Capítulo 39
Watersday
23 de Juin
Con la
excepción de Meg Corbyn, todos los humanos que residían actualmente en el
Courtyard habían pasado la noche en otro lugar, aunque ese otro lugar estaba en
justo al otro lado de la calle. Merri Lee se había quedado con Ruth y Kowalski;
Nadine Fallacaro había dormido en el sofá de los Denby, mientras que Chris
Fallacaro se había acostado en un saco de dormir prestado; y él y Lizzy se
habían quedado en la mitad del dúplex del Capitán Burke que había estado
ocupado anteriormente por los Denby.
Burke le aseguró
que podía hacer uso de esa parte del dúplex como residencia temporal o incluso
alquilarla si quería quedarse ahí en lugar de permanecer en el monoambiente del
Courtyard o aguantarse en el apartamento de un dormitorio que había alquilado
ni bien llegó a Lakeside. Aunque la oferta era generosa -y Monty no tenía
ninguna duda de que Burke respetaría su vida privada-, no podía contar con
horas de trabajo regulares, sobre todo ahora, y terminaría dejando a Lizzy con
Eva Denby o Ruth Stuart de todos modos. Era más fácil para todos tener a Lizzy
al otro lado de la calle de sus cuidadoras y compañeros de juego.
Y a pesar del
malestar de ayer, el Courtyard era aún el lugar más protegido en la ciudad.
Había tantas
cosas que le gustaría discutir con Burke... y nada de eso se podría decir con
su hija de 7 años y Oso Grr sentados en
el asiento trasero.
—¿Papi?
Monty miró por
encima del hombro.
—¿Si, pequeña Lizzy?
—¿Realmente no
podemos ver televisión o películas hoy?
—La Madre
Corte dictó sentencia. No hay películas o programas de televisión por toda una
semana.
—Pero ni Oso
Grr ni yo hicimos nada malo.
—Fueron
cómplices. — Él vio a los labios de Burke contraerse.
Lizzy deliberó
con Oso Grr. Oso Boo, el anterior peluche de Lizzy, era un compañero
incondicional. Oso Grr, cuya cabeza y patas de madera fueron talladas por Henry
Beargard, parecía más como una conciencia, menos inclinado a estar de acuerdo
con las "malicias graciosas", y mucho menos aún con la maldad pura y
simple.
Pero Oso Grr
no podía disuadir todos los malos comportamientos, especialmente cuando se
iniciaban por otra persona.
Monty
sospechaba que, de ahora en adelante, los dientes de Nathan Wolfgard
resultarían ser un elemento disuasorio más eficaz en ese sentido.
Lizzy intentó
de nuevo.
—Oso Grr
piensa que tal vez no tenga que ser toda una semana, si nos comportamos ¿Si?
—¿La Madre
Corte mostraría indulgencia? — Burke preguntó en voz tan baja que la pregunta
no llegó al asiento trasero.
—No en mi
experiencia, — murmuró Monty. Hasta ayer cuando la vio en el modo "madre -
enojada", había pensado en Eva Denby como una mujer práctica, enérgica,
amable. La noche anterior consideró lo que sucedería a cualquier recurso de
piedad una vez que Eva se asociara con su madre, Twyla.
Dioses. Si
todavía fuera un niño, le daría a Pete Denby la mitad de su asignación cada mes
para que fuera su abogado.
Monty giró la
cara para ocultar su sonrisa.
—¿Papi?
—No sé, Lizzy.
Nunca me he encontrado antes con esta Juez en particular.
—Ah.
La discusión
iluminó el estado de ánimo en el coche hasta que Monty dejó a Lizzy en el
apartamento de los Denby, y él y Burke manejaron hasta la estación de la calle
Chestnut.
—No pensé en
ello anoche, — dijo Burke—. ¿Había algo en la cocina para el desayuno?
—En realidad
no, pero Eva dijo que Lizzy podía desayunar con Sarah y Robert. — Y él daría la
bienvenida a una taza grande de café, incluso el que servían en la cafetería de
la estación—. ¿Ha oído algo a través de sus informantes?
