Capítulo
14
Earthday
10 de Juin
Jackson
Wolfgard llamó a la puerta del dormitorio de Esperanza y esperó a oír las palabras
que le permitieran entrar. No es que debería necesitar permiso. Era el Lobo
dominante, y ella vivía con su manada. Sin embargo, las hembras humanas de la
edad de Esperanza eran... peculiares. No fue su culpa que, al oír sonidos
alarmantes procedentes de su habitación, el otro día, hubiera interrumpido,
pensando que estaba herida o bajo algún tipo de ataque. Y salto adentro y...
los maullidos... se convirtieron en gritos, ya que la vio sin ropa. Como si eso
tuviera alguna diferencia para él. Tenía una pareja. Además, Esperanza no sólo
era humana; era demasiado frágil para ser considerada una pareja, así que él no
podía entender por qué determinadas partes del cuerpo hacían alguna diferencia.
Por supuesto,
sus gritos trajeron a más Lobos a la carrera, por lo que un montón de Lobos
vieron aquellas partes del cuerpo, y querían saber más acerca de la mata de
piel entre sus piernas y debajo de los brazos. ¿Eran cosas que deberían estar
presentes en las hembras cuando cambiaban a la forma humana?
Todavía estaban
esperando a que Meg Corbyn y su manada respondiera a esa pregunta.
Pero no era
justo que le haya gruñido por reaccionar como lo hizo. ¿Cómo se supone que iba
a saber que ese sonido era porque estaba cantando? No había sonado como a
ningún cantante humano que había oído. De hecho, sonaba más como un Lince joven
cuya pata hubiera quedado atrapada en unas rocas. Razón por la cual había
pensado que Esperanza estaba en problemas.
Jackson volvió
a llamar y oyó un tímido, "entra". Entró en la habitación, dejando la
puerta abierta.
—Suficiente,
cachorra, — dijo—. A Grace y a mí no nos importa si dibujas todos los días,
pero no todo el día. La cuidadora va a
llevar a los cachorros a dar un paseo, y vas a ir con ellos. Ponte los zapatos
y el sombrero.
—Perdí mi
sombrero, — murmuró Esperanza.
Es decir, los
cachorros "accidentalmente" se apoderaron del sombrero y lo hicieron
pedazos.
—Grace te
compró otro. — Varios, de hecho.
La estudió.
Por lo general obedecía, pero últimamente actuaba un poco extraña, desde que
dibujó la visión de los bisontes muertos. Como continuó dibujando en vez de
ponerse sus cosas, él se acercó y se agachó junto a ella.
—Estoy
haciendo bocetos para las cartas que Meg va a necesitar, — dijo Esperanza.
No había
terminado los dibujos. Eran rústicos en comparación con su trabajo habitual.
—¿Por qué va a
necesitar Meg esto?
—No lo sé.
—¿Vas a
terminar los dibujos?
Ella sacudió
su cabeza.
Cuando el
lápiz dejó de moverse en el papel, supo que había terminado, drenada de lo
que necesitaba revelar.
—Sal a afuera,
cachorra. Respira el aire puro. Juega con los otros cachorros. — Notó la
esquina de otro dibujo que se había deslizado debajo de su cama—. ¿Qué es eso?
Silencio.
Entonces Esperanza suspiró y sacó el dibujo de debajo de la cama y se lo
entregó.
—¿Te vas a ir
para siempre?
—No he
planeado irme, — respondió mientras estudiaba las imágenes superpuestas. Él era
un Lobo arriando 10... no, 11... jóvenes bisontes. Luego, en el centro del
dibujo, un tren, con su frente en dirección este, a través de los pastizales
del Medio Oeste. Luego, las cataratas de Saltos de Talulah, características e
inconfundibles, y luego esas casas que había dibujado una vez antes. La última
pieza de la imagen era de él y Simon pastoreando bisontes.
—No dejarías a
Grace, ¿verdad?
—No las
dejaría a ninguna de las dos. Pero voy a tener que hacer un viaje a Lakeside.
