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miércoles, 15 de julio de 2015

Adelanto Capítulo 23: Visiones en Plata - Anne Bishop



Capítulo 23




Watersday 12 de Maius

—"Los Terráneos exigen la revelación absoluta de los paraderos de estas denominadas profetas de la sangre, exponiendo públicamente a chicas que ya tienen problemas, que según los expertos médicos, requieren de la vida tranquila que las instituciones privadas ofrecen. Y una vez que estas instituciones admiten tener algunas de estas chicas con problemas, los Otros sacan a las chicas de los entornos protegidos y las llevan a lugares no revelados. Todo el mundo dispuesto a defender los derechos humanos y la dignidad humana, deben insistir a los gobiernos en cada aldea, pueblo, ciudad y región en Thaisia, ​​que exijan la misma revelación absoluta que los Terráneos exigen de nosotros. Si los Otros realmente no van a hacerles a estas chicas ningún daño, que nos dejen verlas, que nos dejen saber que están a salvo. Y que dejen a los humanos ocuparse de los humanos sin temor a represalias".

El discurso de Nicholas Scratch fue escuchado por una multitud de pie, en un evento de recaudación de fondos para HPU en Toland. Más cerca de casa, el Alcalde Franklin Rogers dijo a la prensa que iba a ayudar al Gobernador Patrick Hannigan en la creación de un grupo de trabajo médico para la Región Nordeste. El grupo de trabajo se encargara de la inspección de todas las instalaciones que atienden a las niñas en situación de riesgo que tienen adicciones peligrosas para la vida.

—Apague eso, —dijo Burke mientras conducía por la calle principal hacia el Courtyard.

Monty apagó la radio.

—Las denominadas profetas de la sangre. ¿Cree que alguien como Nicholas Scratch no sabe de la existencia de las Casandra de sangre y lo que esas chicas pueden hacer?

—La Alianza de Naciones del Bloque Romano ha desarrollado un avión, una nueva forma de transporte que da a los humanos una mirada expansiva de la tierra alrededor de ellos. El movimiento Humanos Primeros y Últimos, irrumpe en la escena de Thaisia desde el Bloque Romano. Un portavoz del movimiento llega a Toland para difundir el mensaje de que los humanos deben ser los primero, últimos, y todo lo demás entremedio, a la hora de contar con los recursos disponibles en este mundo. Drogas aparecen en diversas comunidades humanas y, o bien hacen que el usuario quede completamente pasivo o adoptan una conducta tan agresiva, violenta, que el instinto de conservación no es una consideración. ¿Es una coincidencia que todas estas cosas han pasado en tan poco tiempo? No lo creo. El desarrollo de un avión tomaría meses, incluso años. Ahora que hay una máquina que funciona, sería el momento de poner las otras piezas en su lugar. Yo no me sorprendería de escuchar que Scratch tuvo contacto con el Controlador u hombres como él. Yo no me sorprendería al escuchar que los problemas de las drogas en Thaisia ​​eran pruebas de armas potenciales. El último mensaje que recibí de mi primo, Shady Burke, indicó que el Bloque Romano sigue mostrando signos de preparación para la guerra. Los que viven en la parte humana de Brittania, están preocupado de que los líderes del Bloque Romano puedan decidir que es demasiado arriesgado luchar contra los Terráneos y ataquen otras partes controladas por humanos del mundo, con el fin de adquirir más tierras y recursos.

—Y Brittania es el lugar más cercano. — Monty asintió con la cabeza—. De cualquier manera, tener una idea de cómo el futuro podría llegar a presentarse y ser capaces de ajustar los planes militares, podría hacer la diferencia entre ganar o perder una batalla.

—Drogar a las tropas para que se conviertan en locos también es útil cuando se enfrenta a un enemigo que los humanos han temido desde nuestro primer encuentro con los Terráneos.

