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lunes, 10 de abril de 2017

Adelanto: Capítulo 19 (segunda parte) Etched in Bone - Anne Bishop



Simon abrió la cerradura de la puerta principal de Aullidos, Buena Lectura y sacó la cabeza mientras Kowalski se acercaba a la tienda por segunda vez.

— ¿Estás buscando algo? —preguntó.

Kowalski sonrió y sacudió la cabeza.
—Estoy haciendo una patrulla a pie mientras que el Teniente Montgomery se ocupa de algunas cosas en la estación.

Marie Hawkgard había observado a Kowalski ver a otro policía remolcar el vehículo que había quedado en el estacionamiento de El Ciervo y la Liebre. Los Cuervos lo habían visto revisar el estacionamiento para clientes del Courtyard y probar la puerta de madera en la pared que dividía el lote para clientes del estacionamiento para empleados. El oficial de policía pareció complacido al encontrar la puerta cerrada con llave y había seguido caminando por el perímetro de la valla del Courtyard, cruzando la calle durante una pausa en el tráfico para regresar a la Calle Principal. Miró a todos los coches estacionados en la calle, luego condujo a los niños Denby, a Lizzy y a Ruthie hasta la esquina cuando llegó la hora de que subieran a la escuela para las clases de la mañana.

No estaba haciendo pis en los neumáticos o haciendo un buen olfateo, pero a su manera, Kowalski estaba marcando territorio. A la manera de pensar de los Terráneos, no había nada extraño en eso, excepto que nunca lo había hecho antes, y esta mañana parecía un extraño momento para comenzar.

— ¿Alguien vio algo en El Ciervo y la Liebre en la noche? —preguntó Kowalski.

— ¿Por qué?

—Había un vehículo abandonado en el lote. Podría haberse averiado y alguien lo dejó allí, o podría haber sido abandonado por alguien que causó un daño y se asustó. Dado que el Capitán Burke compró el negocio y el edificio, eché un buen vistazo, revise si había ventanas rotas u otras señales de que alguien hubiera intentado entrar. Botellas de licor robadas son fáciles de vender desde la parte trasera de una furgoneta.

Desconocía que el licor fuera lo suficientemente valioso como para robar. Por otra parte, lo más cerca que un Terráneo ha estado de consumir alcohol, era al comer una fruta que comenzaba a fermentar. O en el caso de los Sanguinati, bebiendo la sangre de alguien que hubiera consumido alcohol.

Con Burke siendo el propietario, El Ciervo y la Liebre pasaba a formar parte del territorio personal de la manada policial. Ahora tenía sentido que Kowalski estuviera husmeando.

—Te dejaré volver a trabajar, —dijo Kowalski.

Simon observó cómo el oficial de policía caminó hasta la esquina de la calle principal. Pero Kowalski no cruzó la calle hasta El Ciervo y la Liebre. Giró a la izquierda hacia la entrada de la calle principal del Courtyard, y hacia la Oficina del Enlace.

*****

—Malditos bastardos. —Al escuchar el correo de voz -otra vez- Jimmy terminó la llamada e intentó con otro número—. ¿Creen que pueden engañarme dejándome sin mi parte?

No hubo ningún alboroto en la noche. Ninguna sirena policial indicando que su pandilla fue sorprendida sacando carne de esa tienda. Todo debió haber salido tan fácil como escupir.

Pero nadie lo había llamado para decirle a qué hora debía reunirse con ellos para recoger su parte de la carne. Y nadie respondía a sus llamadas.

Tal vez habían perdido la paciencia y no hicieron el trabajo. Tal vez por eso no querían hablar con él. Era bastante fácil confirmarlo.

— ¿Adónde vas? —preguntó Sandee cuando se dirigió a la puerta.

—Fuera. Tengo negocios.

— ¿Qué clase de negocio? —se apresuró tras él, usando esas estúpidas zapatillas de tacón alto. ¿Qué clase de mujer llevaba una mierda así?

Antes de casarse con ella, solía pensar que cosas así la hacían parecer sexy. Pero eso fue cuando con sólo mirar su cuerpo se excitaba. Y lo que parecía atractivo durante un par de horas, se veía bastante estúpido cuando tenías que vivir con ello.

—Jimmy, los niños tienen hambre y no hay nada que comer, —dijo Sandee mientras se agarraba a su brazo.

