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lunes, 19 de marzo de 2018

Adelanto: Capítulo 13 - Lake Silence - Anne Bishop




CAPÍTULO 13



Grimshaw

Sunsday, 13 de Juin

Grimshaw condujo lentamente hacia la carretera principal, escuchando cómo los neumáticos crujían en la grava, escuchando el extraño y terrible silencio que generalmente implicaba la presencia de Antiguos. Se detuvo cuando Julian se acercó al automóvil.

—¿Hay alguien aquí que pueda llevar al oficial Osgood a la estación de policía?—Preguntó Grimshaw. Había dejado la escena del crimen sin asegurar, dejó un cuerpo desatendido aún sabiendo que había depredadores en el área. Pero esta no era una ciudad humana o incluso un lugar humano, y ahora la necesidad de precaución -y el deseo de no convertirse en el próximo cadáver- anuló el protocolo básico de investigación.

Además, quería sacar al policía de allí antes de que alguien le contara a Swinn sobre las bajas de su equipo.

Julian apoyó un brazo en la puerta del patrullero, inclinándose para hablar en voz baja.
—Los bomberos sacaron al conductor del auto. Los técnicos de emergencias médicas lo tienen y están en camino al hospital Bristol. Estoy bastante seguro de que estará muerto al llegar. —Saludó a un hombre vestido con una camisa blanca y un abrigo deportivo, sosteniendo una bolsa médica—. Habla con el Doc sobre ese viaje.

Julian dio un paso atrás para darle espacio a Grimshaw para que abriera la puerta y saliera del patrullero.

—¿Doc? —Grimshaw dijo. El hombre parecía demasiado joven para tener su propia consulta, incluso en una ciudad pequeña. Al menos, eso hubiera sido cierto hace un año atrás. Ahora, cualquier doctor que estuviera dispuesto a practicar en una comunidad pequeña como Sproing era bienvenido con los brazos abiertos, y con solo un control superficial de sus credenciales.

—Steven Wallace. Socio menor en la oficina médica en Sproing.

Se dieron la mano. Entonces, Grimshaw hizo un gesto con un dedo a Osgood, quien de mala gana bajó del patrullero y le dijo a Wallace:

—Si te diriges de regreso al pueblo, ¿podrías darle un chequeo al oficial Osgood, asegurarte de que está bien?

—Estoy bien, —protestó Osgood, todavía con un aspecto enfermizo y pálido.

—Entonces entrarás y saldrás y puedes esperarme en la estación de policía. Atiende los teléfonos hasta que vuelva. ¿Harías eso?

—Sí señor.

Wallace señaló un vehículo estacionado detrás del coche fúnebre.
—El de allí es mi auto.

Grimshaw esperó hasta que Osgood llegó al automóvil.
—¿Doc? ¿Eres el médico forense?

—Más o menos. Determino la causa de la muerte entre los residentes de Sproing, así como entre las familias que dirigen las granjas y los viñedos por toda esta zona, pero si hay una investigación criminal o si parece ser una muerte sospechosa, se lleva el cuerpo a Bristol para la autopsia.

Es lo que pensó, pero esperaba un poco de margen de maniobra.
—Hay otro cuerpo cerca de la casa principal. ¿Hay algún lugar en el pueblo donde puedas echarle un vistazo y darme una idea de la causa de la muerte?

Wallace se tomó su tiempo para responder.
—Podemos llevar el cuerpo a la funeraria, que también sirve como nuestra morgue, y examinarlo allí. —Sus labios se curvaron en una sonrisa sombría—. Ciudad pequeña, pequeño presupuesto. El coche fúnebre se usa para transportar cuerpos. Ya tienen al hombre que murió en el auto.

Grimshaw miró a los dos hombres sentados en el frente del coche fúnebre, esperando instrucciones. Luego oyó un tintineo y se volvió al mismo tiempo que Julian dijo:
—Tenemos compañía.

Dos hombres caminaban por la carretera desde la dirección de la casa principal. El de pelo oscuro era un hombre grande que vestía pantalones vaqueros y una camiseta sin mangas, y tenía demasiado pelo para usar una camiseta como esa. El otro no era tan musculoso y tenía cabello y ojos dorados, pero Grimshaw tuvo una impresión de velocidad y poder que fácilmente podía equiparar a la fuerza del otro.

