ayer cuando fue a El Ciervo y la Liebre, — replicó Nadine—. A menos que haga amigos muy rápido, tuvo que pagar por sus tragos y comida allí. — Se veía disgustada—. Ayer llevaste a casa cena para tres personas. ¿Acabaste dividiéndolo en siete porque él demandó que no tenía dinero? —Su disgusto se profundizó—. ¿O él recibió la mitad de la comida porque él es el hombre y el resto de ustedes dividieron lo que quedaba?

Simon frunció el ceño. Eso no estaba bien. La Sierra y sus cachorras deberían de haber comido primero porque ella fue quien hiso el trabajo por la comida. Pero los depredadores más grandes robaban la comida de los más pequeños. Tal vez eso era lo que siempre había funcionado en la manada de Montgomery, con ese Cyrus esperando hasta que la Sierra trajera comida a casa y luego se la quitaba.

Estudió a Montgomery y vio una expresión sombría en el rostro del Teniente... y la tristeza en los ojos oscuros del hombre.

Ira en la cara de Kowalski... y en la de Merri Lee. ¿Quién había causado la ira? ¿Ese Cyrus o la Sierra, o ambos?

— ¡Le debo! —gritó la Sierra.

— ¿Por qué? —gritó Nadine.

—Nunca tuvo suficiente porque mamá y papá me adoptaron. Mi primera madre no quería mantenerme, me tiró como basura. Y la basura no tiene derecho a nada.

Simon oyó un suspiro suave y dolorido. Mirando por encima del hombro, vio a la señora Twyla, vio lágrimas corriendo por su rostro.

— ¿Le debes porque los recursos para dos niños tuvieron que ser divididos en tres? —Dijo Nadine—. Bueno, si eso es lo que quieres contar, Jimmy le debe a su hermano la mitad de todo lo que consiguió porque Monty es el hijo mayor, ¿verdad? Así que cuando Jimmy llegó, Monty sólo consiguió la mitad de lo que habría tenido si Jimmy no hubiera nacido. Y de alguna manera se las arregló para sobrevivir muy bien sin tomar y tomar y tomar.

— ¿Cyrus te dijo eso? —La señora Twyla dio un paso adelante—. ¿Dijo que eras basura? ¿Y nunca nos dijiste nada a tu papá o a mí? Niña, te protegimos lo mejor que pudimos de la mezquindad infantil de Cyrus, pero no pudimos evitar lo que guardabas en secreto.

—Lo hiciste irse y me culpó, —dijo la Sierra, llorando.

—Cuando tenía dieciocho años, le dijimos que tenía que encontrar otro lugar para vivir.

—Por mí.

La señora Twyla asintió.
—Esa fue una parte. La mezquindad infantil se estaba convirtiendo en una especie de maldad más dura. Junto con las mentiras y las intrigas, eso no era algo con lo que tu papá y yo podíamos vivir más. No pudimos cambiar a Cyrus, y estábamos preocupados por ti, por la forma en que algunas veces actuabas como si hubieras recibido una paliza.

Asombrado, Montgomery se volvió hacia la Sierra.
— ¿Te ha golpeado Jimmy?

— ¡No!  —Ella negó con la cabeza—. No, no lo hizo.

—No, no lo hizo, —asintió la señora Twyla—. Busqué magulladuras porque me pregunté... y te lo habría dicho, Crispin, si hubiera notado algo. —Suspiró—. Pero las palabras pueden derribar a una persona tan bien como los puños, y yo no sabía de las cosas que Cyrus estaba diciendo cuando no estaba cerca para oírlo y ponerle fin.

—Te lastimó el corazón, te intimidó para que hagas cosas por él como lo intentó hacer ahora, y sigues volviendo por otra porción de daño en vez de golpearle la puerta en la cara, —dijo Nadine.

