* * *
Para cuando me desperté, la luz
del sol de la tarde inundaba la sala de estar. Además del sofá verde a cuadros,
un par de sillones marrones de gran tamaño
y un sofá de dos plazas a juego, se ubicaban en un semicírculo frente a
la chimenea. En el centro, una alfombra de color marrón oscuro, cubría el
suelo, aportando suavidad para los pies y...otras partes del cuerpo.
Todo lo que quedaba del fuego
era carbones, ceniza y troncos medio quemados. El vino y los vasos esperaban;
una promesa para más adelante. No había sonidos emanando del resto de la casa,
pero moverse sin hacer ruido, era una segunda naturaleza para Valek. Lo llamé
por su nombre por si acaso. Ninguna respuesta.
Abrí mi mente a Kiki.
«¿Está todo bien? » pregunté.
«Tranquilo. Tiempo de siesta,»
dijo.
Si los caballos podían dormir,
entonces todo debería estar bien.
«¿Fantasma?»
«Afuera. Bosque.»
Mi hombro izquierdo y la parte
superior del pecho me dolían. Los músculos iban a doler por unos días. Me senté
y examiné la herida. Moretones púrpuras rodeados de un círculo rojo furioso.
Otra cicatriz para añadir a mi colección. Las dejé de contar después de la
tercera ¿o fue después de la cuarta herida? Estirándome con cuidado, probé mi
rango de movimiento. No estaba mal.
El frío se había metido en mis
huesos. Mi manta había caído al suelo. Una pasada por un baño caliente lo
arreglaría en poco tiempo.
Rígida por la sangre y el
veneno, mi camisa apestaba. Razón de más para bañarme. Pero primero una
comprobación rápida del resto de la casa. No tomaría mucho tiempo. Palmee mi
navaja, pero no abrí la cuchilla.
La planta baja consistía en una
sala de estar, cocina y baño. El salón se extendía por la mitad izquierda de la
casa de campo mientras que la cocina y el baño ocupaban la mitad derecha. El
hogar se encontraba en el medio de la casa para que todas las habitaciones
pudieran compartir el calor.
Me asomé a la cocina. Una capa
de polvo cubría la mesa y las sillas, pero el fregadero, la caja de
almacenamiento en frío y las jarras de agua habían sido limpiadas. Nada parecía
fuera de lugar.
La entrada del baño estaba a la
derecha de la chimenea. Sonreí. Valek había llenado el tanque grande de agua
cerca de la pared del fondo. Brasas brillaban debajo: uno de los beneficios de
contar con un suelo de piedra. Probé el agua con mi dedo. Casi perfecto.
Subí las escaleras hasta la
única habitación en el desván. Nuestra casa era demasiado pequeña para
compañía, otra excelente razón para poseerla.
Mi túnica de seda roja y ropa
limpia estaban extendidas sobre la cama enorme. Valek había estado ocupado. Me
resistí a la tentación de revisar debajo de la cama mientras me desnudaba.
Tendría que pedirle a mi prima Nutty que me arreglara otra camisa. A pesar de
algunas manchas de barro, todavía podía usar mis pantalones de lana negros. Me
puse la bata, -un regalo de Valek-. Pasando mis dedos sobre el suave material,
comprobé que todas mis sorpresas seguían en su lugar. Valek siempre incluía
armamento en mis regalos.
Lo cual me recordó algo. Saqué
las ganzúas, liberando mi largo pelo negro.
Después de un rápido vistazo
fuera, para comprobar si había signos de intrusos, volví al baño. El vapor
flotaba sobre la superficie del agua. Abrí la válvula y el líquido caliente se
precipitó en la bañera hundida. Apague el agua, orillé las brasas, colgué mi
bata en el gancho y me metí, me congratule y maravillé, hasta que sólo me quedó
la cabeza fuera del agua.
Me maravillé por unos cinco
minutos. Entonces la puerta chirrió y me abalancé sobre mi navaja.
