Capítulo 6
Thaisday 10 de Maius
El Teniente
Crispin James Montgomery extendió su mano al hombre que se levantó de la silla
del visitante cuando el Capitán Burke hizo las presentaciones.
—Estoy
encantado de conocerle, señor Denby, — dijo Monty, estrechando la mano de
Peter—. Me alegro de que usted y su familia llegaran a Lakeside bien.
—Yo también.
No creo que lo hubiéramos conseguido sin la ayuda de los Terráneos, — dijo
Peter.
Peter Denby
había ayudado en la búsqueda del Controlador. Cuando esa asistencia lo
convirtió en un objetivo, tomó a su esposa y sus dos hijos, y se dirigió a
Lakeside, en un largo camino desde la Región Medio Oeste de Thaisia. Su coche
se salió de la carretera, en un intento deliberado de herir o matar a Peter,
pero los Otros intervinieron y le proporcionaron una escolta para el resto del
viaje.
—¿Está
planeando volver al Medio Oeste? — Preguntó Monty.
Los ojos de
Peter celebraron una mirada sombría antes de dar Monty una sonrisa demasiado
afable.
—No creo que
tenga mucho futuro allí. — La demasiado afable sonrisa desapareció—. No estoy
seguro de que tenga mucho futuro aquí tampoco.
—Ya te lo
dije, — dijo Burke—. No tengo un inquilino actual para el otro lado del dúplex,
y estás invitado a usarlo.
—Aprecio eso,
—dijo Peter—. Pero un techo sobre nuestras cabezas es sólo la mitad del
problema.
—¿Problema? —
Monty miró de un hombre a otro.
—Estamos
trabajando en ello, — dijo Burke.
—Ni siquiera
tu puedes seguir alimentando cuatro personas más con una sola libreta de
racionamiento, — dijo Peter con fuerza.
—Si va a
trasladarse... — comenzó Monty.
—Para recibir
una libreta de racionamiento que se pueda usar en Lakeside, uno o más adultos
de la familia deben estar empleados, y
mostrar una prueba del trabajo, — dijo Peter—. Aparentemente hay quienes temen
que un exceso de personas vengan de otras ciudades tratando de conseguir las
libretas de racionamiento sin formar parte de la población activa, creando así
una escasez de alimentos. Si hay escasez, los precios suben y más gente va a
terminar con menos.
—Has ido a dos
entrevistas desde que decidiste a buscar trabajo aquí, — señaló Burke—.
Rechazaste ambas ofertas.
—No voy a
firmar una maldita "promesa de
lealtad", — Peter espetó—. Sobre todo cuando los socios principales de
la firma de abogados, fueron evasivos cuando pregunté a quién o a qué se
suponía que debía prometer mi lealtad.
El estómago de
Monty hizo tuvo un revoltijo de mareo.
—¿Humanos
Primeros y Últimos?
—Eso creo.
¿Han oído hablar del orador motivacional, Nicholas Scratch?
Monty captó la
mirada de Burke dirigida a él. Sí, había oído y conocía a Nicholas Scratch. El
hombre venía de la Alianza de Naciones del Bloque Romano, pero Scratch
actualmente vivía en Toland, con la ex amante de Monty y con su hija pequeña.
—Escuché un
par de sus últimos discursos, y él es un hijo de puta persuasivo, —continuó
Peter—. Si no estuviera casi el cien por ciento seguro de que HPU, fueron los
que amenazaron a mi familia, estaría casi convencido de ellos tienen la
respuesta a cualquier cosa y a todo. ¿Quieres que tus hijos tengan más leche?
Mata a un Lobo.
—Peter, —
Burke comenzó, mirando hacia la puerta de su oficina.
—No es culpa
nuestra el que, como especie, sean bastante estúpidos.
Monty se
estremeció, y luego se volvió hacia Simon Wolfgard mientras el Lobo entraba en
la oficina de Burke.
—Creo que
hemos demostrado que podemos ser peligrosos, — dijo Pete.
—El ser
peligrosos no los hace menos estúpidos, — respondió Simon—. Y ser inteligentes
para inventar y hacer cosas, no es lo mismo que ser inteligente para comprender
el mundo. A veces no hay suficiente comida. A veces, los cachorros no
sobreviven los tiempos de escasez. Cuando eso sucede, no nos gusta tampoco.
Trabajamos duro para conseguir la carne para nuestras manadas y para alimentar
a nuestros jóvenes, y no nos gusta cuando otro depredador intenta llevarse
nuestra caza.
—No creo que
estemos entendiendo su punto, Sr. Wolfgard, — dijo Burke.
Monty oyó el
énfasis en el nombre de Simon y vio a Peter palidecer cuando se dio cuenta que
había sido escuchado por un Lobo.
Simon miró a
Peter, la ira creando destellos de color rojo en los ojos ámbar del Lobo.