Simon estudió a la Sierra. Había visto esa conducta una vez antes, cuando asistió a la universidad Terránea para aprender a trabajar y dirigir un Courtyard. Una hembra Lobo estaba enamorada de uno de los machos. Hizo todo lo que pudo para obtener su aprobación, le llevó comida, le llevó regalos. El macho le prestaba atención cuando quería algo, hizo promesas de convertirse en su pareja si podía hacer sólo una cosa más. Otros machos, incluido Simon, intentaron ser sus amigos, pero ella los ignoró, justo como la Sierra ignoraba al hermano que no había puesto precio a su amor.

La joven murió intentando derribar presas que eran demasiado grandes para que un Lobo solitario pudiera manejar porque el macho le había dicho que demostrara su amor por él. El macho fue expulsado de la universidad pero permaneció en las orillas de la tierra de la universidad, esperando que le permitieran volver. Luego desapareció y nunca más se lo volvió a ver.

Simon nunca olió el olor primario de un Antiguo, un olor que recordaba desde el momento en que había corrido con la manada de jóvenes Lobos en el Noroeste, pero se preguntó si los instructores habían matado al macho para evitar más problemas o si algo más grande y menos misericordioso había librado sentencia.

Ahora comparando a la Sierra con esa joven hembra, Simon tenía una mejor apreciación de por qué los Antiguos querían ver lo que pasaba cuando un hombre como ese Cyrus entraba en un prospero grupo de humanos. El hombre no había estado en Lakeside un día entero y la manada ya estaba peleando entre ellos.

Dio un paso adelante, llamando la atención de todos.

—Hay dos manadas Montgomery, —dijo. Una manada es la del Teniente Montgomery y Lizzy. La otra manada es la de ese Cyrus, su pareja, y sus dos cachorros. Aunque vinieron de la misma familia, ahora son manadas separadas, son adversarios. Eso significa que los otros miembros de la manada pueden ser leales a uno u otro, pero no a ambos. El resto de la familia ahora debe considerar lo que cada manada tiene que ofrecer. —Miró a la señora Twyla. Esto le haría daño, y lo lamentaba—. Elijan.

Ella lo miró fijamente, las lágrimas todavía fluían. Luego sacó unos pañuelos del bolsillo y se enjugó los ojos y la nariz.

—Supongo que siempre supe que llegaría esto, pero no puedo elegir entre mis hijos. No así. —La señora Twyla enderezó sus hombros—. Crispin me pidió que viniera aquí y le ayudara con Lizzy, y me gustaría seguir haciendo eso. Pero incluso si tengo que alejarme de uno de mis hijos, no quiero alejarme de ninguno de mis nietos.

—Tiene que elegir, —dijo Simon con pesar.

Ella asintió.
—Elijo la manada suya, Sr. Simon.

— ¿Qué? —Simon le dio a Montgomery una mirada que decía: ¿Sabe lo que está haciendo?

— ¿Mamá? —La mirada de Montgomery a Simon dijo, Ella lo sabe.

—He puesto la mano en diferentes tipos de trabajo a lo largo de los años, Crispin, —dijo la señora Twyla en voz baja—. Hay mucho trabajo por hacer, y podría encontrar un trabajo en esta ciudad. Pero este Courtyard se siente más como los vecindarios en los que vivíamos tu papá y yo cuando éramos recién casados y cuando tú y Cyrus eran jóvenes, un lugar donde la gente se miraba el uno al otro. No he vivido en un lugar como ese en los últimos años, y he perdido eso. He hecho lo que pude por todos ustedes, pero mis hijos han crecido, así que estoy haciendo una elección para mí primero.

—Muy bien, mamá. —Montgomery no parecía contento—. Si esto es lo que quieres.

Simon miró a la Sierra.
—Ahora tu. Elige. —Él levantó una mano y notó las partes de piel en la espalda. Mierda. ¿Qué otra cosa no parecía completamente humana?—. Entiende la elección que tienes que hacer.

—Conozco la elección, —dijo la Sierra amargamente—. Tengo que elegir entre Jimmy y CJ.

—No, tienes que elegir entre ese Cyrus y tus cachorras.