—Lo siento, — dijo Valek. Se
apoyó en el marco de la puerta como si este le impidiera caer.
¿Había estado despierto toda la
noche?
—¿Encontraste algo?
—El se fue. No encontré nada
excepto aquellas huellas de botas. No hay duda de que es un asesino profesional
con habilidades mágicas. — Se frotó la barba del mentón—. Esa será la clave
para encontrarlo. No mucha gente tiene esa combinación de habilidades.
Probablemente ya sea alguien que despertó interés. Voy a tener que revisar mis
fuentes.
Me resistí a corregirlo. Lo que
él llamaba fuentes eran realmente espías Ixianos en Sitia, que como
Enlace, he estado tratando de impedir.
Ixia y Sitia no deberían espiarse mutuamente. En su lugar, tendrían que
construir una relación basada en la confianza y el respeto mutuos.
—A menos que sea un nuevo
asesino. Algún joven destacado.
Valek se enderezó.
—Es una posibilidad. Y si ese
es el caso, entonces eligió el blanco equivocado si quiere llegar a viejo.
—Después de encontrar a quién
lo contrató.
—Claro. ¿Alguna idea...? — Él
negó con la cabeza—. Deberíamos hacer una lista de quienes no quieren matarte,
amor. Sería más corta.
Debería ofenderme, pero en
realidad era una buena idea.
—No dejemos que arruine
nuestras vacaciones. Únete a mí.
Él vaciló, frunciendo el ceño.
Ay no. Malas noticias.
—Dime.
—Tengo que irme por la mañana.
—¿No por el ataque?
—No. El Comandante me ordenó
regresar antes de lo que había planeado. Ha sido muy paciente. He estado en
Sitia la mayor parte del año pasado y me dice que me necesitan para un asunto
urgente. Siento que tenemos que cortar nuestras vacaciones un par de días.
A pesar de la decepción que
latía, entendí su lealtad al Comandante. Y el Comandante había sido más que
generoso con el tiempo de Valek. Al trabajar con Opal y ayudar a detener al
clan Bloodrose, Valek había hecho más por Sitia que por Ixia.
No tenía sentido abatirme sobre
algo que no podía cambiar. Reprimiendo mi frustración por el límite de tiempo,
salpiqué a Valek.
—Ven mientras el agua este
caliente.
Él sonrió y se quitó la ropa.
Cicatrices entrecruzaban sus largos músculos magros, y una cicatriz en forma de
C desvanecida le marcaba el centro de su pecho. Incluso después de pasar
temporadas en Sitia, su piel seguía pálida, contrastando con su pelo negro
hasta los hombros.
—¿Te gusta lo que ves amor? —
Valek se metió en el agua.
—Has perdido peso.
Él resopló.
—Janco es un pésimo cocinero.
—¿Janco se enfadó cuando lo
abandonaste para venir aquí?
—Sí, pero es un farsante. Él
está más que listo para volver a Ixia. — Valek se instaló junto a mí—. ¿De
verdad quieres hablar de él ahora? — Su mirada calentaba con más ardor que el
agua.
—¿Quien?
—Exactamente. — Él pasó el
pulgar por encima de mi herida—. ¿Duele?
—No. — Su toque alejaba el frío
mientras un fuego encendía mi corazón.
Cerró la distancia entre
nosotros y nuestros labios se encontraron. Otra ventaja de los pisos de piedra:
no había que preocuparse por el daño del agua.
* * *
La luz del sol de la mañana y
unos escalofríos me despertaron a la mañana siguiente. Los recuerdos de la
noche anterior me inundaron y me quedé en la cama disfrutando de ellos.
Habíamos ido de la bañera a la sala de estar, bebido el vino, probamos la
suavidad de la alfombra, y luego al dormitorio. Mis labios aún hormigueaban por
el beso de despedida de Valek antes del amanecer.