—Tomó el dibujo y la levanto a ella junto con él—. Sal, camina, juega, contempla el arroyo.
Ella parpadeó.
—¿Contemplar
el arroyo?
—Sí. El agua
es clara, no tan profunda. Mira lo que vive allí. Después, si puedes has un
dibujo cuando vuelvas.
Ella le dio la
misma sonrisa brillante que le había dado cuando le dijo que se llamaba
Esperanza.
Se puso
calcetines y zapatillas de deporte antes de salir de la habitación por delante
de él. Grace, en forma de Lobo, sostenía un sombrero de paja entre los dientes
y bloqueó la puerta exterior hasta que Esperanza tomó el sombrero y
obedientemente se ató las cintas bajo la barbilla.
Observaron a
la chica saltar fuera del porche y correr para alcanzar a los cachorros,
quienes a su vez se dieron vuelta para ir a su encuentro.
Jackson le
mostró el dibujo a Grace.
—Tengo que
bajar a la cabaña de comunicaciones y llamar a Simon.
«Es Earthday.
No estará en la librería.»
—Tengo el
número de su teléfono móvil. Incluso si él no contesta, devolverá la llamada
tan pronto como reciba el mensaje. — Le pasó la mano humana por encima de su
cabeza blanca, disfrutando de la sensación de su pelaje sobre la piel desnuda—.
Tan pronto como regrese, vamos a ir a correr, los dos solos.
La risa llenó
sus ojos color ámbar.
«Vas a tener
que encontrarme primero.» Ella salió corriendo de la cabaña.
Quería
olvidarse de los dibujos, las visiones y los humanos molestos. Quería correr
con su pareja y divertirse. Pero iba a salir y hacer la llamada telefónica
porque él se preguntaba qué podría haber dicho Meg Corbyn a Simon acerca de las
imágenes en el dibujo de Esperanza.
*****
Simon corrió a
la puerta trasera de Aullidos, Buena
Lectura y cambió una pata lo suficiente para girar el pestillo. Había
tenido una mañana agradable, incluso a pesar de que la pasó con humanos y los Lobos
que habían acompañado a Kowalski, Debany, y la manada femenina, conociendo el
juego de la danza chillona, la cual
fue muy divertida, aunque no duró mucho.
Los Lobos de
las montañas de Addirondack llegaban mañana, y Vlad se había puesto un poco
mordaz por no recibir ayuda para reponer los estantes. John Wolfgard había
cometido el error de señalar que Vlad era quien había diezmado su stock antes
de esta visita, razón por la cual Simon iba a gastar un par de horas en la
tienda ayudando a Vlad, en vez de que John fuera a trabajar. Morder verbalmente
a la mano derecha de Erebus Sanguinetti aquí en Lakeside, estaba más allá de la
estupidez.
Y a pesar de
que nadie dijo nada, Simon pensaba que Vlad estaba preocupado porque Tolya y
Nyx estaban bastante lejos de cualquier bastión Sanguinati.
Simon cambió a
su forma humana y busco el par de jeans que había dejado en la silla junto a la
puerta. Él gruñó a la silla vacía, y luego hizo una búsqueda rápida. ¡Malditas
hembras! ¡Había una razón por la que dejaba la ropa en la silla! Tenían que
parar con eso de tomar las cosas y "colocarlos en su lugar".
Al no
encontrar nada, se dirigió a la parte delantera de la tienda, con la esperanza
de encontrar a alguna de la manada humana, para que se escandalizara por
encontrarlo desnudo. Pero no llego tan lejos cuando Vlad llamó:
—¿Simon? ¿Eres
tú?
Subió las
escaleras y entró en la oficina.
—La próxima
vez que encuentre cualquier cosa que esas hembras hayan dejado por la tienda,
yo... —Se detuvo cuando vio la cara de Vlad—. ¿Tus parientes?
—Están bien.