Oyó varios jadeos. Sospechaba que habían salido de todas las hembras de la habitación, incluyendo a la hembra que seguía de pie justo en el interior de la puerta.

—Si ese Cyrus es tan importante para ti que te arrastrarás por su aprobación, esa es tu elección. Pero tus cachorras serían los miembros más bajos de ese grupo, considerados huérfanos si eso es lo que él quiere, y los cachorros en esa posición no sobreviven a menudo si es difícil encontrar comida. Las probabilidades son que una o ambas de tus cachorras morirán de hambre. Así que si quieres a ese Cyrus, puedes vivir como otra hembra en su manada. Pero tus cachorras no irán contigo. Ellas serán transferidas a otra manada que será capaz de cuidarlas.

— ¡No pueden llevarse a mis hijas! —gritó la Sierra.

—Si podemos. Y lo haremos. O puedes jurar a los miembros del Courtyard que están aquí y a los testigos humanos que no le darás a ese Cyrus alimento o dinero que necesitas para tus cachorras. No hay excusas. —Simon mostró los dientes—. Y entiende esto: si nos roban, tomamos una mano la primera vez. La segunda vez tomamos mucho más.

— ¿CJ? —La Sierra se volvió hacia el hermano que le dio su amor.

Montgomery sacudió la cabeza.
—Sissy, si quieres encontrar otro trabajo y otro lugar para vivir que no esté bajo la jurisdicción del señor Wolfgard, puedes hacerlo. Pero supongo que tendrás que hacerlo pronto.

—Te daríamos una semana, —dijo Simon—. Entonces te sacaríamos de nuestro territorio.

—Incluso si encontraras un lugar en el que pudieras costearte y trabajar para mantenerte a ti ya las chicas, ¿quién se quedaría con ellas? —Continuó Montgomery, y luego añadió cuando la Sierra miró a la señora Twyla—: Mamá tiene un trabajo y sus propias cuentas a pagar.

—Eso es cierto, —dijo la señora Twyla—. Si tú y las niñas están aquí, te ayudaré a cuidar de ellas, igual que estoy ayudando a Crispin. Pero si te vas, tal vez deberías pensar en irte lejos de todos nosotros. Tal vez a uno de esos pueblos en el oeste que necesitan buenos trabajadores. Y si te marchas y tienes algún sentido, no le dirás a Cyrus a dónde vas.

Sollozando, la Sierra cayó en una de las sillas.

—Para ti, estar cerca de ese hombre es como beber un vaso de veneno todos los días, —dijo Nadine—. Tal vez sólo te hace enfermar, te hace débil, te hace olvidar quién eres realmente y lo que realmente quieres. Pero si sigues bebiendo, tarde o temprano, el veneno te matará.

Simon se preguntó si Nadine había bebido ese tipo de veneno cuando era joven. Si lo había hecho, también dejó de beberlo. También lo hizo Theral MacDonald. Se había escapado de una pareja abusiva. Ese Jack Fillmore todavía estaba husmeando, todavía era una amenaza, pero Theral no se arrastraba hacia él. Así que había una posibilidad de que la Sierra hiciera una buena elección para ella y sus cachorras si tuviera un poco de tiempo para pensar.

—Todos nos reuniremos aquí dentro de una hora, —dijo Simon—. Entonces nos darás tu respuesta.

La Sierra salió corriendo de la cafetería, pasando por encima de una hembra, que los miró con grandes ojos y dijo:
— ¿Siempre es tan dramático aquí?

— ¿Quién eres tú? —gruñó Simon. No estaba lo suficientemente cerca para captar su olor, pero su voz sonaba vagamente familiar.

—Emily Faire. ¿La enfermera practicante que va a trabajar aquí? Tengo una carta del señor Barquero para el señor Wolfgard.

Simon asintió, recordando dónde la había visto antes. Había estado presente como curandera cuando Meg se hizo el corte y vio el posible futuro de la comunidad River Road.