—¿Cree que los Otros encontraron a todas las profetas de la sangre que fueron alejadas de los recintos y metidas en un criadero como animales?— El estómago de Monty realizó un cosquilleo lento mientras consideraba las posibilidades. Las drogas Repasando al lobo y Bienestar, se hicieron a partir de la sangre de las Casandra de sangre. ¿No querrían los líderes del Bloque Romano tener cerca a la fuente, si las tropas necesitaban recibir una dosis justo antes de la batalla?

Tal vez eso era algo que debería mencionar a Simon Wolfgard. Los buques eran la única manera de cruzar el Atlántik. Si se estaban llevando a las niñas de Thaisia, tendrían que viajar en barco. ¿Y qué ciudad oriental tenía barcos yendo y viniendo todos los días a los puertos en otras partes del mundo?

—¿Cree que la policía de Toland sabe dónde Scratch se aloja?—Preguntó Monty.

—Me sorprendería si no fueran quienes garantizan su protección, — respondió Burke—. Y si estás buscando a alguien para crear problemas, Scratch es un bastardo persuasivo. Él tiene a todo el mundo tan centrado en lo que ha pasado con las Casandra de sangre en los últimos días, que nadie está preguntándose que había estado sucediéndoles a esas chicas por generaciones. En cuanto a este grupo de trabajo médico, los Terráneos podrían permitir a los médicos desconocidos entrar en los asentamientos donde las chicas residen. Dejar que se vayan es una historia completamente diferente.

Monty observó a un coche blanco girar en la calle principal de entrada al Courtyard.

—Creo que es el coche de Dominic Lorenzo. Debe ser su mañana para trabajar en el Courtyard. —O Meg Corbyn necesitaba tratamiento médico y Lorenzo había sido convocado.

Burke entró en el Courtyard y continuó por el camino de acceso. Se detuvo en el estacionamiento de los empleados, aparcó en un espacio al lado del coche de Lorenzo.

—¿Qué lo trae por aquí esta mañana?—Preguntó Burke mientras los tres hombres caminaron hacia la puerta de atrás de Aullidos, Buena Lectura.

—Necesito hablar con Simon Wolfgard sobre el grupo de trabajo médico, — respondió Lorenzo.

—¿No va a tratar de convencerlo de que dejar entrar a los médicos en los asentamientos del país salvaje va a ser beneficioso?

—Que los dioses me ayude, sí, lo voy a hacer. — Lorenzo parecía inquieto—. A partir de esta mañana, yo soy la fuerza especializada para Lakeside y sus alrededores. Estoy de vacaciones pagas en el hospital de Lakeside, con el fin de recopilar información y proporcionar atención médica a las profetas de la sangre. Me han dado una beca del gobierno de Lakeside para contratar a un asistente. Espero que vaya a estar autorizado a hacer uso de las habilidades administrativas de la Sra. MacDonald a cambio de compartir todo lo que aprenda con los Otros. En este momento, soy uno de los cuatro médicos que cubren toda la Región Noreste.

—¿No puede rechazar la tarea? — Preguntó Monty.

—Puedo. No quiero—Puedo. No quiero rechazar. Ayudar a estas chicas tendrá un impacto en todo el mundo. Y gracias a mi exposición con los Otros aquí, tengo un poco de experiencia en el trato con los Terráneos, que es algo que los otros médicos no tienen.

—Por lo menos no gaste la mitad de su tiempo viajando por toda la región.

—No al principio, de todos modos. Primero tenemos que localizar a las chicas, y dudo que vayamos a tener éxito a menos que los Terráneos quieran cooperar. —Lorenzo le dio una mirada perspicaz a Monty—. ¿Está bien?

—He estado mejor. — Él vaciló, pero había un consultorio médico en la Plaza Comercial, y Lorenzo estaba aquí—. Después de que hables con Wolfgard, te agradecería si pudieras darle a mi hija un chequeo rápido.

—¿Está enferma?

Cuando Monty vaciló, Burke dijo:
—La madre de Lizzy fue asesinada en la estación de tren de Toland ayer. La niña subió al tren rumbo a Lakeside sola, para estar con el Teniente Montgomery.