¿De dónde vinieron? Grimshaw se preguntó, dando un paso hacia ellos.
—¿Algo que pueda hacer por ustedes caballeros?

Lo ignoraron y miraron los árboles a ambos lados de la carretera. Al encontrar dos que les convinieron, el hombre más delgado cerró con candado dos rollos de cadena alrededor de los árboles. Luego desenrollaron la cadena que el hombre grande había llevado sobre un hombro. Sencillos ganchos en cada extremo se deslizaban a través de eslabones en las cadenas con candado. Unido a la mitad de la larga cadena que ahora bloquea el camino de acceso había una tabla de madera con las palabras:

PROPEDAD PRIBADA NO PAZAR.

—¿Saben que esto es propiedad de la Sra. DeVine? — Preguntó. Estaban a ambos lados de la carretera, al lado de los árboles.

—Somos los jardineros y la seguridad, —dijo el musculoso.

¿Vicki DeVine tenía jardineros y seguridad antes de hoy? ¿O se enteraría sobre sus nuevos empleados cuando regresara de Albergue Silence?

—¿Su nombre, señor? — Demasiados civiles y no suficientes armas, incluso si se atreviera a sacar un arma.

—Conan Beargard.

Ay dioses. Eso explicaba la constitución y el cabello. Grimshaw miró al otro hombre.

—Robert Panthera.

Grimshaw apostaría la paga de un mes que el nombre era un alias.
—¿La gente te llama Robert?

—Llámame Cougar[1]. —Una mano abofeteó el árbol. Pero en esos segundos de movimiento, la mano cambió, así que lo que abofeteó al árbol fue una gran pata de pelaje dorado con serias garras.

Eso explicaba quién había usado un árbol cerca de la casa principal como un poste rascador. ¿También explicaba las piernas destrozadas del detective Chesnik? ¿O algo más grande había hecho ese daño?

—Hay un cuerpo cerca de la casa principal. Necesitamos recuperarlo. Le prometí a Ilya Sanguinati que lo sacaría antes de que la Sra. DeVine regrese a casa.

—Lo sabemos, —dijo Cougar—. Puedes tomar la carne.

—Deberías decirle a ese humano Swinn que él y sus compañeros de manada no son bienvenidos aquí, —gruñó Conan Beargard.

—Se lo diré. —Swinn se volvería loco cuando recibiera el mensaje—. Subiremos a la casa principal, haremos nuestras cosas de policía y removeremos el cuerpo. Entonces nos pondremos en camino.

Dando la espalda a los dos Terráneos, miró a Julian.
—Considérate ayudante suplente.

—No.

—Tengo una oportunidad de reunir pruebas y mirar alrededor. Necesito otro par de ojos y alguien con mejores habilidades de investigación que yo.

—Dejé la fuerza, ¿recuerdas?

—Métete en el maldito auto, Julian. — Saludó a los hombres en el coche fúnebre—. Sígueme hasta la casa. —Miró a Wallace, que seguía mirando la peluda pata de Cougar—. ¿Doc? Nos encontraremos en la funeraria después de que le dé un chequeo al oficial Osgood.

Wallace se sacudió. Luego recuperó la compostura.
—Por supuesto. —Caminó hacia su auto.

Cougar desenganchó su lado de la cadena y cruzó la calle para pararse junto a Conan Beargard.

Grimshaw condujo lentamente, sin dar a ninguno de los depredadores que lo pudieran estar mirando una razón para atacar. Aparcó en la casa principal, abrió el baúl del patrullero y se dirigió a los hombres en el coche fúnebre.

—Denos unos minutos. Les dejaré saber cuándo puedan tomar el cuerpo.

—Hazlo rápido, ¿de acuerdo, Jefe? — Dijo el conductor.

—No soy el jefe.

—Eso no es lo que escuché.

Él se encargaría de eso más tarde.

Un alivio corrió a través de él cuando vio que Julian sacaba la cámara del maletero, junto con el kit para la escena del crimen.

—¿Sabes lo que estás haciendo? — Julian preguntó suavemente.