Miró a Vlad.
«No fuiste de mucha ayuda.»

« ¿Por qué deberíamos ambos pintarnos una diana?» Vlad respondió. «Además, estaba siguiendo la pista del peluche para asegurarme de que no agarrara una tetera y golpeara a alguien.»

Para los Terráneos, Merri Lee siempre sería la Mujer Tetera de la canción de Charlie Crowgard sobre la Mujer Tetera  y  Chica Palo de escoba.

—Ven a la oficina y hablaremos de tu empleo, —dijo Simon a Emily Faire. Luego señaló a Nadine—. Ella es Nadine Fallacaro. Tendrás una habitación en su apartamento en los días que estés trabajando aquí.

— ¿En serio? —Emily Faire no sonaba entusiasta. Probablemente se preguntó cuán a menudo Nadine atacaba a otras mujeres con un cuchillo.

No habían visto este comportamiento en la mujer hasta ahora, pero Simon se preguntaba lo mismo.

Nadine suspiró.
—Te mostraré el apartamento cuando estés lista. —Sus ojos se abrieron—. ¡Dioses! Me olvidé de los muffins. Ni siquiera escuché el cronómetro.

—Yo me ocupé de ellos, —dijo Tess, entrando desde el pasillo. Tenía el pelo verde y ondulado. No estaba tranquila, pero estaba lo suficientemente segura como para estar alrededor del resto de ellos.

Simon pasó junto a Montgomery en su camino a la oficina de ABL.

—Simon, —dijo Montgomery en voz baja—. ¿Realmente alejarías a Sierra de sus niñas?

—Sí.

— ¿Lejos de todos nosotros?

Un buen hombre, pensó Simon. Inteligente y cortés. Un hombre que había estado tratando de trabajar con él desde el primer día que se conocieron. Un hombre que entendía la lealtad. Un hombre que había estado separado de su propia cachorra por unos meses y no lo haría de nuevo.

Un hombre que se preocupaba.

—Si llegara a eso, las cachorras estarían lo suficientemente cerca como para que tú y la señora Twyla pudieran visitarlas, —dijo Simon.

— ¿Pero Sierra no podrá verlas?

—No. —Esperó, pero Montgomery no dijo nada más—. Una hora, Teniente.

Simon y Vlad subieron a hablar con Emily Faire sobre los términos de su empleo. Como su idea original era que dividiera su tiempo entre el Courtyard y la Comunidad de River Road, le ofrecieron uno de los dúplex de la comunidad, pensando que, siendo una Intuye de Isla Grande, querría vivir tan cerca como le fuera posible. Pero los sorprendió preguntando si había algún apartamento barato en Lakeside que pudiera alquilar porque tenía la sensación de que era necesaria ahí a tiempo completo y que alguien más sería más adecuado para dirigir la pequeña clínica en la Comunidad River Road.

Sí, tenían un apartamento que podía alquilar, si quería su propia guarida en lugar de una habitación con Nadine, pero no tenían mucho mobiliario que ofrecer.

Vlad la llevó al otro lado de la calle para mostrarle los apartamentos disponibles en el edificio donde residían Nadine y Merri Lee. Simon los miró desde la ventana de la oficina.

Entonces, ¿Emily Faire tenía la sensación de que necesitaba estar aquí a tiempo completo? ¿Por qué? ¿Tenía ese presentimiento algo que ver con ese Cyrus o los Antiguos? ¿O sólo quería aprender más sobre los Terráneos y Meg, y vivir a su alrededor era una manera de hacer eso? Una nueva adición al Courtyard. No se veía demasiado emocionada mientras presenciaba la escena en la cafetería, así que tal vez no estaban agregando otro peluche explosivo a la manada femenina.

Ese era un problema para otro día. En este momento, quería sacudirse el drama y tener una carrera rápida antes de tener que lidiar con cualquier problema que la decisión de la Sierra causaría.