Joe se reunió con ellos en la estación de tren ayer. Tolya me llamó anoche para
darme el número de teléfono del motel, así como su número de habitación en caso
de que necesitara dar con él. — Vlad le tendió el teléfono—. Es Jackson.
Simon dio un
salto hacia el escritorio y tomó el receptor.
—¿Jackson?
¿Qué hizo Esperanza ahora?
Vacilación.
—¿Qué sabes
sobre los bisonte?
Qué extraña
pregunta
—Son sabrosos.
Difíciles de cazar a menos que estés con una manda fuerte o que derribes a uno
joven. — Cosas que Jackson ya conocía—. Joe nos envió paquetes de carne de
bisonte. Llegaron ayer. La manada femenina está cocinando un asado para que
todos los humanos lo prueben.
—¿Y de
bisontes vivos?
—¿Qué con
ellos? — Entonces recordó la profecía de Meg sobre la Comunidad River Road—.
Meg vio algunos bisontes pastando en una
comunidad mixta que estamos construyendo... Otros e Intuye. — Y ella te vio allí.
—El más
reciente dibujo de Esperanza me muestra llevándote bisontes jóvenes a ti a en
un lugar cerca de Saltos de Talulah. — Un silencio de espera—. ¿Es así como
funcionan las profetas de la sangre en la naturaleza?
—No lo sé, —
respondió Simon—. Tal vez sea porque Esperanza, Meg, y Jean, -porque ella es
parte de esto también-, se criaron en el mismo compuesto. O tal vez es porque
las tres tienen una conexión con los Terráneos que tienen vínculos entre sí.
Esto es tan nuevo para las chicas, como para nosotros.
Jackson
suspiró.
—Esperanza me
ve viajando para llevarte los bisontes, y me preguntó si voy a dejarlas, a ella
y a Grace, para siempre. Tu Meg me ve allí. No sé qué hacer. Viajar solo... Las
cosas se sienten extrañas por aquí. Cerca de Resistencia, la ciudad bajo
control humano, el agua tiene un sabor amargo y el aire se siente pesado. Los
Intuye que han ido allí por suministros también lo sintieron.
—¿Necesitan
libros?
Vlad miró a
Simon y mostró sus colmillos. Simon reveló sus propios colmillos.
—Estamos a
cargo de una cachorra humana. Físicamente una adolescente, pero ya sabes lo que
quiero decir.
Claro que sí.
—Sería bueno
para ella tener libros. Vamos a ver lo que podemos enviar. — Pondría a la
manada femenina a hacer una lista de lo que a una adolescente le gustaría leer.
—Nyx, — Vlad
dijo en voz baja—. Si Jackson viene para acá, ¿puede pasar por Pradera de Oro
antes? Así él y Nyx pueden viajar juntos.
Simon
transmitió la petición.
—Así lo haré. No tuvimos ningún problema con bisontes
asesinados por aquí, pero si los problemas se dirigen hacia el oeste, me
gustaría saberlo.
—Déjame saber
cuando vayas a venir. Nos encontraremos en el tren y organizaremos el
transporte. — Haría un llamado a Jerry Carguero de Isla Grande y ver si tenía
un flete de carga que pudiera transportar ganado.
—Nuestra
Esperanza y tu Meg, — dijo Jackson—. Podrían estar equivocadas.
—Una de ellas,
quizás, pero no ambas. — No cuando Jean estaba viendo una Thaisia limpia de
tantas ciudades humanas—. Vlad tiene el número del motel donde Nyx y Tolya se
encuentran alojados. Llámala para que sepa que vas para allá.
—Está bien.
¿Simon? Dile a Meg que estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para mantener a
Esperanza bien.
—Se lo diré. —
A medida que finalizaba la llamada, Simon pensó en la profecía de Jean y lo que
significaba para los Otros. Miró a Vlad—. No podemos confiar nunca más en los
humanos.
—¿Es que
alguna vez confiamos?
—No. Pero
contamos con que su deseo de sobrevivir fuera más fuerte que su codicia. Creo
que no podemos contar con ello más.