Burke no habló
durante un largo minuto.
—Algunos
problemas alrededor de la Calle Comercial... de nuevo. Problemas en lo que
queda de la Universidad de Lakeside, así como la escuela técnica. Nada que no
se esperara aquí. El Gobernador Hannigan bloqueo la región lo más rápido que
pudo para estancar cualquier intento de quemar pueblos Intuye o cualesquier
otro asentamiento en el País Salvaje. Por supuesto, sus acciones podrían haber
salvado el Noreste de al menos algo de lo que estaba en camino, pero
prácticamente destruyó su posibilidad de ser reelegido si los residentes de
Toland tienen algo que decir al respecto. Y cuando se trata de elecciones, por
lo general tienen algo que decir.
—¿Qué pasa con
las otras regiones?
—Los boletines
de noticias en la radio esta mañana hablaron de triunfos humanos sobre los
Terráneos.
—¿Qué
significa eso?
—Creo que
vamos a averiguarlo.
*****
Vlad se quedó
mirando las imágenes en la pantalla del televisor.
No hubo
suficiente tiempo para advertir a todos los Wolfgard, y no todos los Wolfgard
que mantenían la vigilancia sobre los lugares humanos, tenía aliados humanos.
¿Cuando los
monos inteligentes dejaron de ser inteligente? ¿Creían que sólo los humanos
estaban viendo estas fotos de ellos bailando alrededor de montones de Lobos
muertos? ¿Creían que sólo los humanos notaron los cuerpos de los cachorros
asesinados junto con los adultos? Por supuesto, los humanos no reflexionaban
nada sobre matar a sus propios jóvenes, por lo que ¿por qué deberían dudar en
matar a otras especies?
Tantos
lugares. Tanta masacre. Cientos, quizás miles, de Lobos habían muerto en todas
las regiones del Noroeste y Medio Oeste. ¿Cuántos Wolfgard quedaban en aquellas
partes de Thaisia?
Entonces la
vio, la imagen que era diferente del resto.
El rostro de Joe se ve así.
—Meg. — Vlad
apagó el televisor, se precipitó fuera de su apartamento, y corrió por las
escaleras hasta la casa de Meg, a sólo dos puertas de distancia de su casa en
el Complejo Verde. Golpeando suavemente, probó abrir la puerta, esperando que
estuviera sin seguro, esperando...
Abrió la
puerta lo suficiente como para apoyarse en ella.
—¿Meg?
—¿Vlad?
Abrió la
puerta del todo y entró.
—¿Dónde está
Simon?
—Orinando en
los árboles. — Ella inclinó la cabeza y se olfateó a sí misma—. No sé cuántas
veces Sam y yo fuimos lavados ayer, pero creo que todavía huelo a vomito. — Le
tendió su brazo.
Él lo
consideró como un acto de galantería inigualable el acercarse a ella y oler su
brazo.
—¿Sigue? —
Preguntó.
Sonaba
consternada, así que le dijo:
—En realidad
no. — No le señaló que Simon podría tener una opinión diferente
.
Tomando las
dos manos de ella, Vlad se acercó más.
—¿Meg? No veas
las noticias de hoy. No leas el periódico. Por favor. Como un favor a mí, a
Simon, a todos nosotros, simplemente no lo hagas.
—¿Por qué?
—Porque viste
la cara de Joe. — Y si has visto su cara,
viste el resto.
—¿Realmente ha
pasado?
—Sí.
—¿Simon lo
sabe?
—Él sabe que
Joe está muerto, pero que no ha visto... — No pudo terminar.
—Está bien.
Voy a la oficina. Habrá correo, tal vez algunas entregas. Pero no voy a ver el Lakeside Noticias, o encender la radio.