Tal vez podría molestar a Meg durante unos minutos antes de ir a correr. El juego de molestar no podría durar más de un par de minutos antes de que dejara de ser divertido para Meg. Si seguía leyendo ese libro, le gruñiría por interrumpirla. Le llevaría un bocadillo de Un Pequeño Bocado para distraerla. Ella debía de tener hambre ahora.

Se quitó la ropa, cambió a Lobo, bajó las escaleras y atravesó el arco hasta la cafetería. Luego pensó en quién podía acercarse y decidió que Tess, aunque más peligrosa que Nadine, era la amenaza más conocida.

—Estábamos empacando un pedazo de quiche y un par de otras cosas para Meg, —dijo Tess. Luego miró a Nadine—. Sospecho que no vas a tener la oportunidad de preguntarle a Meg sobre ese libro.

Nadine le dirigió una mirada que le hizo sentirse muy contento de poder correr más rápido de lo que ella podía.

Tess le dio uno de las bolsas térmicas que se usaba para llevar comida en la Plaza Comercial y le abrió la puerta trasera. Cuando miró hacia atrás, notó que su pelo era marrón y ondulado.

Qué agradable que Nadine divirtiera a uno de ellos.

Trotó a la parte trasera de la Oficina del Enlace y se enfrentó a una puerta cerrada con llave. Por supuesto, él no tenía una llave metida en su piel, por lo que puso la bolsa en el suelo delante de la puerta y se trasladó a la pequeña ventana de la habitación trasera, que estaba abierta para dejar entrar el aire fresco.

— ¡Arrooooo!

Meg corrió hacia la habitación de atrás y miró a su alrededor hasta que  lo vio en la ventana.
— ¿Simon?

Él le sonrió, mostrando muchos dientes sanos.

Volvió a la puerta y tenía la bolsa en sus dientes antes de que ella girara la cerradura y abriera la puerta. Pasó junto a ella y entró en la sala de clasificación. De pie sobre las patas traseras, colocó la bolsa en la gran mesa de madera y miró el libro abierto con una áspera roca púrpura que parecía una cordillera.

Cuando Meg se unió a él, se acercó y le dio una rascadita detrás de una oreja. Casi le hizo olvidarse de jugar al juego de molestar.

—Mira lo que Jenni me trajo para usar como pisapapeles. —Meg levantó la roca—. Es una amatista. ¿No es bonita?

Era una roca púrpura áspera.

—Me mostró una geoda partida que también serviría como un buen pisapapeles. Estoy negociando con ella para comprar la geoda y la amatista.

Los Cuervos tenían esa mirada en sus ojos cuando veían un codiciado brillante. Para distraer a Meg antes de que terminaran con una guarida llena de piedras, Simon le dio un codazo a la bolsa con la nariz.

— ¿Qué trajiste? —Meg volvió a colocar la roca en el libro y abrió la bolsa—. ¡Oh! Quiche y... Esto es para ti.

Simon captó el olor a carne de vaca antes de sacar la golosina de la bolsa. ¡Galleta del lobo! Había olido la carne, pero pensó que era algo de la comida para Meg.

—Hay otra galleta aquí. Debe ser para Nathan.

¿Por qué? Pero ya estaba entrando en la sala principal, y Nathan, habiendo oído, ya la estaba esperando en el mostrador.

—Estoy disfrutando este libro, —dijo Meg, volviendo a la mesa de clasificación—. Es emocionante. Tuve que leer un par de capítulos así, — puso una mano sobre sus ojos, luego movió sus dedos para ver entre ellos—, pero no me importó. ¿Está bien si Ruth y Merri Lee lo leen también para que todas podamos darte una crítica?

Esta no era una Meg feliz. Esta era una frágil alegría. Meg trataba de no mostrar que estaba asustada.

Simon puso cuidadosamente una pata en su hombro.

No fingió felicidad o alegría ahora.

—Jenni dijo que hubo problemas en Un Pequeño Bocado, pero no sabía qué pasaba, excepto que eso molestó a Tess. Y Ruth me llamó para decir que debía quedarme en la oficina hasta que todos se calmaran. ¿Simon? —Ella le tocó la cara—. ¿Necesitas respuestas?