La sacudió y salió, mirando a los apartamentos mientras caminaba hacia la Calle Principal. CJ ya se había ido. No podía saber si Denby o su perra esposa seguían adentro. Uno de los policías estaba en el porche, bebiendo de una de esas tazas que todo el mundo debía comprar en la cafetería en lugar de pagar un extra por una taza desechable. No estaba vestido para trabajar todavía.

Jimmy alzó una mano a modo de saludo. El cabrón se quedó mirando.

*****

—Toma, —Merri Lee sostuvo una de las tazas para llevar de Un Pequeño Bocado—. Nadine le enseñó a Tess cómo hacer un mocha helado, y me ofrecí para tomar un descanso rápido y traerte uno para que lo pruebes.

— ¿Quién se ocupa de la librería? —preguntó Meg, tomando la taza.

—Vlad está allí ahora. —Merri Lee vaciló—. Hay algo extraño en el cierre de la Plaza Comercial. Normalmente, Vlad se quejaría un poco de que yo tomara un descanso antes de lo habitual -aunque creo que lo hace porque piensa que un empleador humano lo haría- pero cuando le dije que me iba a verte, me dirigió esa extraña mirada, como si estuviera tratando de decidir si yo sabía algo. Lo que me hizo pensar que hay algo que saber.

—Karl está patrullando a pie, —dijo Meg. Tomó un sorbo del moca helado—. Hum, esto es bueno.

Merri Lee asintió con la cabeza.
—Frío y con cafeína. Definitivamente un premio en este calor.

—Karl nunca ha patrullado de esa manera antes. Y sigue revisando la Plaza Comercial, pero la ley humana no se aplica en el Courtyard.

—Michael está de guardia. Se supone que debemos hacer nuestro trabajo como lo hacemos normalmente, pero creo que el Teniente Montgomery está esperando que ocurra algo.

Meg dejó la taza y sacó el cuaderno de las cartas proféticas.
— ¿Tal vez esto?

Merri Lee estudió la página con las notas más recientes.
—Lo que predices es inquietante, pero creo que realmente estás sintonizando con las cartas. Esto se parece más a las imágenes que aportabas antes al revelar una profecía.

— ¿Sí? —Meg miró sus notas con sorpresa.

—Por supuesto. Incluso las has agrupado. Si yo fuera a hacer una de nuestras cartas de historias basadas en estas imágenes, pondría que hubo una muerte y se llamó a la policía, lo que terminó con alguien que directo a la cárcel.

—Lo que es bueno.

—Sí, — Merri Lee concordó—. Pero algo acerca de la persona que va a la cárcel va a crear peligro. Y debido al peligro, tú -porque es a quien verías en un espejo- vas a estar en un bosque por alguna razón y encontraras una tumba. —Ella frunció el ceño ante las notas—. ¿Qué le vas a decir a Simon o a Henry?

—No hay nada que decir.

Merri Lee tocó la palabra "peligro" con el dedo.

—Eso no es aplicable hasta que ocurra el primer conjunto de imágenes, —argumentó Meg. Pero miró a Merri Lee y supo que su amiga también estaba pensando en la Plaza Comercial cerrada y en Kowalski patrullando el área alrededor del distrito de negocios del Courtyard.

Volvió a colocar el cuaderno en el cajón.
—Si algo sucede y Vlad o Henry, o cualquier otro, necesitaran saberlo, entonces una de nosotras les dirá.

Merri Lee parecía que quería discutir, pero asintió y dijo:
—Será mejor que vuelva. Si escucho algo, te lo haré saber.

Meg asintió con la cabeza.
—Haré lo mismo.

Después de que Merri Lee volviera a trabajar, Meg pasó la siguiente hora esperando las entregas, esperando el correo, esperando algo que hacer para no preocuparse mientras esperaba lo que iba a suceder.

*****

Había terminado de esperar a que los mierda llamaran y le dijera dónde encontrarlos por su parte del lote.