—Bien. — La
manada femenina estaban obligadas a ver algo. No podía evitar que todos ellos
vieran lo que había sucedido, pero Meg no necesitaba volver a verlo—. No estoy
seguro de si el correo electrónico estará funcionando. Las líneas telefónicas
se han atascado desde ayer. Pero voy a tratar de conectarme con Jackson y
descubrir cómo lo está llevando Esperanza. — Y averiguaría con Steve Barquero
cómo las cinco jóvenes Casandra de sangre lo estaban llevando ... y Jean.
*****
Simon no tenía
la intención de ir a Aullidos, Buena
Lectura. No quería hacer nada humano, excepto pasar tiempo con Meg. Afuera.
Pero terminó
en la puerta trasera de la librería antes de que se diera cuenta de que no
tenía las llaves. O ropa. Encontró la puerta trasera de Un Pequeño Bocado abierta y se metió dentro, cuidado de no
encontrarse con Tess si estaba en un estado de ánimo mortal.
En lugar de
Tess, se encontró con Nadine en la trastienda, donde Tess horneaba las galletas
a veces.
—No podía
dormir, así que he estado aquí un rato, — dijo Nadine. Ella golpeó un
contenedor que estaba posado en el borde de su mesa de trabajo—. Entrega
especial de la panadería Eamer.
Galletas de Lobo. Supongo que se levantaron temprano también, trabajando.
Muchos de nosotros nos levantamos temprano. He oído que has perdido un amigo
ayer. Lo siento por eso.
Él se quejó
dejándola saber que la había oído. Luego se fue a la puerta de celosía, que le
daba acceso a Aullidos, Buena Lectura,
y subió a la oficina. No para tratar con el papeleo o leer el correo
electrónico. Había adquirido una sencilla caja de madera, -sencilla si no contaba el tallado que Henry
había hecho en la tapa-, para la oficina como un lugar para almacenar un juego
de ropa limpia y un par de zapatos. Se vistió y bajó las escaleras. Comprobaría
el stock, pondría algunos libros en las estanterías.
No se quedará mucho tiempo ya que no le había dicho a Meg que pasaría por la
tienda y ella lo debía de estar esperando en el apartamento.
Cuando se giró
hacia el almacén, oyó el golpe familiar de papel en el pavimento. Los
ejemplares del Lakeside Noticias.
Después de
buscar las llaves de repuesto en el escritorio de la oficina, abrió la puerta,
agarró los periódicos, y los arrojó sobre el mostrador. El titular decía: "¡Triunfo para los humanos!" Debajo de las
palabras había una foto que ocupaba la mitad de la primera página.
Simon se quedó
mirando la foto. Se quedó y se quedó. Luego susurró:
—Joe.
*****
Sirviéndose
una taza grande de café, Monty mitad escuchó el reporte de noticias de
televisión e hizo caso omiso de las miradas de algunos de los otros agentes de
policía amontonados en la sala de descanso de la estación para escuchar las
noticias y ver la "prueba gráfica" del triunfo del movimiento Humanos Primeros y Últimos.
"—Los humanos han tomado posesión de miles de
acres de tierra virgen gracias al audaz golpe de HPU contra los Terráneos, las
criaturas que detentaban el poder absoluto en Thaisia durante décadas. Pero no
todo el mundo aplaude las acciones de recuperación de tierras de HPU. Un
ranchero cerca de la ciudad del Medio Oeste, Bennett, tenía esto que decir:
—Son malditos tontos, todos ellos. Mi familia
ha estado criando caballos y ganado aquí por cuatro generaciones, y nunca hemos
tenido problemas con los Terráneos.
—Cuando se le preguntó acerca de la pérdida de
ganado por causa de los Lobos, Stewart Dixon dijo al reportero:
—Se llama alquiler.
—Y ahora aquí está un resumen de las fotografías
que fueron enviadas a las estaciones de noticias en todo el continente".
Monty
observaba las fotos que aparecían en la televisión una por una. Nadie hablaba,
ni siquiera los oficiales que habían apoyado a HPU. Luego, la última foto
apareció y se mantuvo en la pantalla.