—Roo, —respondió con severidad. Ninguna navaja de plata. Nada de cortes.

Sus dedos peinaron a través de su piel mientras lo estudiaba.
— ¿Estás seguro?

Él le lamió la barbilla. Sabía mejor que la galleta, así que la lamió de nuevo.

Todo su cuerpo suspiró, y ella se sentía más como su Meg nuevamente.

Ella le dio un abrazo y dijo:
—Será mejor que vuelvas al trabajo. Te dejaré salir. Gracias por traer el quiche y los otros alimentos.

Estuvo fuera mirando la puerta cerrada antes de darse cuenta de que Meg no le había dado la oportunidad de jugar el juego de molestar. Eso fue tan injusto, pero al menos había conseguido una galleta, una rascadita, un abrazo, y un par de lamidas.

Podía vivir con ese tipo de injusticias.

*****


— ¿Quieres jugo de naranja? —preguntó Pete Denby, yendo a la pequeña nevera de su oficina.

—Claro, —contestó Monty. Probablemente ardería en el agujero del estómago, pero apreció la oferta de una bebida que podría no estar en las tiendas de comestibles del noreste mucho más tiempo ya que, al igual que las naranjas, procedía de las regiones de la costa sureste y oeste.

Pete sirvió dos vasos y le entregó uno a Monty antes de sentarse detrás del escritorio.
— ¿Sabes lo que está pasando?

Monty le contó a Pete lo que había visto y lo que había reconstruido, y la elección que su hermana menor tenía que hacer en una hora.

—Dioses, vaya elección, —dijo suavemente Pete.

—No debería ser una elección.

—Eres un policía. Sabes que la adicción no viene solamente en la forma de una píldora o de una jeringuilla. Por como suena, tu hermana es adicta a la forma particular de abuso de tu hermano. —Pete se inclinó hacia delante—. ¿Sabes por qué Simon Wolfgard deja que tu hermano se quede? ¿O por qué se queda tu hermano?

—No puedo imaginar los motivos de Simon, pero Jimmy se queda porque el uso del apartamento es gratis, y vino aquí esperando un beneficio. Pero los Sanguinati custodian la puerta exterior del edificio y se mantienen al tanto de todo y de todos.

—Así que Cyrus no puede hostigar a Sierra en el pasillo o tratar de meterse en su apartamento para discutir cosas sin que alguien vaya en su defensa, incluso si no estás en casa.

Monty asintió con la cabeza.
—Jimmy no esperaba el tipo de escrutinio en el que se encuentra ahora. Incluso si lo que Sissy le dijo le dio seguridad, tendría que haber pensado en lo que podría conseguir estando en una estrecha proximidad de policías y Lobos. —Suspiró—. Sea lo que sea que Jimmy pensara, mi hermana está en un aprieto.

Pete no dijo nada. Entonces:
— ¿Viniste aquí porque necesitabas una caja de resonancia o buscabas una opinión?

— ¿Qué opinas de la decisión de mi madre?

—Movimiento inteligente. No tendrá acusaciones de "se puso de tu lado" cuando las cosas se pongan agrias, y sabes que lo harán. Hay una parte desagradable en cualquier ciudad, y no creo que le tome a tu hermano mucho tiempo encontrar el punto débil de Lakeside.

—Aún no lo has conocido.

—Vivo en la casa de al lado, así que vi lo suficiente cuando instalaste a él y su familia. Sé que Eva les llevó una bolsa de comestibles, por orden de Simon, para que tengan comida para el primer día o así.

Monty se incorporó.
—No mencionó eso. —Él y Kowalski habían recogido pizzas de Corteza Caliente, y le llevó una para la familia de Jimmy y otra para Sissy y las chicas, mientras él, Lizzy y su madre se quedaron con la tercera. Pero si había entendido la acusación de Nadine, Sissy también había llevado a casa la cena de anoche y compartió la comida con la familia de Jimmy. ¿Se habría quedado con la pizza, o también terminó en la despensa de Jimmy?