—Vamos a
luchar por lo que es nuestro. Al final, los jóvenes tendrán suficiente para
comer, ya que habrá un menor número de humanos para compartir. Y nuestros
jóvenes crecerán fuertes con toda la carne cosechada de la lucha.
Un tenso
silencio llenó la habitación. Entonces Peter dijo:
—Ustedes son
grandes en la destrucción.
—Nos adaptamos
al mundo, y aprendemos de otros depredadores. Eso incluye a los humanos.
Monty llamó la
atención de Burke y captó el mensaje.
—Sr. Wolfgard,
tal vez usted y yo podemos continuar esta conversación en otro lugar.
Simon se frotó
el pelo oscuro con las dos manos. Si hubiera estado en forma de Lobo, probablemente
daría a todo su cuerpo una buena sacudida. Lo que Monty encontró intrigante,
fue cómo esa acción parecía sacudir el enojo también. Un momento atrás, Simon
no podría haber pasado por humano. Ahora parecía un hombre guapo, activo, en
sus treinta y tantos años, vestido con ropa informal adecuada para el dueño de
una librería. Ahora los ojos color ámbar eran la única pista de que estaba
viendo a un Terráneo Lobo.
—No. Si él es
el macho que los Terráneos ayudaron a llegar a Lakeside, entonces es a quien vine
a ver. —Simon giró la cabeza hacia Peter. Luego miró a Burke y a Monty.
—Y vine a
verlos por otra cosa.
Peter se quedó
mirando al Lobo.
—¿Vino a
verme? ¿Por qué?
—Para
preguntar si está dispuesto a hacer un pequeño trabajo para el Courtyard.
Monty contuvo
el aliento. Había pasado los últimos cuatro meses y medio, construyendo algo de
confianza entre él y Simon Wolfgard. Su equipo interactuaba con los residentes
del Courtyard casi a diario en una misión oficial: Aprender más acerca de los
Otros, más de lo que a la mayoría de los humanos alguna vez se les permitió ver,
y proporcionar ejemplos de humanos interactuando pacíficamente con quienes viven
en un Courtyard. Todo ese trabajo podría ser arruinado por un hombre que tenía
alguna razón para estar resentido, dado que su vida se había salido de control,
por asistir a los Terráneos, aunque fuera indirectamente.
Pero Peter
Denby lo sorprendió diciendo:
—¿Qué tipo de
trabajo? ¿Necesita un abogado?
—Todavía no, —
Simon respondió pensativo—. Dos edificios frente a la calle del Courtyard están
a la venta. Queremos que alguien los mire y nos diga si son guaridas adecuadas.
Si compramos, tendremos que contratar a un humano que puede resolver los
papeles legales.
—¿Algunos
Terráneos van a vivir fuera del Courtyard? — Preguntó Monty. Simon Wolfgard era
un líder progresista. Había abierto algunas tiendas para el público en general
y tenía más empleados humanos que cualquier otro Courtyard en el continente.
Pero se preguntó si el Lobo no estaba siendo un poco demasiado progresista en
este momento.
—No, — dijo
Simon—. Es una oferta para los humanos que están siendo expulsados de sus
guaridas, ya que optan por trabajar con nosotros o para nosotros. Como Kowalski
y Ruthie.
Douglas Burke
era un gran hombre, cuyos ojos azules generalmente celebraban una especie de cordialidad
y ferocidad al mismo tiempo. Pero la mirada feroz en sus ojos mientras se levantaba de su silla
detrás del escritorio, fue suficiente para que Simon gruñera en respuesta.
—¿Perdón? — Dijo
Burke.
Simon dejó de
gruñir y los miró a todos.
—¿Kowalski no
les dijo?
—No he oído
hablar de esto, — dijo Burke con suficiente ira, como para que Monty sintiera
el calor de la misma—. ¿Y usted, Teniente?
—No, —
respondió Monty—. Sabía que algo le molestaba. Pensé que iba a hablar conmigo
cuando estuviera listo.
—¿Por qué no
pide a Kowalski que vaya a mirar, si él es el que podría estar viviendo allí? —
Preguntó Peter.
—Los humanos
que viven allí ahora reconocerían su rostro, — dijo Simon—. Queremos que
alguien las mire antes de que los humanos se den cuenta de que el Courtyard
quiere comprar los edificios.
—Voy a
cobrarle mi tarifa por hora habitual, — dijo Peter—. Obtendrá un informe
escrito sobre cada edificio. ¿Está bien si llevo a mi esposa? Es "el hombre de la casa" en
nuestra familia.
Simon ladeó la
cabeza.
—¿Su esposa es
hombre?
Peter
parpadeó.
—No. Sólo
quería decir que a ella le gusta trabajar con herramientas y hacer las
reparaciones.
—¿Tienes a
alguien que cuide a los niños? — Preguntó Burke.