—Ay, dioses, —
susurró Monty. La taza se deslizó de su mano. ¿Meg Corbyn había visto... ? Por
supuesto que sí.
Miró hacia la
puerta donde Burke se puso de pie. Sí, su Capitán reconoció al Lobo en la parte
superior del montículo de cuerpos. Burke le dio una inclinación de cabeza.
—¿Teniente? —
Dijo Kowalski, de repente junto a él—. Voy a por el coche.
Monty salió de
la sala de descanso, su mente acelerada. Las otras fotos eran terribles, pero
era la -a medio cambio-, reconocible
cara de Joe Wolfgard la que hacía que la pérdida de los Wolfgard en otra parte
de Thaisia, algo personal.
Dudaba que
Simon Wolfgard quisiera ver a un humano en este momento. Dudaba que Simon
quisiera ver a un Oficial de policía o que se le preguntara qué ramificaciones
estas acciones podrían tener para Lakeside. Pero hoy no iba al Courtyard como
un Oficial de policía o como humano. Hoy iba como un amigo.
*****
Burke se hizo
a un lado cuando Montgomery y Kowalski se apresuraron a salir de la sala de
descanso. Luego llenó la puerta, evitando que cualquier persona se fuera.
—Señores, hay
una guerra que se avecina. A pesar de lo que HPU pueda querer que crean, esta
no va a ser contra los Terráneos. Va a ser de humanos contra humanos. Va a ser
entre aquellos que reconocen que el trabajo con los Otros es la única manera de
sobrevivir en este continente y los que creen erróneamente que matar a los
cambiantes nos va a hacer ganar cualquier cosa. Va a ser entre los llamados
amantes de lobo y los partidarios de
HPU.
Burke escaneó
la habitación, tomando nota de quién lo miraba a los ojos y quién desviaba la
mirada.
»—Así que se
los digo ahora. Si alguno de ustedes, después de ver esas imágenes, están
pensando en ponerse en un distintivo de HPU otra vez, quiero que haga el
papeleo para su transferencia o la renuncia en mi escritorio antes. — Les dio a
todos una sonrisa feroz—. Lo sé. No soy el jefe de estación. Sólo soy un
Capitán de patrulla y no tengo nada que decir sobre el personal bajo las
órdenes de otros capitanes. Pero se los digo aquí y ahora, si ustedes no pueden
o -no quieren- luchar junto a los Otros con el fin de salvar esta ciudad, no
los quiero en esta estación, ya que dividir filas nos matará todos. No puedo
hacer nada por el resto del continente, pero voy a hacer todo lo posible para
salvar a Lakeside, y, si los dioses son misericordiosos, salvando a Lakeside
podría ayudar al Gobernador Hannigan a mantener al menos parte de la región
Nordeste abierta para que los humanos la habiten.
Se dio la
vuelta y se giró de nuevo.
»—No traten de
ponerme en evidencia acerca de esto. Estoy con el Courtyard de Lakeside porque
creo que es la única manera de salvar a la gente de esta ciudad. Si no pueden
estar junto a mí, tienen que irse para el final del día.
Se dirigió a
su oficina y no se sorprendió cuando Louis Gresh entró justo detrás de él.
—Ese fue todo
un discurso, — dijo Louis.
—¿Eso crees?
—Por lo
general, obtienes lo que quieres cuando se trata de tener hombres trasladados
fuera de esta estación, pero... ¿una guerra de humanos contra humanos cuándo
hay otro enemigo potencial?
—Ellos no
piensan más allá. — Burke se instaló en su silla—. Matando a un tipo de
depredador, se deja un vacío. Tarde o temprano, algo va a llenar ese vacío, y
en este caso, creo que será más pronto que tarde. ¿El HPU quiere hablar de la
recuperación de tierras? No tienen idea de lo que comenzaron, y no tengo idea
de quién de nosotros todavía estará aquí para ver dónde termina.