Jimmy se sentó en Un Pequeño Bocado, bebiendo café e inquieto por la falta de servicio de calidad que se encontraba en Lakeside. Si todavía estuviera en Toland y hubiera montado un trabajo como ése, su pandilla no habría intentado dejarlo de lado. Después de todo, había concertado el trato, y si creían que su hermano policía era un tanto corrupto y suficientemente bajo su control para que pudieran tener un accidente la próxima vez que estuvieran en la cárcel, tanto mejor. Pero él no había estado cerca de Lakeside el tiempo suficiente para tener un contacto, y CJ no estaba trabajando mucho en nada que no involucrara a los monstruos, así que no era conocido por los ciudadanos más emprendedores de la ciudad.

Jimmy se sentó y se angustió, no queriendo volver al apartamento y escuchar a la perra de Sandee gimoteando, junto con los mocosos, que no había nada que hacer. Mierda, Fanny estaba tan aburrida que quería ir con Lizzy a esa habitación que todo el mundo fingía creerse que era una escuela real. Pero si a Fanny se le permitía ir, entonces Clarence querría ir porque no querría ser excluido, y Clarence más que Fanny había sido prohibido en el Courtyard. Como si esos monstruos tuvieran derecho a prohibirle a un ser humano real alguna cosa. Pero no podía decir una mierda así, no desde que cayó el movimiento Humanos Primeros y Últimos.

Se sentó y se mantuvo ansioso hasta que los caballetes fueron quitados de los arcos y la Plaza Comercial estuvo otra vez abierta para los negocios. Luego se dirigió a la carnicería.

La vitrina estaba muy limpia, incluso su madre no encontraría ningún defecto. También estaba completamente vacía.

—Buenos días, —dijo Jimmy cuando el monstruo de plumas marrones salió del frigorífico—. Yo esperaba conseguir un par de rebanadas de ese pastel de carne. A los niños les gustó mucho.

—No tengo nada, —replicó el macho—. Nos limpiaron anoche.

Así que esos bastardos habían logrado hacer el trabajo.

Jimmy puso su expresión de "qué mala suerte".
—Qué barbaridad. Pero, realmente, ¿no tienes nada? No quiero insistir pero...los pequeños.

El macho sacudió la cabeza.

Furioso pero sabiendo que no debía mostrarlo, Jimmy se dirigió a la puerta. Cuando alcanzó el mango, el macho dijo:
—Espera.

Volvió a la vitrina. El macho no parecía feliz y seguía mirando a la puerta, como si necesitara asegurarse de que nadie lo viera.

—Después de que eso sucedió, una entrega de carne especial llegó. No lo vendemos generalmente a los humanos, pero necesitas llevar algo para tu pareja y críos, ¿no? Tengo una pieza sobrante, parte de una pata delantera. Debe ser suficiente para alimentar a los cuatro.

— ¿Cuánto? —preguntó Jimmy.

—Diez dólares.

Pensó en tratar de negociar por un precio mejor, pero se dio cuenta de que era inútil. Si esa era la única pieza de carne disponible, el macho podía venderla por el doble de ese precio a la siguiente persona que entrara en la tienda. Lo que significaba que Jimmy podría venderlo por lo menos por lo mismo fuera del Courtyard.

—Vendido.

—Siendo la última pieza, ya está envuelta, —dijo el macho. Volvió en menos de un minuto con lo que parecía un largo asado envuelto en pesado papel de carnicero y atado con cuerdas.

Jimmy miró el paquete.
— ¿Estás seguro de que hay suficiente carne en eso?

—Mucha. Carne magra también. Casi ninguna grasa.

Jimmy pagó por el asado y salió de la tienda, sintiéndose triunfante de que nadie más tendría carne esta noche. No esa perra de Eva Denby o las perras que estaban durmiendo con los policías. Tal vez sería un hijo generoso e invitaría a su madre a cenar. Tal vez podría hablar con ella para que cocinara así la carne no terminaría recocida o demasiado difícil de masticar.

Viendo a Kowalski caminando hacia él, levantó el asado en triunfo.
—Llegas muy tarde. Compré el último trozo de carne especial.

Tuvo el suficiente tiempo para registrar la bizarra mirada de locura en los ojos de Kowalski. Luego estuvo en el suelo, luchando mientras Kowalski le llevaba los brazos a la espalda y lo esposaba. Entonces Kowalski dio un paso atrás, sin intentar detenerlo más.

— ¡Jodido! —Gritó Jimmy mientras rodaba a su lado—. ¡Esto es acoso! Esto es... ¡Tendré tu insignia por esto! ¡Voy a tener tu culo por esto!