Otro escalofrío recorrió mi
piel. Temblando, me subí la manta hasta la barbilla. Todos mis huesos dolían
como si estuvieran encerrados en hielo. La inquietud se arremolinaba. Algo
estaba... raro. Incorrecto.
Sin previo aviso, una ola de
calor se estrelló contra mí. Tiré las mantas y me levante. El sudor corría,
empapando mi camisón mientras un mareo amenazaba con derribarme. Me hundí en el
suelo. El calor desapareció tan rápido como había llegado, pero el frío
regreso, filtrándose en mi piel,
congelando el sudor en una capa de hielo.
Antes de que pudiera tirar de
la manta, otro bochorno me consumió. Los recuerdos de pasar por el fuego para
entrar en el mundo del fuego subieron espontáneamente. El dolor abrasador de mi
carne ardiendo era demasiado familiar. Traté de apagarlo con mis brazos a pesar
de que sabía que mi piel no había sido incendiada.
El miedo recorrió como un
gusano a través de mi pecho. Tal vez no había expulsado todo el veneno.
Entre exhalaciones de aire, el
hielo extinguió el calor. Mis músculos se tensaron y estrecharon. Mis dientes
castañeteaban con fuerza suficiente para causar un dolor de cabeza. Me
acurruqué en una bola, con miedo de hacerme añicos como un carámbano cayendo al
suelo.
Cuando el fuego se encendió de
nuevo, me enderecé mientras formas de vapor se elevaron de mi piel. A
continuación, el frío me reclamó. Y siguió su camino de ida y vuelta, calor a
frío y calor de nuevo. Como si tuviera una fiebre súper rápida, lo que no me
daba tiempo a sacar energía para contrarrestarlo.
Tenía que soportar las olas.
Cada voltereta drenaba mi fuerza. Una de dos cosas tenía que suceder. O me
desmayaba o el ataque iba a parar. Había una tercera posibilidad, pero prefería
mantener una actitud positiva.
Después de horas...días...
semanas... las convulsiones cesaron. Al principio me preparé para el siguiente
ciclo. Pero a medida que pasaba el tiempo sin un ataque, poco a poco me relajé.
Sin energía para estar de pie, busqué a tientas el borde de la manta y tiré de
ella hacia abajo, cubriéndome. En este punto, incluso el piso duro no me podía
impedir caer dormida.
* * *
La oscuridad me saludó cuando
me desperté. Cada músculo dolía como si hubiera corrido hasta aquí desde la
Ciudadela. Mi garganta seca quemaba y mi estómago dolía. Necesitaba agua,
comida y un baño. Pero primero, tenía que asegurarme de que no tendría otro
ataque. ¿El veneno había seguido su curso? ¿O estaba todavía dentro de mí?
Había una forma de averiguarlo.
Respiré profundo y busque la
manta de poder. No pasó nada. Trate de nuevo, me concentré en tirar de un hilo
de la magia.
Nada.
El miedo subió hasta mi
garganta. Tragué, decidida a no entrar en pánico.
Abrí mi mente a Kiki.
«¿Qué está pasando?»
Ninguna respuesta. Ni siquiera
imágenes.
Aire yermo me rodeaba.
Mi magia había desaparecido.
Gracias, me encanta esta escritora y no sabía que había un libro que continuará la historia, solo conocía las dos triologias...
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ResponderEliminarMuchas gracias por su trabajo,intrigada por esta nueva historia :)
ResponderEliminarMuchísimas Gracias :)
ResponderEliminarGracias siempre traducen los mejores libros👍👍👍👍🙌🙌
ResponderEliminarGracias, esperando con ansias toda la traducción
ResponderEliminarGracias!!! Ya espero la traduccion completa
ResponderEliminarLa espera se me está haciendo infinita...Valek te extraño!!!
ResponderEliminarson geniales!!
ResponderEliminargracias :)