*****
Decidiéndose
por la presencia policial visible, Monty pidió a Kowalski que parara en el
estacionamiento para clientes del Courtyard.
—Comprueba a
los Denby, adviérteles acerca de los informes de las noticias, — dijo Monty.
—Por supuesto
no es algo que los niños deberían ver. — Kowalski parecía a punto de decir algo
más, pero cambió de opinión.
Monty sonrió.
—Voy a verlos
después de hablar con Simon.
—No estoy
seguro de lo que todos ellos están haciendo, pero las chicas estaban trabajando
con Meg en la Oficina del Enlace esta mañana, y Theral está en el consultorio
médico.
—Después, visítalas
a ellas también.
Las luces no
estaban encendidas en Aullidos, Buena
Lectura, pero la puerta estaba abierta. Esa puerta por lo general ya no se
abría, así que Monty entró con cautela, con la mano rozando contra su revólver
policial.
—¿Simon?
Un sonido.
Algo se movía en el otro lado del mostrador principal.
Cuidado, cuidado. Podía sacar su arma contra un
intruso humano, pero no en contra de un Lobo. Hoy no.
Entonces Simon
se puso de pie, agarrando la mesa para mantener el equilibrio.
—Simon.
—Ustedes
hicieron esto. — La voz sonaba áspera, no del todo humana—. Ustedes hicieron
esto.
—Vi la imagen.
Simon, siento mucho lo de Joe. — ¿Con qué estaba tratando aquí? ¿Conmoción?
¿Rabia? ¿Dolor abrumador?
—¿Cuánto de lo humano los Terráneos mantendrán?
Bueno, les mostraron la respuesta, ¿verdad? Les mostraron un ejemplo de los que
significa ser humano.
Monty no tuvo
tiempo de prepararse para el ataque antes de que Simon lo agarrara y lo golpeara
contra las estanterías.
—Tratamos de
trabajar con... — Simon gruñó—. Nosotros... intentamos. ¡Pero ustedes hicieron
esto!
Más que dolor.
Más que rabia y conmoción.
—¿De qué
tienes miedo? — Preguntó Monty—. ¿De nosotros? ¿De los humanos?
Simon lo soltó
y dio un paso atrás, moviendo la cabeza.
—¿Miedo de
ustedes? Ustedes van a ser tan buenos cuando se extingan pronto. ¿Por qué
debemos temerles?
Monty tragó
saliva.
—¿Meg te dijo
eso?
—No. Jean lo
hizo.
Dioses encima y por debajo.
Vlad salió de
la parte trasera de la tienda.
—Simon, Meg
estaba buscándote. — Miró hacia el mostrador—. Está en la Oficina del Enlace
ahora. Es necesario que la convenzas de que vuelva a casa, que deje que otra
persona se encargue del correo y los paquetes hoy. Los humanos estarán
hablando. Ella no necesita escuchar más de lo que ya sabe.
Simon miró a
su alrededor, como si se preguntara por qué estaba en la librería.
—No se suponía
que iba a estar fuera tanto tiempo. Yo... — Se dirigió a la trastienda, pero se
detuvo y no se encontró con los ojos de Monty—. Hemos aprendido de otros
depredadores. Recuerde eso, Teniente.
Entonces se
fue, y Monty se quedó solo con Vlad.
—¿Hay alguna
cosa que cualquiera de nosotros pueda hacer para ayudar?
Vlad se acercó
a la caja. Tomó una copia del Lakeside
Noticias de la pila, la dobló y la puso bajo el mostrador.
—Podría
deshacerse del resto. Prefiero no ponerlos en nuestro contenedor de reciclaje.
Demasiadas probabilidades de que alguien vea lo que no debería.
—Por supuesto.
— Él los llevaría a la estación. No creía que Eva Denby querría la foto de
primera plana en su contenedor de reciclaje tampoco—. ¿Algo más?
—¿Qué más cree
que la policía puede hacer?
—Yo no estaba
preguntando como oficial de policía.
