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domingo, 5 de julio de 2015

Adelanto Capítulo 4 (primera parte): Visiones en Plata - Anne Bishop

Capítulo 4




Thaisday 10 de Maius

Tomando  asiento en la mesa baja en la habitación de la Asociación Empresarial, Simon estudió las tarjetas que Merri Lee había creado a partir de las visiones que Meg había visto, y luego se las entregó a Elliot, la única otra persona en la reunión que no las había visto ya.

Chicas, navaja de plata y animal atropellado. ¿Por qué las chicas estarían en una carretera solas?

Está bien, Meg había viajado sola desde el Medio Oeste hasta llegar a Lakeside, pero había viajado en tren y autobús. No había estado caminando en una calle donde podría ser golpeada por un coche y resultar asesinada como un mapache o un ciervo.

Pero había caminado por las calles de Lakeside por un rato. En la noche. En una tormenta de nieve. Sola.

Incluso los cachorros no eran tan tontos o tan estúpidamente valientes.

Meg por lo general no era tonta o estúpida. Pero estaba desesperada, cuando se escapó del Controlador, y otras chicas podrían estar tan desesperadas por escapar. Y todavía...

—Esto me suena raro, — dijo Simon—. Incluso si los humanos estuvieran enojados con nosotros por obligarlos a decirnos donde mantienen a las profetas de la sangre, ¿por qué dejar a las chicas que consideran valiosas andar vagando por ahí? Eso me suena raro.

—¿Crees que Meg ha cometido un error? — Preguntó Henry.

—No. — Pero tal vez nosotros sí. No pensamos como los humanos, así que tal vez cometimos un error—.  Meg vio esto como algo en lo que tenemos que estar atentos, pero las únicas Casandra de sangre al alcance de Lakeside son Meg y las niñas que viven en la Isla Grande. Ninguna de ellas está en peligro de ser atropelladas.

—Meg y esas chicas no están en peligro, — Vlad le dio la razón—. Pero hemos recibido la advertencia, por lo que somos quienes deben enviar la advertencia al resto de los Terráneos. Envié una alarma a los Sanguinati. Ya están en busca de alguna chica que parezca perdida o abandonada. Y están buscando a cualquier hembra yaciendo en una carretera o en una zanja. También hablé con Jenni Crowgard. Ella está pidiendo a todo los Crowgard que busquen Casandra de sangre, y Starr y Crystal volaron para hablar con los cuervos comunes. Van a correr la voz entre los de su propia especie y les dirán a los Crowgard si notan algo nuevo en sus territorios.

—Mientras tratabas con Meg y Merri Lee, llamé a Joe y Jackson Wolfgard, informándoles acerca de estas dos visiones, — dijo Henry—. También me puse en contacto con algunos de los Beargard y Panthergard. Los Lobos, Osos y Panteras extenderán la alarma para el resto de los Terráneos en sus regiones y empezaran a buscar. Por ahora, eso es todo lo que podemos hacer.

Ninguno de ellos mencionó la otra cosa que podían hacer, no mencionaron a la manada a la que no le habían hablado de la advertencia todavía.

—¿Qué más? — Dijo Simon, señalando las tarjetas que Elliot puso en la mesa.

—A los pocos minutos de este corte controlado, tuvimos respuestas a tres de las cosas de las que los Terráneos debemos estar atentos, — dijo Vlad—. Meg es a la vez Pathfinder y Trailblazer. Justo después de que Merri Lee me trajo esas tarjetas, vi a unos humanos poner carteles de En venta, en el césped de dos casas del otro lado de la calle del Courtyard.

—No significa que sean los carteles correctos, — dijo Elliot.

—Pero es muy probable que lo sean, — Vlad contrarrestó.

—Sí, es probable, teniendo en cuenta la exactitud de las profecías que Meg ha compartido con nosotros, — Elliot admitió—. Al igual que es muy probable que N.A.A.D.L. sea un intento de discriminar a cualquier humano que esté dispuesto a trabajar para nosotros o con nosotros. Cuando me reuní con el alcalde Rogers ayer, vi una propuesta de agregar un símbolo a los documentos de identidad, un símbolo que le diga a otros humanos si una persona es un "amante del lobo". Rogers actuó nervioso al ver que vi la propuesta, y me dio todo tipo de razones por las que eso beneficiaría a la ciudad y ayudaría a sofocar los disturbios. — Elliot exhibió toda una sonrisa con dientes—. Le pregunté si los documentos de identidad de todos los humanos que han tenido relaciones sexuales con algún Terráneo llevarían ese símbolo, ya que sin duda se habían ganado esa designación. A juzgar por la forma en que su cara cambió de color, supongo que al menos un miembro de su familia ha dado un paseo por el lado salvaje. No es algo por lo que un humano -políticamente ambicioso- querría ser conocido.

