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domingo, 10 de abril de 2016

Adelanto: Capítulo 25 Marked in Flesh - Anne Bishop


Capítulo 25




Windsday 20 de Juin


Los Wolfgard de Lakeside sabían cómo cazar juntos a los venados, y sabían cómo luchar juntos para defender el Courtyard, pero no sabían mucho sobre la caza de los bisontes hasta que trataron de detenerlos. Después de perseguir a uno de los becerros, la manada dejó en claro que este no era un animal que quisieran cazar a menos que tuvieran hambre y no tuvieran otra opción. De hecho, el único Lobo que realmente quería perseguir bisontes era Saltarín. El entusiasmo suicida del lobato fue una de las razones por las que Simon decidió enviar los cuatro bisontes restantes a Saltos de Talulah como un gesto de amistad a los Terráneos que actualmente vivían allí.

A diferencia de los Lobos, que no sabían cómo cazar bisontes, los bisontes sí sabían cómo defenderse de los Lobos. Pero no estaban preparados para un Oso Pardo vestido con una camiseta y pantalones vaqueros saltando hacia ellos y rugiéndoles, y cuando se enfrentaron a un pequeño tornado que corrió tras ellos, dejaron de luchar contra los esfuerzos de los Lobos para conducirlos a la camioneta.

Cansado y sediento, Simon observó  a Jerry Carguero llevarse los bisontes.
«Bien, ya está hecho,» dijo cuando Blair se unió a él.

Blair sacudió su pelaje.
«Boone Hawkgard dice que hay suficiente espacio en varios congeladores para almacenar la mitad de la carne del becerro que los Sanguinati derribaron. La otra mitad de la carne estará disponible ahora para todos nosotros, incluyendo a la manada humana.»

Simon suspiró.
«A Meg no le gustaron las hamburguesas de bisonte. Creo que a Ruthie o Merri Lee tampoco les gusta.»

«Sus parejas comieron lo que pusieron en sus platos. Podemos vender hamburguesas de bisonte y trozos de carne asada en La Carne no es Verde. Kowalski y Debany pueden comer ahí. Lo mismo el Capitán Burke y el Shady Burke si les permitimos entrar de nuevo.»

«Los humanos son otra manada que quiere comer de la tierra en el interior del Courtyard.» Simon se dirigió hacia el Establo Poni, donde Meg había visto el "Rodeo" desde un lugar seguro.

«Comen como Lobos y apilan cosas en números que compiten con los Crowgard en cualquier Courtyard.» Blair calló por un momento. «¿Cuántos humanos pueden vivir en esa manada? ¿Cuántos van a querer los suministros que entran a la Plaza Comercial? No podemos derribar más ciervos para alimentar otra manada. El rebaño no produciría suficiente descendencia para compensarlo.»

Podía aceptar que él pasara hambre algunos días. Pero no Sam. No Meg. No los otros Terráneos jóvenes del Courtyard.

«Nuestra manada humana ha sido sensata hasta ahora.» Por supuesto, el hambre podría expulsar sentido común. Pero eso era un problema eventual. Alimentos de todo tipo crecían en el Courtyard, y había un montón de carne, incluso si cosas como cerdo y ternera fueran escasos hasta que recibieran la próxima entrega de un asentamiento Terráneo que criara algunos de esos animales. ¡Y cómo los cachorros humanos bebían leche! Se había quedado sin leche para Sam, y Meg no tenía nada tampoco hasta que el camión de Nativos de la Tierra realizara la siguiente entrega. No podía pedir más de sus fuentes de costumbre, por lo que todos ellos tendrían que conformarse con un poco menos.

Salvo Sam y Meg.

«Voy al estanque» dijo Blair.

A él le gustaría hacer eso también, pero se dirigió hacia Meg cuando ella salió del Establo Poni, y Blair continuó sin él.

—Debes estar muerto de calor, — dijo Meg, excavando con los dedos por su pelaje.

Sí, lo estaba.