Querida Jean:
Earthday -en el
Courtyard- es el día cuando las tiendas están cerradas y los Otros se quedan
con las plumas o peludos durante todo el día, ya que no tienen que interactuar
con los humanos. Pero hoy estaba cálido y húmedo, y Henry dijo que él y los
Lobos suelen pasar el tiempo en el pozo los días como este. No es un agujero lleno
de agua; en realidad es un pequeño arroyo en la parte Crowgard del Courtyard.
De todos modos, Simon invitó a algunos de mis amigos humanos a que fueran con
nosotros. Fue una prueba, creo, para ver cómo se comportaban en una parte del
Courtyard que por lo general está fuera del alcance de los humanos, a parte de
mí.
Theral MacDonald fue
en el Bow conmigo y Simon. Merri Lee, Michael, Ruth, y Karl montaron
bicicletas. No estoy segura de si los Otros no habían visto bicicletas antes o
si nunca las habían considerado como una forma útil de transporte, pero algo en
las bicicletas tuvo a los Lobos bastante excitados. Hubo una gran cantidad de
olfateo una vez que llegamos al arroyo, pero todos fueron educados y no
orinaron en las ruedas.
El arroyo es una de
los tres que, junto con el Lago, suministran de una gran parte del agua dulce
en el Courtyard. Los Otros beben, nadan, y capturan peces para comer ahí.
Michael y Karl querían saber qué tipo de peces, pero nadie estaba interesado en
cambiar a su forma humana para decirles, y yo no sabía, así que eso es algo que
se puede discutir mañana.
Como el arroyo me
llega hasta la cintura en un extremo y bien por encima de mi cabeza en el otro
extremo, estaba bien para los Lobos, pero no era muy divertido para los
Cuervos. Por eso, cuando Simon se hizo cargo del liderazgo del Courtyard, él,
Henry, y Blair crearon una piscina conectada donde el agua está a sólo unas
pulgadas de profundidad por lo que los Crowgard pueden chapotear y jugar.
Cuando llegó el
momento de entrar en el agua, nadie sabía qué hacer. Al menos yo no. Después de
mirarnos por un momento, Simon, Blair, y Nathan saltaron al agua, luego,
salieron y se sacudieron el agua por encima de nosotras.
¡Estaba fría! Merri
Lee, Ruth, Theral, y yo saltamos dando vueltas, haciendo ruidos y diciendo: "Qué frío, qué frío, qué frío."
Los Lobos saltaron
en el agua, salieron, y se sacudieron el agua ¡por encima de nosotras otra vez!
La tercera vez que los Lobos sacudieron agua sobre nosotras las chicas, ya estábamos
lo suficientemente húmedas para ya no sentir frió...y el juego de la danza chillona termino. Por desgracia,
creo que es un juego que los Lobos realmente disfrutaron, así que sospecho que
vamos a estar en el extremo receptor del arroyo, o empapadas por sorpresa por
el resto del verano.
Pero una vez que
entramos en el agua, ¡se sentía tan bien! En un momento dado, Nathan tropezó
conmigo y me hundí y salí chapoteando. Fue entonces cuando Ruth me preguntó si sabía
nadar, y le dije que no.
Simon cambió a su
forma humana y se me quedó mirando, sorprendido. ¿Cómo podría no saber nadar? Todos los cachorros sabían nadar.
Fingí que Simon
llevaba bañador como Michael y Karl, y aunque el agua estaba bastante
clara, la sombra de los árboles cercanos
mantenía lo obvio sin ser obvio.
Michael se ofreció a
enseñarme el estilo perrito. Él gruñó para todos lados, ¡porque nadie me iba a
enseñar a nadar como un perro! A los Lobos no les importa los perros;
simplemente no quieren ser confundidos con uno, y supongo que no quieren que yo
sea confundida con uno tampoco.
Creo que Michael
exageró deliberadamente los movimientos porque Simon resopló, se desplazó de
nuevo a Lobo, y comenzó a nadar a nuestro alrededor mostrándome cómo hacerlo.