—Dioses, — Lorenzo exhaló—. Claro, voy a echarle un vistazo. ¿La niña no resultó herida?

—No, — dijo Monty. Luego inclinó la cabeza hacia la puerta trasera de ABL—. Doctor, adelántese. Necesito hablar con el Capitán.

Burke alzó las cejas y esperó.

—Alguien cercano a Elayne y Lizzy deslizó una bolsa de joyas en un oso de peluche, que rara vez estaba fuera del alcance de Lizzy, — dijo Monty.

—Salvo que fuera la misma Elayne, la lista es corta; su madre, su hermano Leo, y Nicholas Scratch,— dijo Burke.

—Usar a Oso Boo, fue una elección desesperada o apresurada. Scratch me parece alguien más inteligente que eso.

—Puede ser. Pero si Leo jugó al doctor con Oso Boo y Lizzy, haciendo una operación -abriendo las costuras y cosiendo de nuevo-  y dejando las joyas en el oso, debió haber sido parte del plan desde el principio, aunque me imagino que las joyas estuvieron en algún otro lugar del apartamento la mayor parte del tiempo.

—No explica, de dónde las joyas vienen, —dijo Monty—. La familia de Elayne es lo suficientemente acomodada, pero creo que no podrían permitirse el lujo de tener tantas joyas, a menos que liquidaran todos sus activos.

—No es una acción imposible si su familia está comprometida con el movimiento Humanos Primeros y Últimos, y están dispuestos a apoyarlo en esa medida. La otra posibilidad es que la bolsa de joyas representa las contribuciones de muchas familias o partidarios. — Burke abrió la puerta trasera de ABL—. Y se está olvidando de la tercera posibilidad, que las joyas fueran robadas y Scratch o Leo Borden están involucrados.

En vez de ir hacia adelante, Monty balanceó un paso. A pesar de los años que él y Elayne vivieron juntos, y, a pesar de estar en la misma ciudad,  nunca había llegado a conocer bien a su familia. Había tal frialdad cada vez que aparecía en una reunión familiar, que se había mantenido a distancia. ¿Podría decir con certeza que su familia no estaba involucrada en el robo de joyas?

—Si las joyas fueron robadas... —Monty tragó saliva.

—Usar a Lizzy como mensajera, habría hecho de Elayne el chivo expiatorio si algo salía mal, sobre todo si el oficial investigador no quería que nadie mirará a Nicholas Scratch u otros miembros de HPU. Pero Scratch no previó que Elayne lo echara por acostarse con otra mujer, y él no la habría esperado que ella huyera.

—La noche de Thaisday, cuando llamé a Elayne, alguien contestó el teléfono. Sólo una respiración pesada. Pensé que estaba jugando conmigo.

—Alguien podría haber sido enviado para recuperar las joyas, — dijo Burke sombríamente.

—Si Elayne y Lizzy hubieran estado en casa... —Monty no pudo terminar la frase—. ¿La policía Toland nos dirá si alguna joyas ha sido robada recientemente?

Burke le dio esa sonrisa feroz-cordial.
—La policía no son los únicos que tienen una red de información. Y conocemos gente que conoce gente, ¿no? — Entró en ABL, dejando que Monty lo siguiera.


* * *


En días de gran afluencia, ABL había tenido más humanos en la tienda que los que había en este momento, pero no se reunían alrededor del mostrador con ganas de hablar con él.

—¿Qué? — Simon gruñó, mirando a Burke, Montgomery, y Lorenzo.

Decidió tomar el mismo enfoque que tomaría con los buitres que sobrevolaban una matanza: dispersarlos.

Señaló a Monty.
—Meg preguntó a las chicas del lago si la Lizzy podía ver a los ponis, por lo que Meg, la Lizzy, y Nathan han ido al Establo Poni y deben estar de vuelta pronto. — Señaló a Dominic Lorenzo—. Merri Lee, Ruthie, y Theral están en la Oficina del Enlace, en busca de entregas y tomando notas para agregar a la Guía de Profetas de la sangre. Si quiere hablar con ellas, llamare a Henry para que lo acompañe.

