CAPÍTULO 15
Ilya
Sunsday, 13 de Juin
Ilya
Sanguinati caminó hacia el nivel más bajo de la cubierta del Albergue y miró
hacia el lago. ¿Había cometido un error al permitir que Victoria DeVine
restaurara algunos de los edificios en El
Jumble? Si los Terráneos hubieran impedido a cualquier humano asumir los
deberes consuetudinarios del custodio por una generación humana más, el acuerdo
que los Sanguinati hicieron con Honoria Dane y sus herederos designados hace
tantos años, habría sido considerado nulo e inválido, y los edificios podrían haber sido reclamados
como parte del asentamiento Terráneo. A los humanos se les podría haber negado
todo acceso al Lago Silencie excepto el extremo sur, que, según el acuerdo con
los primeros humanos que quisieron establecerse cerca del lago, era accesible
para los humanos sólo mientras Sproing permaneciera como un pueblo humano
viable.
Pero
perder Sproing como un pueblo viable significaría perder el fácil acceso a la
presa preferida de los Sanguinati. Habían cazado con éxito desde las sombras
desde la fundación del pueblo, convirtiéndose más en un cuento popular que
producía un delicioso escalofrío que una amenaza real. Los humanos que vivían y
visitaban Sproing se creían a salvo de esos depredadores, incluso cuando los
depredadores se sentaban entre sus presas y se convertían en los seductores que
se entretejían en un tipo diferente de cuento.
—La
Victoria te preocupa.
Ilya
esperó hasta que Natasha, su pareja potencial, se parara a su lado antes de
contestar.
—Ella
no es lo que esperaba. —A través de los informantes que los Sanguinati
mantenían en el pueblo, había seguido cada paso del progreso de Victoria con
las renovaciones para poder tranquilizar a los Terráneos que temían sobre si
esta humana se comportaría honorablemente. También había tenido cuidado de
mantener la distancia, hasta que el Cuervo llegó volando a través del lago en
busca de ayuda porque los humanos habían ido a El Jumble y se habían llevado a la señora Vicki.
Tal
vez mantener su distancia fue otro error. Los informantes habían sido menos comunicativos
de lo habitual, dejándolo sin estar preparado para tratar con un ser humano
emocionalmente ajeno a su experiencia.
—Podrías
haberte alimentado con ella hoy, —dijo Natasha—. El resto de nosotros pudo
verlo, sentirlo. Ella lee historias sobre besos de vampiro y te habría dado su
sangre voluntariamente.
El
asintió. No tenía sentido negar lo que incluso el oficial Grimshaw lo percibió
cuando el oficial intentó impedir que Victoria se moviera hacia él.
—Pude
haberme alimentado de ella, pero solo una vez. Entonces la confianza incipiente
se habría roto con cualquier fantasía que tuviera sobre nuestra especie, y se
habría escapado de cualquier oferta de ayuda nuestra. No más fluir por los límites.
Con Victoria como custodia, rompiendo la conexión que la familia Dane tenía con
la tierra, El Jumble podría volver a
ser un asentamiento Terráneo funcional, pero necesitamos el acceso directo a
ella para enfrentar esta posible amenaza. —Vaciló, y luego agregó—: Algo dentro
de ella está herido.
—No
noté ningún daño. No se movía como si estuviera herida.
—No en
el cuerpo. Ésta herida no era evidente, al menos no para nosotros. Pero el
detective que estaba en el banco con ella sabía que la herida estaba allí y supo
cómo abrirla de nuevo.
—Entonces
es vulnerable al ataque.
—Sí. Y
como cualquier otro animal, esconderá la herida siempre que sea posible para
evitar ser atacada por un depredador. —Pero esconder una herida no era lo mismo
que curarla. ¿Habría algo que ellos pudieran hacer para ayudar a Victoria a
sanar? Su plan para resembrar Sproing con humanos de la elección de los
Sanguinati dependía de que El Jumble se
restaurara y proporcionara otra fuente de presas transitorias. Y la
restauración de El Jumble dependía de
que los Antiguos toleraran al custodio designado. Hasta ahora estaban
demostrando algo más que tolerancia hacia Victoria, y la advertencia debería
ser lo suficientemente clara como para que incluso los humanos la entendieran.
—Tal
vez deberíamos ver algunos de esos dramas de policías para descubrir cómo los
humanos piensan que los abogados deberían actuar, —dijo Natasha mientras
regresaban a la cabaña.
—Tal
vez. —Nunca había estado dentro de un tribunal para defender a alguien o
discutir un caso. Se especializó en arrendamientos de terrenos y edificios, y
sus clientes siempre fueron Terráneos. Hasta ahora.
Victoria
DeVine no había sido herida durante todos estos meses mientras estuvo
restaurando El Jumble, pero estaba
herida ahora. ¿Qué se suponía que debía hacer al respecto? Sus informantes no
proporcionaron ninguna información ni dieron ninguna advertencia. Quizás eso
era tan simple como la lealtad a un amigo, pero significaba que no podía
depender de ellos en lo que a Victoria se refería. Él necesitaba otra fuente de
información.
—Me
reuniré contigo pronto, —le dijo a Natasha. Luego entró a la habitación que
servía como oficina para todos ellos, descolgó el teléfono y marcó el número de
un Sanguinati que tenía acceso a otros recursos—. ¿Vlad? Soy Ilya. Necesito
comprender las heridas que afectan la mente y las emociones humanas. ¿Podría la
manada femenina del Courtyard de Lakeside ayudarme con eso?
Me muero!!! Aparece Blad!!! Y la manada femenina del courtyard....que emoción...gracias chicas
ResponderEliminardeseo que ya sea miércoles para saber como sigue! Gracias
ResponderEliminarSiiiii! Aparecerá la manada femenina? Quiero saber que es de ellos despues de un año que ha pasado en el libro
ResponderEliminarSiiii!! La manada femenina por fin aparece. Si alguna viaja para ajudar a Vicki me muero.
ResponderEliminarSiii por fin quiero mas espere mucho tiempo por este libro
ResponderEliminarGracias por la traduccion
ResponderEliminarSiii vlad!!
ResponderEliminarMe esta encantando el libro
Gracias por la traduccion