Michael me sostuvo mientras yo trataba de patalear con mis piernas y remar con
los brazos. Luego probé por mi cuenta con Simon y Nathan nadando a cada lado.
Cuando me cansé, todos salimos y nos sentamos en mantas bajo los árboles.
Debo haberme dormido
por un tiempo, porque me desperté con una sensación de tanta satisfacción.
Pero la alegría no
va a durar, ¿verdad? Peces muertos están apareciendo en las costas de tres
ciudades de la Costa Este. He oído a Vlad decirle a Tess que los peces eran
heraldos de la tormenta. No sentí nada de alfileres y agujas debajo de mi piel
por ese comentario. No sé si debería estar aliviada o preocupada.
Espero que estés
bien en la granja de los Gardner. Steve Barquero se supone vendrá esta
semana para mostrarnos a Simon y a mí,
los planos para el nuevo campus para las Casandra de sangre. Steve dice que las
chicas están haciéndolo bien y la cuidadora que contrató para ellas es muy
intuitiva acerca de cuándo introducir algo nuevo y cuando quedarse con lo
conocido.
Estoy tratando de no
utilizar la navaja. Algunos días es fácil. Otros días es tan difícil. Tal vez
las chicas más jóvenes serán capaces de escapar de la adicción. Y si no pueden
escapar por completo, tal vez profetas
de la sangre como tú, yo, y Esperanza
podamos encontrar otras formas para revelar algunas de las profecías. No estoy
muy segura de que esas otras formas podrán velar nuestra mente lo suficiente, o
si la euforia que viene de cortarnos... y la probabilidad de una muerte
temprana a causa de ello, es el costo de permanecer cuerdas.
Siempre creíste que
podíamos sobrevivir en el mundo exterior. Estoy haciendo todo lo posible para
dar al menos a algunas de nosotras la oportunidad de no sólo sobrevivir, sino
vivir realmente.
Tú amiga,
Meg
No es suficiente
decir que debemos tener comida, agua, madera y aceite. Es el momento de decir
que tendremos comida, agua, madera y aceite para alimentar a nuestros hijos y
construir nuestras ciudades y calentar nuestros hogares y ejecutar las máquinas
que nos hacen ser más grandes que las criaturas que se esconden en el
denominado País Salvaje. Sólo es salvaje, porque no ha sentido el filo del
hacha o el arado. Sólo es salvaje porque todavía nos encogemos de miedo de los
fantasmas que eran la materia de las historias que oíamos cuando niños. Hay que
abolir los fantasmas y ver a las criaturas por lo que son; animales que aún no
se han conquistado. Es hora de desterrar las historias de la infancia. Es hora
de reclamar nuestro verdadero lugar en el mundo.
Discurso
escrito por Nicholas Scratch, entregado en las reuniones de los líderes de las
divisiones de HPU a lo largo Thaisia.
Me emocione con la carta de Meg, y me asuste por la carta de Nicholas D: esto se va a poner muy feo y muero por verlo.
ResponderEliminarMe mató la indignación de Simon porque le querían enseñar a nadar estilo perrito jajaj
EliminarY también que se le llevaran la ropa "para ponerla en el sitio"
gracias, me encanta esta historia voy a estar esperando por mas... muchas gracias por la traducción son geniales
ResponderEliminargracias por traducirnos todos los días un capítulo. Lo espero con ansia.
ResponderEliminarEsperanza le está dibujando un mazo de cartas a Meg??? Que ocacionara que Meg se corte?? Se quedara Meg con Simón o aparecerá un tercero en discordia (sería interesante leer eso 😝😝😏😏)
ResponderEliminarMe encanta esta novela no puedo esperar al salir del trabajo para leer los capítulos gracias x traducir 🙇🙇🙇🙇🙏🙏🙏🙌🙌🙋
Lo que no puedo creer es que haya personas dejándose manipular por ése Nicholas Scratch. Sólo por eso espero que la visión de Jean se haga realidad...
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