Capítulo
9
Windsday
6 de Juin
Jesse Walker
observó a Shelley Bookman entrar en el almacén de ramos generales de una manera
que le hizo a Jesse pensar en las historias donde la heroína se movía por los
alrededores en busca de pistas, y por lo general terminaba en un montón de
problemas.
—¿No deberías
estar en la biblioteca?
—Uno de mis
ayudantes está atendiendo, — respondió Shelley, corriendo hacia donde Jesse
estaba estampando los precios de los productos enlatados—. Esto vino para ti.
Me pediste que supervisara tu correo electrónico, y esto viene de él, con la
solicitud de que le pasáramos una copia a Joe Wolfgard.
—¿Qué es? —
Jesse tomó el sobre de Shelley y tomó nota del temblor en las manos de la otra
mujer. Ella abrió el sobre y sacó dos hojas de papel.
La primera
imagen hizo a su estómago encogerse, pero examinó a los bisontes muertos y las
huellas sangrientas que salpicaban a los cadáveres como huellas de las manos de
niños pintados en una hoja grande de papel.
—Quiero
mostrarle esto a Tobias. — Jesse guardó esa foto en el sobre—. Él estaba esta
mañana con Joe Wolfgard. Puede decirnos si esta imagen se trata de nosotros.
La imagen de
la mujer mayor con cicatrices la perturbaba en una manera diferente, y le dio
la sensación de que había visto esto antes.
La campanilla
de la puerta tintineó. Antes de que Jesse pudiera guardar la segunda imagen,
Abigail Burch corrió hacia ellas.
Abigail y
Kelley Burch, habiendo llegado el verano pasado, eran nuevos en Pradera de Oro.
Kelley era un orfebre que rápidamente se había dado cuenta de que la mayor
parte de la gente en su pequeña ciudad no podían permitirse el tipo de joyas
que podía hacer, por lo que hacía piezas de plata y piezas con piedras semi
preciosas y se ganaba la vida.
Abigail era
unos años más joven que Kelley y tenía los ojos azules y el pelo rubio rojizo y
una preferencia por los vestidos largos de un estilo que la abuela de Jesse se
había puesto en sus años más jóvenes. Nadie iba decírselo, pero todos se
preguntaban si Abigail era un poco simple o sólo un poco peculiar, porque era
la única entre ellos que no era un Intuye. De cualquier manera, Kelley, que era
un Intuye, la quería, y eso era suficiente para que el resto de ellos.
—¿Jesse? —
Abigail siempre sonaba un poco insegura y un poco sin aliento—. Has hablado con
el Lobo que está a cargo de... — Ella agitó una mano en la dirección de las colinas
y el asentamiento Terráneo en general—. ¿Podrías preguntarle sobre la grasa?
—¿La grasa? —
Jesse miraba a Shelley.
Abigail
asintió.
—Yo uso grasa
para hacer mis velas y jabones. Hago velas y jabones realmente agradables.
—Así es, —
Shelley le dio la razón—. He comprado algunos de ellos.
—¿La grasa,
Abigail? —Jesse solicitó, con la esperanza de una explicación más detallada.
—Kelley oyó
hablar de los bisontes muertos, y ha ido a lo de Floyd Tanner para ayudar en lo
que pueda. Por lo general tengo que comprar algo de grasa cuando las ovejas o
el ganado son sacrificados por su carne, pero me puse a pensar en los bisontes.
Tendrán grasa también, ¿verdad? ¿Y supongo que algunos de ellos sólo se van a
echar a perder? ¿Así que me preguntaba si podría cosechar algo de la grasa? Si lo
bisontes tienen grasa ¿no?
La muñeca
izquierda de Jesse comenzó a dolerle. Tenía presentimientos acerca de todo el
mundo en Pradera de Oro, y la mayoría de las veces era sólo una leve
sensación sobre la persona. Pero cuando le
dolía la muñeca, era una advertencia, y ella no hacía caso omiso de tales
advertencias.
—Voy a
preguntar al Sr. Wolfgard. Pero no salgas a ese campo y trates de cosechar la
grasa por tu cuenta. Hay un montón de depredadores de todas las formas y tamaños,
que van a estar por allí para un banquete. Dado que Kelley está ayudando a
Floyd, puede pedirle un poco para que puedas probar.
Abigail les
brindó una sonrisa a los dos. Luego miró a la imagen en la mano de Jesse.
—¿Qué es eso?
—Sólo una foto
que alguien me ha enviado.
—¿La mujer
está leyendo cartas de tarot? Yo leo cartas de tarot. Mi abuela lee cartas de
tarot. Ella me dio las cartas cuando se puso débil. Y me compré un mazo cuando
yo... viaje. — Abigail estudió la imagen—. ¿Por qué esa mujer tiene tantas
cicatrices?
—Creo que es
una Casandra de sangre.
—Al igual que
esas chicas que... — Abigail parpadeo—. ¿Por qué necesitaría cartas de tarot?
—No de tarot,
— dijo Jesse en voz baja—. Algo similar. Algo que casi recuerdo. ¿Puedo ver tu
mazo de cartas?
—Por supuesto.
Las traeré la próxima vez. — Abigail salió corriendo de la tienda, casi
tropezando con Tobias mientras él trataba de entrar.