Una chica de ojos oscuros y cabello largo y negro se apresuró a salir de una tienda cercana, llevando nada más que una funda blanca.

— ¡Oficial Karl! —Dijo cuando llegó a Kowalski—. ¿Qué está pasando? ¿Necesitas ayuda? ¿Debería picarle esos ojos hasta sacarlos?

Jimmy dejó de golpear como si estuviera indefenso y se sentó. ¿Picarle sus ojos hasta sacarlos? ¿Qué clase de mierda era eso?

—No, gracias, Jenni, —respondió Kowalski, sonando demasiado tranquilo cuando sus ojos todavía tenían esa mirada enloquecida. Lo tengo bajo control. Pero, ¿podrías pedirle al oficial Michael que me traiga una gran bolsa de pruebas y luego llame a un patrullero? Dile que lo necesitamos lo antes posible.

Se sacó la funda por su cabeza y la dejó caer. Cuerpo bonito, Jimmy pensó, momentáneamente distraído del loco policía. Bonita y desnuda y... Vio plumas suaves cubriendo su coño en vez de pelo normal. Ver su cambio a un Cuervo grande y volar lo asustó aún más.

No sabía cuánto tiempo permaneció sentado en el suelo. Se sintió como una eternidad, pero no podría haber sido más de un minuto o dos antes de que Debany llegara corriendo y dijera que un patrullero estaba en el camino, antes de Kowalski y Debany lo levantaran  y colocaran cuidadosamente el asado en una bolsa de pruebas.

Prueba su culo. Esto era intimidación. Eso es lo que era. Lo encerarían; CJ lo liberaría porque no había hecho nada malo; Y esos dos policías bastardos "perderían" la evidencia hasta que terminara cocinada en su cena.

Lleno de cólera justa que iba a volcarla contra el bastardo del Capitán Burke y de CJ, no se resistió cuando Kowalski lo puso en el patrullero que entró en el área de entrega, y luego se metió en el frente con un oficial llamado Hilborn. No, él no se resistió porque llevaría todo esto hasta la oficina del alcalde si tuviera que hacerlo... y lo haría antes de que los raspones y magulladuras causados ​​por Kowalski al golpearlo al suelo comenzaran a descolorarse. Sí, llevaría esto a la cima, y ​​cuando terminara, no tendría que pagar por un solo bocado de comida para el resto de su estancia en Lakeside.

*****

Meg observó el patrullero salir a la Calle Principal con el hermano del Teniente Montgomery en la parte de atrás. Ser llevado a la estación no era lo mismo que ser arrestado. Pero dado un número limitado de imágenes que podrían usarse para transmitir una visión, ¿las cartas proféticas harían tal distinción? ¿O era suficiente que alguien fuera a la cárcel, aunque la estancia fuera temporal?

Si ese era el caso, si esta era la primera parte de lo que las cartas habían revelado, también había habido una muerte. ¿De quién fue la muerte?

Miró a Nathan, que la observaba con una intensidad que la hacía sentirse pequeña y sabrosa, y se alegró de ser profeta de la sangre, porque la hacía incomible.

Ese pensamiento la inquietó... y dejó un poco mareada.

— ¿Sabes lo que está pasando? —le preguntó a Nathan.

No respondió, ni siquiera lo intentó. Pero parecía contento de que Cyrus Montgomery fuera llevado esposado, y Meg se preguntó si lo que le agradaba a Nathan era la razón por la que Simon la había evitado desde la noche anterior.




8 comentarios:

  1. Corrección
    "Miró a todos los coches estacionados en la calle," --> "Miró todos los coches estacionados en la calle", sin preposición

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  2. Corrección
    "Había terminado de esperar a que [esperar que] los mierda [lo] llamaran y le dijera [dijeran] dónde encontrarlos por su parte del lote."

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  3. "Prueba [,] su culo. Esto era intimidación. Eso es lo que era. Lo encerarían [encerrarían]"

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  4. "al golpearlo al [golpearlo contra el] suelo comenzaran a descolorarse"

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  5. wow...aunq ya sabia q lo iban a arrestar pero me impresiona kowalski...se puso salvaje o.O ....

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    1. Yo pensé que la iba a librar otra vez, pero por fiiinnnn ya lo atraparon

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