Henry frunció el ceño.
—En lugar de tratar de justificar el agregado del símbolo en los documentos, debería haberte dicho que era asunto del gobierno. Nosotros no nos involucramos con el cómo los humanos se gobiernan a sí mismos.

—No nos involucramos hasta sus conflictos se convierten en una amenaza para nosotros, — dijo Simon—. Pero hemos prestado asistencia a los humanos que fueron perseguidos porque no encajaban con el resto. Es por eso que los Intuye y Vida simple, en su mayoría viven en la tierra que controlamos, en lugar de vivir en ciudades controladas por los humanos.

—Creo que Rogers dejó la propuesta a la vista, para medir mi reacción, — dijo Elliot—. Pero también pude ver un logotipo en una carta que no estaba lo suficientemente bien escondida, bajo los otros papeles de su escritorio, una carta que no creo que él quisiera que yo viera.— Sacó un pedazo de papel de su bolsillo de la chaqueta y lo puso sobre la mesa—. Es un boceto del logotipo.

Se veía como una maraña de líneas en un círculo hasta que Simon se dio cuenta de que era un intento de convertir las letras en un símbolo.

—El movimiento Humanos Primero y Últimos, — gruñó.

Elliot asintió.
—He oído rumores acerca de apretones de manos secretos, y este símbolo se muestra en todo tipo de tiendas y negocios. Hay un humano en Toland que anda hablando acerca de lo que merecen los humanos, provocando al resto de los monos y tratando de convencerlos de que pueden exterminar a los Terráneos y tomar el control del mundo.

—Puede que sean capaces de matar a los cambiantes que viven en los Courtyard, o incluso a alguno de los cambiantes que viven en la tierra que bordea un pueblo o ciudad humana, — dijo Henry—. Pero nunca van a tomar el control del país salvaje. Ellos nunca tomarán el control de Namid. El resto de los Terráneos se encargará de eso.

—Pero la semilla ha sido plantada, — Elliot argumentó—. Los humanos en el gobierno de Lakeside ya han olvidado las consecuencias de atacarnos, a pesar de que el predecesor del alcalde Rogers, está entre aquellos que fueron asesinados en represalia. Miran a Saltos de Talulah y se niegan a creer que ellos y su ciudad podrían terminar de la misma manera.

—¿Qué le dijiste al alcalde sobre la propuesta? — Preguntó Tess.

—Le dije que los Terráneos no se opondría a ser capaces de identificar aliados humanos, siempre y cuando también podamos identificar a nuestros enemigos. Si el gobierno de Lakeside decide marcar a algunos humanos como amantes de lobo, entonces los Terráneos exigirán que todas las personas que apoyan al movimientos Humanos Primero y Últimos, tengan un sello similar sobre sus documentos de identidad, porque no queremos apoyar a las empresas propiedad de tales humanos o suministrar a esos negocios materias primas para fabricar sus productos. Porque seguro que los humanos que pertenecen o han trabajado en esas empresas no querrán materias primas de nosotros.

—Apretones de manos y símbolos secretos. —Vlad negó con la cabeza—. Recibí un e-mail de Stavros justo antes de esta reunión. Algunas empresas en Toland ahora exigen a sus empleados unirse al movimiento HPU si quieren mantener sus puestos de trabajo, y no van a contratar a ninguna persona que se niegue a unirse.

—Este movimiento HPU es como una enfermedad propagándose entre los humanos,  —dijo Henry.

El pelo de Tess comenzó a enrollarse.
—Cuando un tipo de enfermedad se propaga a través de una población, otros tipos de enfermedades tienden a seguir.

Un escalofrío de miedo pasó por Simon al recordar el otro nombre para la forma Terránea de Tess: Jinetes de la plaga. Casi gritó cuando su teléfono móvil sonó.

—¿Qué? — Espetó.

—¿Simon? Soy Meg. Merri Lee y yo necesitamos tu permiso para tomar algunas fotos. Ruth tiene una cámara con una de esas tarjetas de memoria que contiene las imágenes, y Lorne dice que puede imprimir las fotos desde el ordenador en Las Tres P.


Frunció el ceño.

1 comentario:

  1. gracias por la traducción y el blog se esta colocando cada vez mas lindo :)

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