—¿Dónde va Blair?

Ese era uno de los trucos de Meg: hacer preguntas cuando no podía responder porque estaba en forma de Lobo.

Jester Coyotegard salió del establo, sonriendo.
—Él va a nadar.

Meg miró a Simon.
—¿No quieres ir a nadar?

Por supuesto que sí. Él estaba acalorado y su pelaje estaba lleno de polvo. Le dio una mirada esperanzada.

—No. No estoy acalorada, y no quiero hacer la danza chillona.

Simon suspiró. Ese día estaba lleno de decepciones.

—Te espero aquí, — dijo Meg.

—Lo que es conveniente, — agregó Jester—, ya que tu ropa se encuentran en la parte trasera del Bow de Meg.

Refunfuñando para sí mismo, Simon corrió al estanque. El agua fría sabía muy bien y se sentía aún mejor. Y ya que no había ninguna hembra humana cerca para sacar todos los chillidos de ello, cuando hubo remado lo suficiente como Lobo, cambió a su forma humana y disfrutó flotando sobre su espalda mientras que el agua fría jugaba sobre la piel calentada por el sol.



*****



Meg volvió a la silla plegable que Jester había dejado para ella. Tomó otro mazo de cartas proféticas que había traído para mostrarle al Coyote. Luego suspiró.

—Simon realmente quería tener bisontes.

—Tu visión y su deseo lo hicieron posible. — Jester reacomodó la otra silla y se sentó a su lado—. Eso trajo a los bisontes aquí, donde han hecho mucho bien. Los Terráneos de Saltos de Talulah están hablando con Ming Beargard y con el Steve Barquero porque la carne de bisonte es lo primero que los ha hecho felices desde que llegaron a las cataratas para controlar a los humanos. Henry, Elliot, Vlad, y Nyx han ido a Saltos de Talulah con el Jerry Carguero para entregar los bisontes del Courtyard, y el Steve Barquero y Ming van a unirse a ellos para una reunión con los líderes Terráneos y algunos humanos.

—¿Cómo sabes quién va a estar en esa reunión?

—Tengo mis fuentes. — Jester le guiñó un ojo—. Creo que Saltos de Talulah estará bajo una nueva administración pronto. ¿No es la frase que los humanos usan? Así que enséñame ese mazo de cartas urbanas, que no son tan interesantes, y el mazo de la naturaleza, que me gusta. ¿Cuál es ese?

Atascada con la imagen de un cartel donde se podía leer: Bajo una nueva administración, colgado sobre la carretera rumbo a Saltos de Talulah, Meg se tomó un momento para procesar el cambio de tema de Jester.

—Es un mazo de imágenes de fantasía; criaturas imaginarias.

La sonrisa de Jester vaciló.
—¿Puedo ver las cartas?

Ella le entregó el mazo.
—Solo son cosas imaginarias. No sé cómo los Intuye las leen, pero no creo que vayan a ser útiles para las Casandra de sangre. ¿Por qué dirían una profecía acerca de algo que no existe?

Pensó en las cartas del perfil de las ciudades que había dejado de lado porque no creía que serían necesarias. Y mientras observaba las orejas de Jester cambiaron a Coyote, se veía piel surgiendo de su cuello y manos, mientras miraba a los dibujos. Dejó a la mayoría de las cartas caer en su regazo, pero algunas se las devolvió.

—¿Jester?

—¿Quién más sabe de estas cartas?

—No lo sé. Creo que Jesse Walker tiene los mismos mazos que me envió.

Jester dirigió una mirada a las cartas en la mano de ella.
—No le digas a nadie acerca de esas cartas. Debes mantenerlas. Aprenderlas. Pero no hablar de ellas con nadie más.

Meg estudió las cartas que alteraban a Jester. Las criaturas caminaban erguidas, pero eso era lo único que tenían en común con los humanos. Las cartas no tenían la intención de transmitir una forma mezclada de Terráneo. O si así fuera, no reconocía a los animales que estas criaturas habían absorbido.