—Eso está bien, —dijo Lorenzo—. Agradezco cualquier información. Pero quería hablar con usted acerca del grupo de trabajo especializado, que ahora es responsable de determinar el bienestar mental y físico de las profetas de la sangre en Lakeside y sus alrededores.

Mantente humano, Simon se dijo a sí mismo. Tess finalmente se había calmado lo suficiente como para querer hablar con él. No ayudaría a nadie si dañaba al médico que estaba dispuesto a tener alrededor de Meg.

Además, Vlad acababa de deslizarse en la parte delantera de la tienda.

—No creo que el grupo de trabajo tendrá problemas aquí, siempre y cuando usted sea el doctor que haga estas visitas, — dijo Vlad con una sonrisa que mostraba unos colmillos como advertencia—. Creo que podemos arreglar una visita a la Isla Grande y que pueda hablar con las personas que cuidan de las profetas de la sangre. Después, puede asegurar a los humanos - a los que no les importaban hace una semana- que las niñas están siendo atendidas adecuadamente. Puede hacer su informe sobre su estado físico y mental. Sólo recuerde que sería muy poco saludable si la ubicación de las niñas alguna vez aparece en un informe.

—Una de las cosas que se me pidió que definiera, es si las chicas son las llamadas profetas de la sangre o chicas con otros problemas que se manifiesten como una especie de auto-daño, — dijo Lorenzo—. Me gustaría hablar con Meg Corbyn y obtener alguna idea que pudiera ofrecerme.

—Steve Barquero podría tener a alguien que le pueda proporcionar algunas ideas,— dijo Vlad.

 «¿Barquero?» preguntó Simon, usando la forma de los Terráneos de comunicación.

«Una mujer apareció en Desembarco del Ferry, manejando un coche que estaba cargado con todas sus posesiones, incluido un perro. Ha trabajado en varias casas que se encargan de niñas con problemas. Después de ser despedida, una vez más, porque no tiene miedo de compartir sus opiniones con todo el mundo, empacó y comenzó a manejar. Ella le dijo a Barquero que tuvo la sensación de que era el lugar que había estado buscando, el lugar donde realmente podría ayudar.»

«¿Una sensación? ¿Es una Intuye?»

«Él piensa que sí, pero no está seguro de que ella sepa lo que es. Aún así quiere llevarla a la isla y ver cómo responde a las chicas. Él quiere tu aprobación. Lo mismo  Ming.»

Hace unas semanas, un hombre llamado Phineas Jones había intentado llegar a la Isla Grande para encontrar chicas que podrían ser Casandra de sangre. Él era un enemigo. El Controlador estaba muerto,  así como Phineas Jones, pero otros hombres que dirigían recintos podrían haber enviado a otros humanos para encontrar a las chicas.

«Ella no se quedará en la isla, y nunca estará sola con las niñas,» dijo Simon.

«Barquero dijo lo mismo.»

Simon se dio cuenta de que los humanos habían estado observando el intercambio silencioso, sabiendo que algo estaba en discusión.

—Si la mujer que fue a Desembarco del Ferry es aceptable para nosotros, entonces puede hablar con ella.

No creía que a Lorenzo le gustara que tomarán las decisiones por él, pero una Intuye que no habían vivido en una de sus comunidades podía entender el afuera mejor que las personas que habían aceptado sus habilidades toda su vida. Y esa era la persona que Lorenzo debería ver.

La puerta de celosía entre Un Pequeño Bocado y Aullidos, Buena Lectura se abrió. Tess no dio señales de darse cuenta de la tela de que Simon había usado para cubrir el arco. Su pelo salvajemente encrespado tenía vetas de color marrón, verde, rojo y negro, como si ella no supiera muy bien cómo se sentía.

Puesto que él sospechaba que su pelo había sido el del color de la muerte hace una hora, Simon tomó todos los otros colores como una buena señal de que el resto del Courtyard muy probablemente sobreviviría.