—Necesito algo
frío para tomar. Lo que tengas, — dijo.
—Puedo llenar
la canasta de alambre mientras hablas con Tobias, — dijo Shelley.
—¿Hablar de
qué? —Tobias se limpió la cara con la manga.
—Acerca de
esto.— Jesse sacó la imagen de los bisontes del sobre y observó a su hijo
palidecer—. ¿Se parecía a esto?
Tobias negó
con la cabeza.
—Mamá, no
puedes andar mostrando esa imagen.
—Me pidieron
dársela a Joe Wolfgard. Tu y Shelley son los únicos en la ciudad que la han
visto. Los únicos que la verán. — Ella quería a frotarse la muñeca para
aliviarse el dolor, pero él sabía lo que significaba al igual que ella sabía
por qué a veces él se presionaba una mano contra sus costillas del lado derecho
cuando estaba sintiendo algo fuerte—. ¿Qué te asusta de esto?
—No lo puedo
decir.
—¿No puedes o
no quieres?
Tobias le dio
una dura mirada.
—No quiero.
Truman y yo vimos algo esta mañana, algo que los humanos no suelen ver y vivir
para contarlo.
Jesse miró a
la huella de la pata que difería de las huellas más pequeñas de los Lobos
pintados en el bisonte.
—Muy bien,
Tobias. Todavía tengo que darle la imagen a Joe Wolfgard. — Ella vaciló—.
Abigail Burch se preguntó si ella podría tener un poco de grasa de bisonte para
hacer sus velas y jabón.
—Mamá...
—Tobias no continuó, y Jesse escuchó el tic-tic-tic de su viejo reloj—. Voy a
preguntar, pero asegúrate de que Abigail -y Kelley- sepan que no pueden vagar
por ahí por su cuenta.
Shelley puso
la canasta de alambre en el mostrador, lleno de botellas de zumo y soda.
—Imagino que
Floyd tiene agua.
—Así es.
Gracias Shelley. — Tobias levantó la canasta, dio a Jesse una mirada que era a
la vez dura y suplicante, luego, salió de la tienda.
—¿Problemas? —
Preguntó Shelley.
—Podría ser. —
Jesse puso las dos fotos en el sobre y las escondido bajo el mostrador cuando
Abigail regresó.
—Traje a ambos
mazos de cartas, — dijo Abigail, posando los paquetes envueltos en seda en el
mostrador.
No son cartas de Tarot, Jesse pensó
mientras Abigail les mostraba el mazo de su abuela, y luego hizo una lectura a
Shelley con su propio mazo. No tarot,
pero algo similar. Algo que he visto antes.
—Voy a conocer
a un extraño lleno de peligro y oscuridad. — Shelley observó a Abigail cruzar
la calle corriendo hacia su propia pequeña tienda. Entonces resopló—. ¿Qué tan
probable puede ser aquí en Pradera de Oro?
—¿No has
tenido ningún presentimiento? — Jesse deseó poder poner un poco de hielo en su
muñeca ahora palpitante.
—Nada. —
Shelley le dio una mirada curiosa—. ¿Y tú?
—Tienes que
regresar antes de que tu ayudante se aburra y empiece a reordenar los libros de
nuevo.— Dado que los ayudantes de Shelley eran por lo general los niños mayores
a los que les gustaban los libros y querían ganar dinero para sus gastos,
tendían a ser responsables, hasta cierto punto—. Has una investigación para mí.
—¿Quieres tu
propio mazo de cartas de tarot? — Bromeó Shelley.
—Quiero saber
quién las hace. En especial, quiero saber si alguna empresa Intuye las hace o hace
algo por el estilo.
—¿Tienes un
presentimiento?
Su visión se
atenuó por un momento, una sensación aterradora.
—Sí, tengo un
presentimiento.
Gracias,podrán conocer otra forma de decir el futuro sin votarse??😟😟 Meg podrá hacerlo?? Cada vez tengo mas preguntas!!!!!! 😱 😱 😱 😱
ResponderEliminarA mi lo que me intrigo fue eso de que iba a conocer a un extraño lleno de peligro y oscuridad....
EliminarSe ha de tratar de un sanguinario, no creo que sea Vlad a lo mejor Stravos aunque sería lindo que Vlad tuviera una compañera!!!! 😮😮😮😮😐😐😐
EliminarSi también me gustaría que Vlad no estuviera sólo
EliminarSanguinati perdón error de dedo en el comentario anterior😣😓😓😓
ResponderEliminarjajaj un lapsus... igual sanguinario es... Como mi parte de la traducción es la corrección, no me leí el libro como mis compañeras (que no me quieren dar ningún spoiler) así que me muero de la intriga... Yo tampoco creo que sea Vlad... aunque con él fue con quien se comunicaron... Lo seguro es que es un Sanguinati porque ya dijo el abuelo que iba a ir allí...
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEso es lo que pienso, pero que conexión tiene la anciana con Meg aparte de ser casandras?? 😮 😮 😮 😮 😮
ResponderEliminargracias wiiiiiiii :*
ResponderEliminarCada vez se pone más interesante la trama. Gracias por los capítulos.
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