Silencio.
Entonces Vlad dijo suavemente:
—Pregunta de
nuevo en un par de días.
Monty salió de
la librería, dejó los periódicos en el asiento trasero del patrullero, luego
cruzó la calle al apartamento de los Denby.
La Madre Corte
estaba en su apogeo en la mesa de desayuno, mientras los jóvenes malhechores
intentaban conseguir una reducción de sentencia.
Mal día para pedir ver la televisión, pensó Monty.
—No quiere
decir no, — dijo Eva.
—Pero salí lastimado,
— Robert protestó, mostrando los codos y las rodillas lastimadas antes de
señalar las contusiones causadas por los dientes de Nathan.
—Si hay algún
estallido más sobre tu sentencia, voy a considerarte en desacato al tribunal, y
se añadirá "sin postre" a tu sentencia.
Las niñas,
Monty se dio cuenta, se mantenían muy tranquilas. Y a juzgar por la expresión
de los ojos de Lizzy, necesitaba tener una conversación con ella sobre las
lesiones que podría causar si golpeaba a alguien -como Robert- con Oso Grr ya
que su nuevo amigo tenía una cabeza y
patas de madera.
Por otra
parte, el niño estaba siendo un poco cabeza dura también.
—Como tu
padre, y abogado, te aconsejo aceptar la sentencia que ya tienes y no dar a la
corte ninguna razón para añadir más pena, — dijo Pete.
Eso terminó
con toda la discusión. Monty aceptó una taza de café y un trozo de pan tostado,
y se preguntó cuánto tiempo más esas cosas serían una parte normal de una
comida.
Después de que
los niños se fueron a sus habitaciones para hacer sus camas y darle un orden
general para la inspección, Eva sirvió más café para los tres adultos.
—Hemos oído, —
dijo Pete en voz baja—. Vi lo suficiente de las noticias de la mañana...
Dioses.
—¿Algo que
podamos hacer? — preguntó Eva.
—Una pregunta
que debe hacerse en un par de días. — Monty se levantó y dejó la taza y el
plato en el fregadero de la cocina. Un momento más tarde, Eva estaba a su lado.
—¿Qué pasará
en un par de días?
Miró por la
ventana, un día de verano agradable. Luego suspiró.
—Ojalá lo
supiera.
Recién salí de la facultad, me agarró la lluvia y hace frío, pero todo lo que me preocupaba era que hubiera un nuevo capitulo. Gracias!!
ResponderEliminarjajaja, No van a faltar eso seguro...
EliminarOtro tema, Monty tiene la mala suerte de siempre encontrarse con un Simon furioso.
Recuerden tb que Vad tb le dio una probadita a Monty cuando se conocieron.. aunque supongo que como son hombres eso es una señal de amistad y confianza XD...
EliminarJjajaj, si fue cuando Monty quería que devolvieran a Meg...
EliminarMonty también tuvo que aguantar a Simon cuando llevaron a Meg al hospital, y recuerdo que alguna vez más se tuvo que aguantar la furia de algún Terráneo
Eso es porque Monty no le dio una buena impresión la primera vez que se conocieron, recuerden que Meg le tenía miedo x ser policía 🚨.
Eliminareso si pobre Monty
ResponderEliminargracias..
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSolo espero que la mamá de Monty se salve, y a que se refiere océano con que puede hacer una pregunta??? Le pedirán un corte a Meg para saber que tiene que destruir. Y sobrevivirán nuestros amigos?
ResponderEliminarBuenísimo!! Gracias chiquis.....
ResponderEliminarUstedes animan mi día, muchas gracias por un nuevo capítulo que me hace olvidar el estrés, besos chicas ♥
ResponderEliminarLos humanos nunca cambiarán
ResponderEliminarGracias, ¡que estrés! cada día más intenso. Tengo una teoría: creo que la aniquilación de tantos lobos, será algo a tener en cuenta en como se integraran ellos con los humanos, en el futuro.
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