—Cuando hayan terminado de hablar, hay algo que quiero que los cuatro vean,— dijo Tess, mirando a Vlad, Montgomery, Burke, y finalmente a Simon. Luego se retiró a la cafetería.

—Voy a ir a la oficina del Enlace ahora, si eso está bien con ustedes, — dijo Lorenzo. Miró a Montgomery—. Si termino allí antes de que su hija regrese de la visita a los ponis, puede encontrarme en el consultorio médico.

Montgomery asintió.

—Ya nos ocupamos del doctor, —dijo Simon—. Ahora, ¿qué quieren ustedes dos?

Burke se giró hacia Vlad.
—Le agradeceríamos un poco más de información de sus parientes en Toland.

—Ah.— Vlad miró a Monty—. No hemos escuchado nada más sobre la muerte de su ex pareja.

—Me pregunto si han oído algo acerca de las joyas o joyas robadas, — dijo Burke.

—¿La policía de Toland no han oído hablar de ese tipo de cosas? ¿Por qué no les hablan?

—Al Capitán de la policía de Toland con el que hablé no le caí en gracia, por lo que dudo que me diga algo, — Burke respondió—. A diferencia del Capitán de la policía, no creo que los Sanguinati tengan algún interés en las joyas que se encontraron en Oso Boo. Eso los convierte en una fuente imparcial de información.

Simon estudió a Burke. ¿El Capitán de la policía pensaba que los Otros serían más honestos que su propia especie? ¿Qué pensaban los Sanguinati de la policía de Toland?

—Voy a hacerle una llamada a Stavros  y ver lo que él o Tolya han escuchado, — dijo Vlad.

—Me gustaría quedarme en el monoambiente con Lizzy una noche más, si eso está bien con ustedes, — dijo Montgomery.

—Hemos dejado reservado uno de los apartamentos para la policía, así que pueden quedarse, — dijo Simon. Como los humanos no decían nada, añadió—, ¿Vamos a averiguar lo que Tess quiere mostrarnos?

Entró en Un Pequeño Bocado. Vlad y los dos policías lo siguieron.

Tess se puso detrás de la vitrina de vidrio, su cabello ahora tenía bucles totalmente rojos. Enojada de nuevo. ¿Pero por qué?

Echó un vistazo a la comida en la vitrina de los pasteles, galletas, bocadillos y otros artículos que fueron entregados por la mañana. Cuando él se inclinó para ver mejor, comprendió, y compartió la ira de Tess.

Podrido. Todo. Moho en el pan. Queso reseco o con moho en los sándwiches. Incluso con el sentido menor del olfato de los humanos y el vidrio entre él y la comida, podía oler la carne en mal estado.

—¿Hay algo mal con el sistema de refrigeración? — Preguntó Burke.

—No, — contestó Tess con voz áspera—. Algo está mal en los humanos en esta ciudad.

La panadería con la que solían tratar, había dejado de hacer las entregas unas semanas atrás. Tratando de dar a los humanos una nueva oportunidad antes de informar al alcalde de que se habían roto los acuerdos entre los humanos y los Terráneos, Tess había contactado con otra panadería en Lakeside que proporcionaba los tipos de alimentos que se vendían en Un Pequeño Bocado.

—Esto es lo que me dieron esta mañana, — dijo Tess—. Fue empaquetado de una manera que yo no pude ver la podredumbre, así que pague la factura en efectivo, como lo requerían. — Ella llegó a la parte delantera de la vitrina y señaló con un dedo hacia la comida—. ¿Comería usted eso? ¿Alimentaría con eso a su hija?

—No, — dijo Montgomery.

—No abriremos a los humanos que no estén conectados al Courtyard más, — dijo Simon.

—Ese no es el punto, — Tess espetó—. Eso nunca fue el punto. Los acuerdos con la ciudad son bastante claros: tenemos derecho a todo lo que esté disponible para los humanos. Si pueden comprar algo, nosotros también podemos hacerlo.

—Y si no podemos, tampoco ellos pueden, — dijo Simon.