—Si fueras yo, ¿qué harías? —Preguntó Monty.

— ¿Tu cuñada tiene alguna habilidad?

Monty miró a Pete.

— ¿Alguna habilidad que no terminé con que la arresten? —preguntó Pete.

—No lo creo. Desde que la conozco, nunca ha tenido un trabajo.

—Como sea, si fuera tú, empezaría a investigar ciudades que buscan trabajadores, un lugar donde el alquiler no cueste más que el pago mensual. Concéntrate en tu cuñada y los niños.

—Tres pasajes para salir de la ciudad. ¿Y qué pasa con Jimmy?

—En la morgue, si tiene suerte. Si no tiene suerte, será uno de esos humanos que desaparecen sin dejar rastro.

O alguna identificación será dejada en el montículo del Parque de Lakeside y la policía llenará un formulario DUD, pensó Monty. Un formulario de Difunto, Ubicación Desconocida era una forma para que una familia recibiera un certificado de defunción. Era la manera que el departamento de la policía de Lakeside admitía que una persona fue asesinada, y más probablemente, comida por Terráneos y no se encontraría ningún cuerpo.

—Tu hermano es un barril de pólvora, Monty, —continuó Pete—. No dejes que te lleve con él. —Vaciló—. ¿Quieres que vaya contigo cuando tu hermana haga su elección?

—Como abogado, ¿qué le dirías?

—Que haga lo que sea necesario para mantener a sus hijas. Y eso significa alejarse de Cyrus.

—Cuando llegué por primera vez a Lakeside, Simon mantuvo a su sobrino Sam en una jaula para mantener al cachorro seguro. Eso molestaba a todos los Lobos y le dolía a él todos los días, pero lo hizo. —Monty miró a Pete—. Así que sé que no dudará en llevar a esas chicas lejos de Sissy si cree que ella va a permitir que sean maltratadas.

—Si se las quita, ¿crees que alguna vez las devolverá?

No mientras Jimmy esté vivo. Pero Monty no dijo eso.
—Gracias por la charla y el zumo de naranja.

—Puede que no tenga zumo de naranja la próxima vez, pero como abogado o amigo, estoy aquí si necesitas hablar.

Mientras Monty bajaba por las escaleras exteriores, oyó un coche que subía por el acceso al estacionamiento de empleados. El sedán negro del Capitán Burke. Debería haber llamado a su Capitán, porque Pete tenía razón: Jimmy era un barril de pólvora a la espera de un fósforo. Aparentemente alguien más había hecho la llamada.

Manadas y lealtad. Policía y familia. Y habría consecuencias sin importa qué elección él tomaba.


Cuando Burke llegó a la esquina, dirigiéndose a la puerta trasera de Aullidos, Buena Lectura, Monty se apresuró a reunirse con él y dar su informe.

18 comentarios:

  1. Comentarios y correcciones:
    En esta parte no entendi muy bien si la expliación de las 2 manadas lo penso Simon o lo comento; pero despues hay otro guion que pareciera que si lo dijo
    —Hay dos manadas Montgomery, —dijo. Una manada es la del Teniente Montgomery y Lizzy. La otra manada es la de ese Cyrus, su pareja, y sus dos cachorros. Aunque vinieron de la misma familia, ahora son manadas separadas, son adversarios. Eso significa que los otros miembros de la manada pueden ser leales a uno u otro, pero no a ambos. El resto de la familia ahora debe considerar lo que cada manada tiene que ofrecer. —Miró a la señora Twyla. Esto le haría daño, y lo lamentaba—. Elijan.