Separadas del resto de las cartas, los dibujos la asustaban;  y hacían que la parte posterior de sus piernas cosquillearan.

—Prométeme que no le dirás a nadie sobre estas,— susurró Jester—. Ponlas con las cartas de la naturaleza y espera que nunca veas ninguna de ellas otra vez.

—Pero estas son sólo algo que alguien imaginó.

El cosquilleo se convirtió en un ardor cuando Jester dijo:
—O recordó.

Se dio cuenta de que el Coyote estaba temblando. Sus dedos se cerraron en las cartas en sus manos.

—Son de fantasía.

—No. No lo son.






Para: Erebus y Vladimir Sanguinati

El resto de Terráneos han dejado ya el Courtyard de Toland. Algunos de los Crowgard y Sanguinati permanecerán cerca de la estación de tren para vigilar y reportar cualquier actividad sospechosa o cualquier signo de que un número inusual de humanos estén abandonando la ciudad.

Yo y algunos de nuestros parientes vigilaremos los barcos que salgan de Toland por un tiempo más. Los Elementales se comprometieron a ayudar a mantener la vigilancia y nos advertirán cuando el sabor de la tormenta toque las playas y llene el aire de modo que nosotros, y otros Terráneos lo largo de la costa este de Thaisia, tengamos tiempo para movernos hacia el interior.


Stavros Sanguinati.




Reconociendo el poder superior de la raza humana, los Otros han abandonado el Courtyard de Toland, dándonos los acres que tanto necesitábamos para plantar cultivos y pasturas para a algunos animales domésticos. Algunas personas piensan que algunos acres no es una victoria significativa. Yo digo que es el primer paso en la adquisición de todas las tierras y los recursos que merecemos.

Nicholas Scratch, discurso en el ayuntamiento de Toland






Para: Greg O'Sullivan


Los humanos fueron indirectamente responsables de nuestra decisión de cerrar el Courtyard de Toland, pero no es exacto decir que los humanos nos obligaron a salir de la ciudad, como a Nicholas Scratch le gustaría que ustedes creyeran. Nos fuimos porque la conducta humana ha hecho que sea prudente para nosotros salir del peligro.

Stavros Sanguinati.






Para: Simon y Jackson Wolfgard.


Los Wolfgard en todo el Norte, Medio Oeste y Noroeste están aullando sobre bisontes muertos y dejados a pudrirse por segunda vez. Hemos perdido más bisontes de la manada de Pradera de Oro, y Tobias Walker informó que algunas cabezas de ganado han desaparecido del rancho. Él dice que esto se llama abigeato. Dado que no hemos encontrado cuernos o pezuñas que señalen que los Antiguos se comieron el ganado, pienso que Tobias Walker tiene razón, pero no sé cómo encontrar a los ladrones. Los lobos de Pradera de Oro velan, en busca de olores más allá de la ciudad que no pertenezcan a los humanos que conocemos. Tolya Sanguinati continúa vigilando Pradera de Oro, así como Bennett. Dice que hay una mala sensación en Bennett; venenosas sonrisas, y él piensa que algo va a suceder pronto.

Jesse Walker no dice nada, pero sigue comprando suministros adicionales para su almacén. Tolya está prestando dinero para hacer esto. Ella se frota su muñeca izquierda cuando piensa que nadie está mirando. Tobias dice que es una señal de problemas.

¿Meg o la cachorra Esperanza ha tenido picazón?

Joe Wolfgard


3 comentarios:

  1. Wuau cada vez se pone mas interesante, parece que vamos a conocer seres mitológicos, me encanta esta autora como nos da repuestas pero entreteje más preguntas y misterio 😃😄😀😊☺

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  2. Que estrés...gracias por las traducciones, pero corto se me hacen...

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    1. Sí. La verdad es que estos dos últimos capítulos estuvieron cortos. O, es que estamos muy ansiosas?

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