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miércoles, 20 de abril de 2016

Adelanto: Capítulo 43 Marked in Flesh - Anne Bishop



Capítulo 43




Las palabras se convirtieron en pensamientos transmitidos como un viento que agitaba la superficie de los lagos; como un sabor en la hierba; como el humo de un fuego natural de corta duración. Esos pensamientos, esas ideas, se movieron rápidamente hacia el norte, sur, oeste, este.

Degustando los pensamientos cuando llegaron con las olas, Alantea los convirtió en palabras.

Distracción. Desviación. Ataque en un lugar para destruir a la verdadera presa que vivía en otro lugar.

Puedo crear una distracción. Alantea envió ese pensamiento para que besara las costas de Thaisia.

Podemos ser la desviación, ofrecieron otros Elementales.

Esperaron la respuesta de los dientes y las garras de Namid.

Durante dos días los Elementales, desde el más pequeño hasta el más poderoso, esperaron por una respuesta.

Entonces, por un momento, un silencio extraño y terrible dio forma a una piel sobre todo el mundo. Luego desapareció, dejando tras de sí la respuesta.

Distracción.

Desviación.

Destrucción de la verdadera presa.

Reducir los rebaños.



*****



Un viento comenzó a soplar desde el extremo norte de Thaisia.

Un viento comenzó a soplar desde el sur, provocando a los Elementales de agua que vivían alrededor del golfo, hasta que ellos golpearon el viento, creando oleadas que se deslizaron sobre las barreras que los humanos habían construido para proteger  sus ciudades.

Una de los Elementales conocidas como Tierra fingió un desacuerdo contra Pacifikus, el Elemental que gobernaba el Océano Pacifik. Tierra golpeó el suelo con el pie, y luego saltó sobre el lomo de Tsunami y cabalgó hacia la costa oeste de Thaisia. Pacifikus rió, montando a Tifón, e inició la persecución, aún sin decidir si iba a conducir la tormenta lejos de la mayor parte de la costa o correr con Tierra y alimentar a la tormenta hasta que llegara a su máximo potencial.

Y frente a la costa de las orientales Islas Tormenta, Alantea montó a Huracán y empezó a precalentar a su montura.


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