—Haciendo lo que puedo para proporcionarle a mi comandante las pruebas que pueda necesitar. —Por supuesto, la evidencia apuntaba a que los hombres de Swinn irrumpieron en una casa cuando les dijeron que no podían entrar sin una orden judicial. Pero ese sería el dolor de cabeza del capitán Hargreaves.

—Me refiero a tenerme involucrado. Swinn masticará ladrillos si descubre que reuní alguna evidencia.

Otra cosa con la que lidiaría más tarde.
—Bueno, él nunca tendrá la oportunidad de reunirlas por su cuenta, ¿no? Hagamos esto y salgamos de aquí.

Lo primero que notó cuando se acercó al retorcido cuerpo fue la corbata que ahora estaba parcialmente visible. Lo que significaba que alguien había jugueteado con el cadáver en los últimos minutos.

—Dioses encima y por debajo, —Julian exhaló. No dijo una palabra más, simplemente comenzó a tomar imágenes del cuerpo in situ.

Grimshaw miró a su alrededor, moviéndose en un círculo cada vez más amplio. Le resultaba inquietante que cualquier cosa lo suficientemente grande como para hacerle eso a un hombre adulto, también lograra no dejar huellas, ni rastro de ningún tipo de su presencia. Echó en la bolsa el revólver de servicio que Baker había dejado caer.

—Listo, —dijo Julian.

Grimshaw hizo un gesto a los hombres en el coche fúnebre. El hombre mayor, que había estado conduciendo, palideció cuando vio el cuerpo y se dio cuenta de lo que significaba "boca abajo, pies arriba". El más joven tropezó y se puso enfermo.

—Vamos a echar un vistazo atrás, —dijo Grimshaw—. Espera a que te escoltemos.

—¡Caw!

—¡Caw!

—¡Caw!

—¡Caw!

Los Crowgard no los siguieron hasta la parte trasera de la casa, pero no quedaron sin supervisión, no con el gran culo de un Halcón posado en uno de los árboles que le daba una vista clara del porche cubierto que atravesaba el detrás de la casa.

Sangre en el pasto. Mucha sangre

—Lo que sea que atacó debe haberle dado en una arteria, —dijo Julian mientras tomaba fotos.

Grimshaw notó algo que brillaba en la hierba. El señaló.
—Toma algunas fotos de eso antes de empacarlo.

Julian resopló mientras fotografiaba el juego de ganzúas.
—Malditos idiotas, tratando de irrumpir en este lugar.

Malditos era correcto. Incluso el bebé policía que no estaba físicamente herido se dañaría con la experiencia. Por lo menos, pasaría por muchas noches llenas de pesadillas.

Después de guardar las ganzúas, Grimshaw giró la manija de la puerta de pantalla.

—¡Wayne! —Julian exhaló la palabra.

La puerta se abrió, demostrando que Chesnik había abierto la puerta antes de que lo atacaran, demostrando que había roto las reglas de quedarse fuera de la casa de la Sra. DeVine.

—Alguien usó las ganzúas para abrir esta puerta, —dijo en voz alta—. Por lo que puedo ver aquí, el intruso no entró a la casa de la Sra. DeVine ni perturbó ninguna de sus pertenencias, pero le informaremos a su abogado sobre el intento de robo. —Comenzó a cerrar la puerta.

—¡Wayne!

Por el rabillo del ojo, Grimshaw vio a Julian caer al suelo. Se encogió de hombros y bajó la cabeza un momento antes de sentir la punta de la pluma de una ala sobre su espalda.

¿Un ataque abortado o una advertencia?

Sacudido, y sin atreverse a alcanzar la puerta de nuevo para cerrarla, él y Julian reunieron la evidencia y su equipo y se dirigieron al frente de la casa.

Grimshaw miró hacia atrás. El Halcón que habían visto todavía estaba en el árbol, mirándolos. El ataque o advertencia provenía de una dirección diferente.

Algo para recordar, ya que estaba seguro de que volvería a El Jumble antes de que esto terminara.



[1] Cougar: Puma, como es un nombre lo dejamos como el original (N. de T.)

2 comentarios:

  1. De quien sera la pluma..algun antiguo?se va poniendo cada vez mas interesante

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  2. Seguramente Julian vountariamente a fuerzas va a regresar a la policia

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