—Podemos
cuidar a los cachorros, — dijo Simon.
Salto de fe, pensó Monty, viendo a Peter luchar
con la idea de entregar a sus hijos a los Lobos... y todo lo que podría llegar
a sentirse curioso acerca de pequeños humanos.
—Está bien.
Gracias, — dijo Peter—. ¿Es muy pronto mañana?
Simon asintió
mientras sacaba un pedazo de papel doblado de su bolsillo de los vaqueros.
—Este es el
número de teléfono de Aullidos, Buena
Lectura. Llame allí cuando esté listo para mirar las casas. Estas son las direcciones
en la Av. Crowfield y el número de teléfono que aparece en los carteles de
venta.
—Voy a hacer
una cita con el agente inmobiliario, y Eva y yo lo veremos mañana.
Monty se
preguntó si Simon estaba esperando a que Peter se fuera antes de decirles
acerca de la otra cosa que había llevado a un Lobo a una estación de policía.
Había aspectos del Courtyard que los Otros no compartían la ligera. Por otro
lado, si Peter iba a hacer algo de caza de casas para ellos, estaba obligado a
conocer lo que el Courtyard guardaba con cuidado y a sus especiales empleados.
Simon estudió
a Peter por un momento, luego se volvió a Burke.
—¿La policía
ha sido advertida de alguna chica tirada a un lado de la carretera?
—¿Algún tipo
particular de chica? — Preguntó en voz baja Burke.
—Chicas con
navajas de plata. Chicas que están gestando. — Simon gruñó— . Atropelladas.
Los ojos de
Burke parecían hielo azul.
—¿Aquí en
Lakeside?
Simon negó con
la cabeza.
—Más allá de
Lakeside e Isla Grande.
—¿Cómo de...
exacta...es la información?
—Hemos enviado
una advertencia a todos los Terráneos en Thaisia a causa de lo que se nos ha
dicho. Ya están buscando. Son la última manada en escuchar la advertencia.
—Vamos a hacer
correr la voz. ¿Teniente?
Monty miró a
Simon e hizo un gesto hacia la puerta.
—Lo acompaño a
la salida.
—El olor de
este lugar lo tengo fresco. Puedo encontrar la puerta de salida. —Simon ladeó
la cabeza—. Esto de acompañar. ¿Es como una mujer en una novela, que dice que
va a empolvarse la nariz cuando realmente va a hacer pis?
Pete se
atragantó.
—Algo así, —
dijo Monty con voz ahogada. Salió de la oficina de Burke. Simon lo siguió.
Monty esperó
hasta que estuvieron fuera.
—¿Esta la Sra.
Corbyn bien? Así es como se sabe que la información es exacta, ¿porque se ha
hecho un corte?
—Meg está
bien, pero no sabe nada de las chicas todavía.— Simon cambió su peso de un pie
al otro, un pequeño signo de ansiedad en una persona que solía ser audaz y
directa—. Los humanos pagan un montón de dinero por las profecías. Eso hace que
a las Casandra de sangre valiosas para los humanos que dirigen los recintos.
¿Por qué dejarían chicas tiradas en el camino?
—Las chicas
podrían haber salido por su cuenta. Meg lo hizo.
—Meg escapó.
Estas chicas pueden hablar con la policía, nos puede decir que quieren irse.
Ellas no tienen que huir y estar solas. — Los ojos de Simon estaban llenos de
tristeza y aceptación en partes iguales—. No vamos a encontrar a algunas de
ellas hasta que estén muertas.
—La policía va
a estar por ahí buscando también, y vamos a salvar a todas las que podamos. —
Monty esperó un segundo—. ¿Algo más?
—Nada que no
pueda esperar. — Simon se alejó.
Mientras Monty
vio a Simon ya Blair alejarse en el coche, Louis Gresh, comandante de la
brigada de explosivos, se acercó.
—Parece que
acabas de encontrar un maletín con un tic tac, — dijo Louis.
—Suficientemente
cerca. Pero gracias a los dioses, la bomba no está en Lakeside en esta ocasión.
—¿Hay algo que
pueda hacer para ayudar?
—Un montón. —
Juntos, volvieron a entrar para ayudar a Burke a enviar el aviso a las
comisarías en toda Thaisia.
gracias chicas por este nuevo capitulo...
ResponderEliminarMil obrigadas, mal pude acreditar quando vi dois capítulos de uma vez! Quantos capítulos tem o livro?
ResponderEliminarVamos a empezar a subir dos capítulos por día porque ya casi terminamos con la traducción (faltaría la corrección) y el libro tiene 58 capítulos
EliminarMuchas gracias por los capítulos.
ResponderEliminarQue ansiedad, pobres chicas y muchas gracias por los capítulos ^w^
ResponderEliminarMuchas gracias chicas. De verdad se aprecia el esfuerzo que hacen. Saludos
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