—¿Son unos pasteles y sándwiches tan importantes? — Preguntó Montgomery, sonando alarmado.

Simon miró a su alrededor.
—Esta cafetería se inspira en las que los humanos usan. Proporciona las mismas bebidas y alimentos. La mayor parte de esas tiendas no hornean sus propios productos; los compran a las panaderías. Así que hicimos lo mismo con el fin de entender por qué un lugar así tendría algún valor. Cuando las panaderías se cierren mañana, porque los acuerdos con los Terráneos se violaron dos veces en relación con el suministro de alimentos para la cafetería, ¿cuán importante será la falta de esos pasteles y bocadillos para los humanos que entran en esas cafeterías?

—No estoy seguro de que el gobierno haga que las panaderías cierren o exija a la policía hacer cumplir esos cierres, — dijo Burke, sonando tan cauteloso como un coyote que acababa de captar el olor de un oso pardo.

—No tendrá que hacer cumplir nada, —dijo Tess—. Los Elementales pueden hacerse cargo de cerrar las panaderías. Estoy segura de que Fuego los obligará una vez que le muestre lo que nos enviaron los monos como alimento para Meg y las otras chicas.

Simon parpadeó. ¿Pedirle a uno de los Elementales que queme todas las panaderías de la ciudad? Eso parecía... excesivo. Era mejor quemar a los que causaban problemas, especialmente el que le vendió a Tess la comida podrida para Meg.

Burke y Montgomery parecían sorprendidos y bastante asustados.

Vlad sonrió.
—O, en lugar de quemar todas las panaderías, podemos redirigir los alimentos cultivados en los asentamientos Terráneos y ofrecerlo sólo a las empresas humanas que honrarán los acuerdos que hacen con nosotros. Eso sería cortar el suministro de alimentos que entran en esta ciudad. — Miró a Simon—. Tal vez podamos construir nuestra propia pequeña panadería y contratar a alguien para hacer lo que necesitamos.

—Steve Barquero dijo que las panaderías en Desembarco del Ferry podrían vendernos, —dijo Simon—. Y vamos a tener que ajustar las asignaciones de suministro para Desembarco del Ferry aunque sea para dar cabida a las galletas de Lobo que ya están haciendo. Reorientar la comida es más práctico que la quema de edificios. — Pero pensaría un poco más en la idea de pedirle a Fuego que visite a esta panadería en particular.

—¿Estarían dispuestos a probar una panadería de Lakeside más?— Preguntó Montgomery—. Hay un lugar en la calle principal, que frecuento. Voy a hablar con la dueña para ver si estaría interesada en suministrar artículos para su cafetería.

Simon vaciló. Ninguna de las tiendas del Courtyard iban a estar abiertas al público en general, más ya, pero la cafetería seguiría siendo una experiencia de aprendizaje útil para los Terráneos que no tenían acceso a un lugar así, o como una oportunidad de interactuar con humanos como la manada de Meg.

—Muy bien, —dijo—. Una más. Si no funciona, le daremos nuestro negocio a Desembarco del Ferry y los suministros adicionales también.

—Vamos a ocuparnos ahora, — dijo Burke—. El Teniente tiene que pasar por su apartamento y comprobar su correo de todos modos.

«Una cosa más después de que los humanos se hayan ido,» Tess les dijo a Simon y Vlad.

—Lee diré a Jester que Meg y la Lizzy deben volver ahora, — le dijo Simon a Montgomery—. Puede esperarla en el consultorio médico.

—¿Le importa si le echo un vistazo rápido alrededor de la librería? — Preguntó Burke.

—Adelante. — Observó a los hombres pasar por el arco antes de dirigirse a Tess—. ¿Qué?

—Incluso si esa comida hubiera estado en buen estado, no habría hecho otra orden con esa panadería,— dijo Tess.

—¿Por qué?— Preguntó Vlad.

Hebras negras aparecieron en su pelo.

—Porque Jake Crowgard notó una calcomanía HPU en la ventana trasera de la camioneta de entrega.



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