    Desde mi punto de vista falto un guion antes de "una manda..."
    —Hay dos manadas Montgomery, —dijo. —Una manada es la del Teniente Montgomery y Lizzy. La otra manada es la de ese Cyrus, su pareja, y sus dos cachorros. Aunque vinieron de la misma familia, ahora son manadas separadas, son adversarios. Eso significa que los otros miembros de la manada pueden ser leales a uno u otro, pero no a ambos. El resto de la familia ahora debe considerar lo que cada manada tiene que ofrecer. —Miró a la señora Twyla. Esto le haría daño, y lo lamentaba—. Elijan.

    En este solo es el espacio entre la y y a
    —Incluso si encontraras un lugar en el que pudieras costearte y trabajar para mantenerte a ti ya las chicas

    "—Incluso si encontraras un lugar en el que pudieras costearte y trabajar para mantenerte a ti y a las chicas..."

    Creo que en esta parte le faltaron "," para entenderle un poco mejor
    Simon se preguntó si Nadine había bebido ese tipo de veneno cuando era joven. Si lo había hecho, también dejó de beberlo.

    Creo quedaria mejor asi:
    "Simon se preguntó, si Nadine había bebido ese tipo de veneno, cuando era joven. Si lo había hecho, también dejó de beberlo."

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    1. Yo haría una pequeña corrección más en la frase que ha corregido Samantha:

      "—Incluso si encontraras un lugar en el que pudieras costearte y trabajar para mantenerte a ti y a las chicas..." Yo quitaría "en el" y dejaría solo "que pudieras costearte"

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    2. Si así queda mejor, gracias!!!

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  2. Este capitulo si estuvo bastante intenso, deben arreglar eso antes de que las niñas salgan mas afectadas, duele pero ese ultimátum era necesario para Sierra.

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  3. "Estuvo fuera mirando la puerta cerrada antes de darse cuenta de que Meg no le había dado la oportunidad de jugar el juego de molestar. Eso fue tan injusto, pero al menos había conseguido una galleta, una rascadita, un abrazo, y un par de lamidas.

    Podía vivir con ese tipo de injusticias."

    Amo a Simon hahaha ese tipo de injusticias, me encanta :)

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  4. Se dieron cuenta de que Simon ahora habla de SU MEG!!!!

    Simon es un protector por naturaleza, me encanta eso de él, siempre va a cuidar de los cachorros, sean de la especie que sean... y el tema de que pasen hambre es algo que él no soporta

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    1. Lo se SU MEG, me encanta, espero cada dia un poco mas del trabajo de ustedes y por ver como avanza esa hermosa relación de Meg y Simon

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  5. Sierra tendrá que elegir y esperemos que lo sepa hacer...

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  6. Hubiera sido mejor que Tess se lo comiera, quien le iba a reclamar a ella?? Me encanta, gracias.

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  7. Hola, a mi también me ha parecido un capítulo muy intenso. Jimmy acaba de llegar y ya esta generando problemas.

    También he encontrado un error, en un párrafo aparece “hiso” en vez de hizo. Os pongo el párrafo aquí abajo:

    Simon frunció el ceño. Eso no estaba bien. La Sierra y sus cachorras deberían de haber comido primero porque ella fue quien hiso...

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  8. Hola la frase: Eso. Llama al teniente Montgomery, le dijo a Vlad. La palabtra Eso en la frase no me acaba de sonar bien.
    Gracias por el capitulo.

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    1. Gracias, en realidad faltaría un Eso mismo, lo que se plantea es un acuerdo con lo que dice Nadine, creo que hay que reformular

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    2. Perdón lo leí mejor, en realidad viene colgado de la frase anterior

      Estupendo. Ahora tenían que lidiar con uno de los peluches explosivos, así como con...

      —Por todos los dioses, ¿qué te pasa? —gruñó Nadine mientras se volvía hacia la Sierra, apretando la mano en el mango del cuchillo.

      Le falta puntos suspensivos antes de Eso

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  9. Me encanta, muchas gracias por su trabajo. Ah y estoy de acuerdo con vosotras ese Jimmy es un problemon ...

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  10. retomando la lectura despues de 2 semanas...excelente capitulo!!!...mas claro imposible lo q le dijo Nadine a Sierra

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